/ miércoles 3 de junio de 2020

Aguas Profundas | Dos Bocas está de cabeza

La construcción de la refinería de Dos Bocas se hace al revés. En serio. Y no lo dicen los externos, lo hace el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) en su Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional.

La nueva refinería, dicen, procesará 340 mil barriles diarios (MBD) de crudo maya y de ahí va a obtener 9.25 MBD de propano, 9.38 MBD de Propileno, 172.20 MBD de gasolinas magna y premium; 125.41 MBD de Diesel UBA y 8.44 mil toneladas de coque.

De ninguna manera, aun alcanzando al 100% estos niveles de producción, se eliminan las importaciones de nada. Más aun, el IMP considera que la preparación y construcción tardarán tres años y la vida útil del proyecto será de sólo 20 años.

Trabaja de cabeza, al revés y sin tener todos los elementos. Peor aún, el atraso ya es notorio y le pega a la factura. Dos Bocas se iba a construir, ya con las correcciones de la SHCP, a un precio promedio de 20.5 pesos por dólar, y no 18, pero ya está a 22 pesos y sigue subiendo.

En dólares, el IMP calcula 8 mil 134 millones, en pesos equivale a 166 mil 760 millones; pero con el nuevo tipo de cambio el precio se eleva a 178 mil 962 millones, más de 12 mil millones de pesos de diferencia.

¿Qué errores hay en el análisis? De entrada, se hablaba de que todo el trabajo relacionado con el terreno se acababa en seis meses, hoy falta más de la mitad y ya llevan un año. Se detectaron una serie de riesgos meteorológicos, sísmicos, de inundación y hasta volcánicos. A pesar de ello la construcción va.

“El área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía”, señala el texto. A pesar de todas estas advertencias, la construcción se hace.

Hay errores de fondo, como el catálogo de efectos de impacto ambiental en donde el IMP declara que en 16 posibles cambios a la zona donde se construye no hay efectos negativos; pues sí, no los hay porque el estudio trabaja sobre el manglar que desaparecieron para construir la refinería. La decisión de la Secretaría de Energía fue borrar del mapa todo el manglar y así no hay disminución de especies vegetales, por ejemplo, porque las borraron antes.

Ahora, con este estudio lo que buscan evitar es la presentación de la Manifestación de Impacto Ambiental, de hecho, a pesar de la trampa, el IMP considera que la desaparición del manglar completo es un impacto moderado ¿En qué país ocurre eso?

Otra enorme joya del análisis del IMP es todo lo relacionado a la seguridad industrial de las instalaciones. Las tablas de los efectos dominó de las plantas en caso de falla no son presentadas en el análisis de riesgo, pese a que es la manera en que se diseñan los sistemas de contraincendio.

Pero ¿deberían estar esos datos a la mano del IMP? Se supone que sí, la realidad es que deberían estar listos y no lo están. Los planos no han sido entregados y, en teoría, para eso fue el viaje a la India, para tener una mejor idea de este proceso.

Es decir, analizan sobre las rodillas y sin tener las especificaciones finales porque el contrato para el diseño de la ingeniería no ha sido entregado y es la Sener la responsable de ello.

La construcción de la refinería de Dos Bocas se hace al revés. En serio. Y no lo dicen los externos, lo hace el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) en su Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional.

La nueva refinería, dicen, procesará 340 mil barriles diarios (MBD) de crudo maya y de ahí va a obtener 9.25 MBD de propano, 9.38 MBD de Propileno, 172.20 MBD de gasolinas magna y premium; 125.41 MBD de Diesel UBA y 8.44 mil toneladas de coque.

De ninguna manera, aun alcanzando al 100% estos niveles de producción, se eliminan las importaciones de nada. Más aun, el IMP considera que la preparación y construcción tardarán tres años y la vida útil del proyecto será de sólo 20 años.

Trabaja de cabeza, al revés y sin tener todos los elementos. Peor aún, el atraso ya es notorio y le pega a la factura. Dos Bocas se iba a construir, ya con las correcciones de la SHCP, a un precio promedio de 20.5 pesos por dólar, y no 18, pero ya está a 22 pesos y sigue subiendo.

En dólares, el IMP calcula 8 mil 134 millones, en pesos equivale a 166 mil 760 millones; pero con el nuevo tipo de cambio el precio se eleva a 178 mil 962 millones, más de 12 mil millones de pesos de diferencia.

¿Qué errores hay en el análisis? De entrada, se hablaba de que todo el trabajo relacionado con el terreno se acababa en seis meses, hoy falta más de la mitad y ya llevan un año. Se detectaron una serie de riesgos meteorológicos, sísmicos, de inundación y hasta volcánicos. A pesar de ello la construcción va.

“El área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía”, señala el texto. A pesar de todas estas advertencias, la construcción se hace.

Hay errores de fondo, como el catálogo de efectos de impacto ambiental en donde el IMP declara que en 16 posibles cambios a la zona donde se construye no hay efectos negativos; pues sí, no los hay porque el estudio trabaja sobre el manglar que desaparecieron para construir la refinería. La decisión de la Secretaría de Energía fue borrar del mapa todo el manglar y así no hay disminución de especies vegetales, por ejemplo, porque las borraron antes.

Ahora, con este estudio lo que buscan evitar es la presentación de la Manifestación de Impacto Ambiental, de hecho, a pesar de la trampa, el IMP considera que la desaparición del manglar completo es un impacto moderado ¿En qué país ocurre eso?

Otra enorme joya del análisis del IMP es todo lo relacionado a la seguridad industrial de las instalaciones. Las tablas de los efectos dominó de las plantas en caso de falla no son presentadas en el análisis de riesgo, pese a que es la manera en que se diseñan los sistemas de contraincendio.

Pero ¿deberían estar esos datos a la mano del IMP? Se supone que sí, la realidad es que deberían estar listos y no lo están. Los planos no han sido entregados y, en teoría, para eso fue el viaje a la India, para tener una mejor idea de este proceso.

Es decir, analizan sobre las rodillas y sin tener las especificaciones finales porque el contrato para el diseño de la ingeniería no ha sido entregado y es la Sener la responsable de ello.