/ viernes 7 de junio de 2019

Amenaza del gobierno de EE. UU.

  • El Gobierno de México nunca ha pretendido armamento nuclear, no es el espíritu guerrero el que ostenta, sino el del trabajo y concordia y… por eso abusan, porque nuestra nación no se impone a ningún otro país por medio de armas o el dinero.

Como lo dijo Lázaro Cárdenas en momento histórico, cuando EE. UU. invadió al hermano archipiélago de Cuba: “Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses”, ello cuando el gobierno revolucionario cubano elevó el precio del azúcar, producto que durante décadas el comercio estadounidense pagó muy barato debajo del precio justo solicitado por el gobierno revolucionario. El gobierno del vecino país norteño llama “amigo” al país que deja explotar sus riquezas, pero aquél que reclama ganancias comerciales para ambos, entonces lo considera “enemigo”, y entonces lo agrede por medio de la fuerza bruta. Esa que el presidente Perón, de Argentina, en su momento cuando fue agredido su gobierno defensor del pueblo, exclamó: “La fuerza es el derecho de la bestias”.

Ahora nuevamente el gobierno de Trump amenaza con represión económica al Gobierno mexicano, o mejor dicho al pueblo de México, al pretender elevar impuestos a productos nacionales que consumen en su país, y no solamente trata de imponer graduados aranceles sino que agrega aumentar el precio del dólar. Con ello pretende ganar adeptos de los ciudadanos que en el futuro tendrán que votar para elegir al nuevo ejecutivo del gobierno actual.

El Presiente estadounidense ha confundido la migración de ciudadanos centroamericanos, fenómeno social que representa la pobreza de sus naciones, la que no han podido detener sus gobiernos y que de ninguna manera es culpable el gobierno de México. Trump señala con índice de fuego a nuestro país como el causante del uso de drogas por sus compatriotas, y piensa que un muro de acero de su frontera daría resultado, cuando lo más razonable es que ese país reeduque a sus consumidores para que dejen de consumir lo que tanto les gusta. Simple, de sentido común: cuando se deje de consumir la droga, dejará de haber compradores. Eso es lo que debe hacer ese gobierno que culpa al nuestro de sus vicios.

Cuando autoridades del gobierno estadounidense comprendan que la migración no nace en México, no tienen por qué imponer sanciones económicas a nuestro país, éste no realiza ninguna guerra comercial, siempre ha buscado acuerdos comerciales que beneficien a ambos participantes: comprador y vendedor. Es regla de oro, sostener; que las partes obtengan ganancias equitativamente aceptables.

Hubo un presidente del Norteamérica llamado Nixon, que también hacía alarde del poder militar y económico respecto a países subdesarrollados del mundo, cuyo gobierno expuso a un maestro que impartía clases en la universidad, maestros y alumnos, por el solo hecho de ser originario de China, lo señalaban de “comunista”, hasta que lograron expulsarlo de dicha institución educativa. Al padecer la repulsa generada en su medio ambiente regresó a su país.

Un día se sorprendió el mundo al saber que China había detonado su primera bomba nuclear, entonces periodistas le preguntaron a Nixon si sabía del estallamiento nuclear chino y contestó afirmativamente. Y otra pregunta generó otra respuesta: ¿Es una amenaza china al poseer bomba nuclear? Y contestó: China seguirá siendo un “tigre de papel”. Mao Tse Tung lo supo y le contestó afablemente: “Sí, China es un tigre de papel con colmillos atómicos”. Entonces se equilibraron las fuerzas, entendió el imperio americano que había otra fuerza igual en el campo enemigo. Últimamente, sabemos que un país pequeñito, subestimado por el vecino país del norte (Corea), equilibró fuerzas armadas con bomba atómica. Parece que es el único lenguaje que entiende el Sr. Trump.

El Gobierno de México nunca ha pretendido armamento nuclear, no es el espíritu guerrero el que ostenta, sino el del trabajo y concordia y… por eso abusan, porque nuestra nación no se impone a ningún otro país por medio de armas o el dinero.

Las lecciones que nos ha dado y que actualmente nos da el gobierno del norte, nos impulsa a generar un mercado interno robusto, desde luego basado en producción basta con el propósito de ser autosuficientes y no depender del extranjero. Respecto a nuestra producción vendible; deben buscarse otros mercados internacionales que demanden productos que les interesen. México puede encontrar otros mercados internacionales ventajosos. Seguro que hay otros países que se interesarán por comprar lo que produce la mano de obra nacional.


  • El Gobierno de México nunca ha pretendido armamento nuclear, no es el espíritu guerrero el que ostenta, sino el del trabajo y concordia y… por eso abusan, porque nuestra nación no se impone a ningún otro país por medio de armas o el dinero.

Como lo dijo Lázaro Cárdenas en momento histórico, cuando EE. UU. invadió al hermano archipiélago de Cuba: “Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses”, ello cuando el gobierno revolucionario cubano elevó el precio del azúcar, producto que durante décadas el comercio estadounidense pagó muy barato debajo del precio justo solicitado por el gobierno revolucionario. El gobierno del vecino país norteño llama “amigo” al país que deja explotar sus riquezas, pero aquél que reclama ganancias comerciales para ambos, entonces lo considera “enemigo”, y entonces lo agrede por medio de la fuerza bruta. Esa que el presidente Perón, de Argentina, en su momento cuando fue agredido su gobierno defensor del pueblo, exclamó: “La fuerza es el derecho de la bestias”.

Ahora nuevamente el gobierno de Trump amenaza con represión económica al Gobierno mexicano, o mejor dicho al pueblo de México, al pretender elevar impuestos a productos nacionales que consumen en su país, y no solamente trata de imponer graduados aranceles sino que agrega aumentar el precio del dólar. Con ello pretende ganar adeptos de los ciudadanos que en el futuro tendrán que votar para elegir al nuevo ejecutivo del gobierno actual.

El Presiente estadounidense ha confundido la migración de ciudadanos centroamericanos, fenómeno social que representa la pobreza de sus naciones, la que no han podido detener sus gobiernos y que de ninguna manera es culpable el gobierno de México. Trump señala con índice de fuego a nuestro país como el causante del uso de drogas por sus compatriotas, y piensa que un muro de acero de su frontera daría resultado, cuando lo más razonable es que ese país reeduque a sus consumidores para que dejen de consumir lo que tanto les gusta. Simple, de sentido común: cuando se deje de consumir la droga, dejará de haber compradores. Eso es lo que debe hacer ese gobierno que culpa al nuestro de sus vicios.

Cuando autoridades del gobierno estadounidense comprendan que la migración no nace en México, no tienen por qué imponer sanciones económicas a nuestro país, éste no realiza ninguna guerra comercial, siempre ha buscado acuerdos comerciales que beneficien a ambos participantes: comprador y vendedor. Es regla de oro, sostener; que las partes obtengan ganancias equitativamente aceptables.

Hubo un presidente del Norteamérica llamado Nixon, que también hacía alarde del poder militar y económico respecto a países subdesarrollados del mundo, cuyo gobierno expuso a un maestro que impartía clases en la universidad, maestros y alumnos, por el solo hecho de ser originario de China, lo señalaban de “comunista”, hasta que lograron expulsarlo de dicha institución educativa. Al padecer la repulsa generada en su medio ambiente regresó a su país.

Un día se sorprendió el mundo al saber que China había detonado su primera bomba nuclear, entonces periodistas le preguntaron a Nixon si sabía del estallamiento nuclear chino y contestó afirmativamente. Y otra pregunta generó otra respuesta: ¿Es una amenaza china al poseer bomba nuclear? Y contestó: China seguirá siendo un “tigre de papel”. Mao Tse Tung lo supo y le contestó afablemente: “Sí, China es un tigre de papel con colmillos atómicos”. Entonces se equilibraron las fuerzas, entendió el imperio americano que había otra fuerza igual en el campo enemigo. Últimamente, sabemos que un país pequeñito, subestimado por el vecino país del norte (Corea), equilibró fuerzas armadas con bomba atómica. Parece que es el único lenguaje que entiende el Sr. Trump.

El Gobierno de México nunca ha pretendido armamento nuclear, no es el espíritu guerrero el que ostenta, sino el del trabajo y concordia y… por eso abusan, porque nuestra nación no se impone a ningún otro país por medio de armas o el dinero.

Las lecciones que nos ha dado y que actualmente nos da el gobierno del norte, nos impulsa a generar un mercado interno robusto, desde luego basado en producción basta con el propósito de ser autosuficientes y no depender del extranjero. Respecto a nuestra producción vendible; deben buscarse otros mercados internacionales que demanden productos que les interesen. México puede encontrar otros mercados internacionales ventajosos. Seguro que hay otros países que se interesarán por comprar lo que produce la mano de obra nacional.