/ miércoles 8 de abril de 2020

Aguas Profundas | Nahle ¿Sindicalista?

No, es en serio. En Coatzacoalcos, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, es considerada casi como un semidios en Pemex, de verdad. En el pueblo casi desierto las historias de “la Inge”, como le dicen, menudean y la última de ellas es enorme: Se metió cuatro horas a la oficina de la subgerencia de recursos humanos de los complejos petroquímicos, acosó al subgerente y al gerente, se dice que literalmente los puso contra la pared y les reclamó porque habían recortado de la plantilla a un grupo de ingenieros que ahí trabajaban, todos ellos son, por supuesto, sus amigos.

¿Qué originó el desastre? Bueno, pues el director de Pemex Etileno decidió deshacerse de 50 ingenieros con 15 a 30 años de experiencia, les suspendió salarios y prestaciones y se armó el lío. De inmediato intervino la Unión Nacional de Técnicos y Profesionales Petroleros, o UNTPP o la Unión como les dicen en Coatzacoalcos; y se armó el lío completo. Lo que nos cuentan es que la funcionaria federal después de poner como trapo a los departamentos de Recursos Humanos preguntó cuándo los regresaban a trabajar y pues la respuesta que recibió fue, más o menos, en el tenor siguiente:

“Vamos a pasarle esto -la petición- a la Dirección General -no se sabe si a la de Pemex TRI o a la de Pemex- para que ellos tomen la decisión. Usted no nos puede obligar porque no es nuestro mando jerárquico superior, somos una empresa productiva del Estado mexicano. Les avisaremos a los involucrados en cuanto se tenga una noticia al respecto, gracias por su visita, adiós.”

Y pues de nuevo la bronca. Dicen en Coatzacoalcos que lo mínimo que les dijo es que ella era la presidente del Consejo de Administración de Pemex, entonces la tenían que atender a ella y a quien ella determinara. La respuesta fue la misma, la operación del complejo es responsabilidad del director general, no de su CEO; su jefe o superior jerárquico es el director o el director general.

¿Hubo advertencias sobre el futuro inmediato o mediato de la gente de Recursos Humanos? Se dice que sí, la realidad es que la Unión trabajó muy duro para lograr la reinstalación de los ingenieros, que además son muy rebeldes y grillos a decir de los propios trabajadores, aunque tienen una gran experiencia en el manejo de los equipos de lo que es la petroquímica de Pemex. Se les hizo fácil ver a la secretaria, es paisana, es del barrio, nos ayudará y pues al parecer todo se complicó aun más. Actualmente están atorados en un limbo y no se ve una solución pronta.

El estilo Nahle choca con el de Pemex, nunca un secretario de Estado había discutido las plazas de trabajo de sus amigos con la subgerencia de Recursos Humanos, uno supondría que con llamar a dirección general se arreglaría todo, pero no, el conflicto con Octavio Romero Oropeza no va bien. Nada bien.

No, es en serio. En Coatzacoalcos, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, es considerada casi como un semidios en Pemex, de verdad. En el pueblo casi desierto las historias de “la Inge”, como le dicen, menudean y la última de ellas es enorme: Se metió cuatro horas a la oficina de la subgerencia de recursos humanos de los complejos petroquímicos, acosó al subgerente y al gerente, se dice que literalmente los puso contra la pared y les reclamó porque habían recortado de la plantilla a un grupo de ingenieros que ahí trabajaban, todos ellos son, por supuesto, sus amigos.

¿Qué originó el desastre? Bueno, pues el director de Pemex Etileno decidió deshacerse de 50 ingenieros con 15 a 30 años de experiencia, les suspendió salarios y prestaciones y se armó el lío. De inmediato intervino la Unión Nacional de Técnicos y Profesionales Petroleros, o UNTPP o la Unión como les dicen en Coatzacoalcos; y se armó el lío completo. Lo que nos cuentan es que la funcionaria federal después de poner como trapo a los departamentos de Recursos Humanos preguntó cuándo los regresaban a trabajar y pues la respuesta que recibió fue, más o menos, en el tenor siguiente:

“Vamos a pasarle esto -la petición- a la Dirección General -no se sabe si a la de Pemex TRI o a la de Pemex- para que ellos tomen la decisión. Usted no nos puede obligar porque no es nuestro mando jerárquico superior, somos una empresa productiva del Estado mexicano. Les avisaremos a los involucrados en cuanto se tenga una noticia al respecto, gracias por su visita, adiós.”

Y pues de nuevo la bronca. Dicen en Coatzacoalcos que lo mínimo que les dijo es que ella era la presidente del Consejo de Administración de Pemex, entonces la tenían que atender a ella y a quien ella determinara. La respuesta fue la misma, la operación del complejo es responsabilidad del director general, no de su CEO; su jefe o superior jerárquico es el director o el director general.

¿Hubo advertencias sobre el futuro inmediato o mediato de la gente de Recursos Humanos? Se dice que sí, la realidad es que la Unión trabajó muy duro para lograr la reinstalación de los ingenieros, que además son muy rebeldes y grillos a decir de los propios trabajadores, aunque tienen una gran experiencia en el manejo de los equipos de lo que es la petroquímica de Pemex. Se les hizo fácil ver a la secretaria, es paisana, es del barrio, nos ayudará y pues al parecer todo se complicó aun más. Actualmente están atorados en un limbo y no se ve una solución pronta.

El estilo Nahle choca con el de Pemex, nunca un secretario de Estado había discutido las plazas de trabajo de sus amigos con la subgerencia de Recursos Humanos, uno supondría que con llamar a dirección general se arreglaría todo, pero no, el conflicto con Octavio Romero Oropeza no va bien. Nada bien.