/ viernes 31 de agosto de 2018

Anatomía de lo Social

El cambio es ley de vida. Cualquiera que solo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro

John F. Kennedy

Mis tres amigos y la movilidad de estudiantes en la UATx

Disfrutando la tarde, a pesar de los repentinos cambios climáticos, por momentos un poco de calor, en otros una lluvia moderada, eran condiciones que parecían satisfacer las demandas de la colectividad, en respuesta a las inconformidades de muchos; dicho de otra manera, cuando hace calor queremos frío, cuando no llueve queremos lluvia, en fin, esta vez la naturaleza, en su amplia sabiduría, le daba a cada quien lo que deseaba, aunque fuera por pequeños espacios de tiempo. Por eso y a pesar de las circunstancias, no hubo pretexto para compartirla con los amigos.

En efecto, como ha ocurrido durante muchos años, el último viernes de cada mes celebramos el mismo ritual: la taza de café, la amena charla y las infaltables controversias en torno a las diferentes temáticas que hacían de nuestras reuniones uno de los más gratos placeres, así como la fortaleza al valor de la amistad. Sentados en los lugares correspondientes, solo esperábamos la llegada del amigo de la beligerancia constante, pues, aunque parezca contradictorio, su presencia nos gratificaba.

No debe tardar -dijo el amigo de la mesura-, esperemos un poco antes de buscarle, o bien de pedir nos traigan el servicio, mientras platiquemos un poquito de las concluidas vacaciones y del lugar donde se la pasaron. Cuando iba a tomar la palabra el amigo de la bonanza, en ese justo momento apareció el amigo que faltaba; una vez en su lugar, no podía ocultar su enojo, evidenciado, además, solo por el simple “quiúbole” que dijo a manera de saludo.

¿Qué te pasa? -le cuestionaron-, vienes hecho una furia, te peleaste con tu mujer -le dijeron en tono de broma como para apaciguar un poco la molestia-. Nada de eso, respondió el interpelado, vengo muy enojado, hice media hora para llegar con ustedes, desde la estatua de Tlahuicole hasta el parque del “Hot dog”, pues se encuentran arreglando la avenida Independencia, con el total descuido de las autoridades de vialidad, un verdadero caos, solo unas patrullas que, además de obstaculizar el paso, no ponen orden ante el tráfico incesante de vehículos, ese desorden ha estado a punto de ocasionar algunos accidentes, y de todos modos nadie cuida y todo es una anarquía.

Ya en otra cosa, les quiero comentar -prosiguió el amigo cuestionado-, vengo por esa zona pues acompañé a uno de mis hijos a realizar un trámite en una de las oficinas de la Rectoría de la UATx, pues me parece se va a ir a otro país a continuar con sus estudios, y pues llevó unos documentos para iniciar su trámite; obvio, cuenta con todo mi apoyo para que pueda conseguir algo de lo que nosotros no pudimos, disculpen que los involucre en mi comentario.

No te preocupes -respondió el amigo de la mesura-, además es cierto, nosotros cuando íbamos al Departamento de Ciencias de la Educación, bueno, el riquillo al de Administración, no teníamos nada de eso, y creo -prosiguió- no hubiéramos podido ser parte de esos proyectos ante las pocas posibilidades en la economía familiar.

Creo que esta vez me uniré a sus razonamientos -dijo el amigo de la bonanza-, me parece muy acertado este intercambio de estudiantes de un lugar a otro, eso hace evidente el trabajo de la universidad en favor de la educación; tal vez si hubieran existido en nuestro tiempo esos proyectos, como se mencionó hace un rato, yo me hubiera ido a Europa…

Vaya -habló otra vez quien puso el tema en la mesa-, tenía que salirte lo presumido, pero acuérdate que tus papás no te hubieran dejado ir, pues eras tan consentido que hasta la mochila te llevaban a la escuela. Tal ironía desató la risa del resto de los amigos…

Dejemos atrás, por el momento, lo pasado -retomó la palabra el amigo de ecuanimidad y, a veces, del eclecticismo-, lo cierto es que este programa universitario ha sido uno de los grandes logros de la institución en la que nosotros nos formamos, pues ha cobrado tanta importancia que cada día, así tengo entendido, existen muchas solicitudes para intercambio, no solo de estudiantes sino también de personal académico; pero bueno, aquí lo destacable, me parece, es el acierto de realizar estas acciones para consolidar a la UATx como una de las mejores del país.

También la difusión me parece es importante -habló el amigo de la bonanza-, y esto lo digo porque me enteré en El Sol de Tlaxcala del recibimiento que se les hizo, en días pasados, a maestros provenientes de Argentina y a estudiantes de países como España, Brasil y Colombia; y entiendo, en esta misma lógica, que esto también ocurre en un marco de intercambio de estudiantes y maestros de la universidad para que puedan viajar, además de a otros países, a universidades del interior de la República…

Hasta que dijiste algo razonable -le interrumpieron-, por eso mi decisión de apoyar a mi hijo, para que se vaya a estudiar a otro lugar, eso me daría muchas satisfacciones y alegrías, además, con el apoyo de la institución los gastos del viaje se convertirán, así lo espero, en una inversión, porque estoy seguro me traerán buenos resultados…

Fíjense que mas allá de las cuestiones académicas -intervino una vez más el amigo de la ecuanimidad- hay otras cosas que, me parece, hemos de resaltar, por ejemplo, el simple hecho de conocer otros lugares favorece tu ámbito cultural, desde la alimentación hasta el contacto con otra gente, las diferencias en el vestir, el hablar, el comportarse, seguramente que influirán en los estudiantes que sean aceptados para el intercambio; pero además de formar también un carácter firme, de independencia, de valorar la distancia, para actuar conforme lo establezcan las normas ajenas, por eso creo esto de la movilidad, además de ser una cierto, ayudará a formar mejores ciudadanos, preparándose para ser los interventores y promotores del cambio, beneficiando no solo al individuo como tal, sino también a sus familias, así como a la colectividad donde habrán de desempeñarse…

Sin duda, aportando mi particular opinión, agradecí, primero, el recuerdo de nuestra Alma Mater, y después la importancia del comentario sobre este programa de movilidad estudiantil y de maestros; entre otros tantos logros institucionales, de los que hemos sido testigos, pero además, en este caso, la motivación implícita para que otros universitarios se inscriban en el mismo, sin omitir, obvio, los requisitos y los tiempos establecidos para ello; finalmente creo, esta tarde nos refrendamos como universitarios, así como la reiteración de nuestro reconocimiento por las satisfacciones obtenidas.

El cambio es ley de vida. Cualquiera que solo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro

John F. Kennedy

Mis tres amigos y la movilidad de estudiantes en la UATx

Disfrutando la tarde, a pesar de los repentinos cambios climáticos, por momentos un poco de calor, en otros una lluvia moderada, eran condiciones que parecían satisfacer las demandas de la colectividad, en respuesta a las inconformidades de muchos; dicho de otra manera, cuando hace calor queremos frío, cuando no llueve queremos lluvia, en fin, esta vez la naturaleza, en su amplia sabiduría, le daba a cada quien lo que deseaba, aunque fuera por pequeños espacios de tiempo. Por eso y a pesar de las circunstancias, no hubo pretexto para compartirla con los amigos.

En efecto, como ha ocurrido durante muchos años, el último viernes de cada mes celebramos el mismo ritual: la taza de café, la amena charla y las infaltables controversias en torno a las diferentes temáticas que hacían de nuestras reuniones uno de los más gratos placeres, así como la fortaleza al valor de la amistad. Sentados en los lugares correspondientes, solo esperábamos la llegada del amigo de la beligerancia constante, pues, aunque parezca contradictorio, su presencia nos gratificaba.

No debe tardar -dijo el amigo de la mesura-, esperemos un poco antes de buscarle, o bien de pedir nos traigan el servicio, mientras platiquemos un poquito de las concluidas vacaciones y del lugar donde se la pasaron. Cuando iba a tomar la palabra el amigo de la bonanza, en ese justo momento apareció el amigo que faltaba; una vez en su lugar, no podía ocultar su enojo, evidenciado, además, solo por el simple “quiúbole” que dijo a manera de saludo.

¿Qué te pasa? -le cuestionaron-, vienes hecho una furia, te peleaste con tu mujer -le dijeron en tono de broma como para apaciguar un poco la molestia-. Nada de eso, respondió el interpelado, vengo muy enojado, hice media hora para llegar con ustedes, desde la estatua de Tlahuicole hasta el parque del “Hot dog”, pues se encuentran arreglando la avenida Independencia, con el total descuido de las autoridades de vialidad, un verdadero caos, solo unas patrullas que, además de obstaculizar el paso, no ponen orden ante el tráfico incesante de vehículos, ese desorden ha estado a punto de ocasionar algunos accidentes, y de todos modos nadie cuida y todo es una anarquía.

Ya en otra cosa, les quiero comentar -prosiguió el amigo cuestionado-, vengo por esa zona pues acompañé a uno de mis hijos a realizar un trámite en una de las oficinas de la Rectoría de la UATx, pues me parece se va a ir a otro país a continuar con sus estudios, y pues llevó unos documentos para iniciar su trámite; obvio, cuenta con todo mi apoyo para que pueda conseguir algo de lo que nosotros no pudimos, disculpen que los involucre en mi comentario.

No te preocupes -respondió el amigo de la mesura-, además es cierto, nosotros cuando íbamos al Departamento de Ciencias de la Educación, bueno, el riquillo al de Administración, no teníamos nada de eso, y creo -prosiguió- no hubiéramos podido ser parte de esos proyectos ante las pocas posibilidades en la economía familiar.

Creo que esta vez me uniré a sus razonamientos -dijo el amigo de la bonanza-, me parece muy acertado este intercambio de estudiantes de un lugar a otro, eso hace evidente el trabajo de la universidad en favor de la educación; tal vez si hubieran existido en nuestro tiempo esos proyectos, como se mencionó hace un rato, yo me hubiera ido a Europa…

Vaya -habló otra vez quien puso el tema en la mesa-, tenía que salirte lo presumido, pero acuérdate que tus papás no te hubieran dejado ir, pues eras tan consentido que hasta la mochila te llevaban a la escuela. Tal ironía desató la risa del resto de los amigos…

Dejemos atrás, por el momento, lo pasado -retomó la palabra el amigo de ecuanimidad y, a veces, del eclecticismo-, lo cierto es que este programa universitario ha sido uno de los grandes logros de la institución en la que nosotros nos formamos, pues ha cobrado tanta importancia que cada día, así tengo entendido, existen muchas solicitudes para intercambio, no solo de estudiantes sino también de personal académico; pero bueno, aquí lo destacable, me parece, es el acierto de realizar estas acciones para consolidar a la UATx como una de las mejores del país.

También la difusión me parece es importante -habló el amigo de la bonanza-, y esto lo digo porque me enteré en El Sol de Tlaxcala del recibimiento que se les hizo, en días pasados, a maestros provenientes de Argentina y a estudiantes de países como España, Brasil y Colombia; y entiendo, en esta misma lógica, que esto también ocurre en un marco de intercambio de estudiantes y maestros de la universidad para que puedan viajar, además de a otros países, a universidades del interior de la República…

Hasta que dijiste algo razonable -le interrumpieron-, por eso mi decisión de apoyar a mi hijo, para que se vaya a estudiar a otro lugar, eso me daría muchas satisfacciones y alegrías, además, con el apoyo de la institución los gastos del viaje se convertirán, así lo espero, en una inversión, porque estoy seguro me traerán buenos resultados…

Fíjense que mas allá de las cuestiones académicas -intervino una vez más el amigo de la ecuanimidad- hay otras cosas que, me parece, hemos de resaltar, por ejemplo, el simple hecho de conocer otros lugares favorece tu ámbito cultural, desde la alimentación hasta el contacto con otra gente, las diferencias en el vestir, el hablar, el comportarse, seguramente que influirán en los estudiantes que sean aceptados para el intercambio; pero además de formar también un carácter firme, de independencia, de valorar la distancia, para actuar conforme lo establezcan las normas ajenas, por eso creo esto de la movilidad, además de ser una cierto, ayudará a formar mejores ciudadanos, preparándose para ser los interventores y promotores del cambio, beneficiando no solo al individuo como tal, sino también a sus familias, así como a la colectividad donde habrán de desempeñarse…

Sin duda, aportando mi particular opinión, agradecí, primero, el recuerdo de nuestra Alma Mater, y después la importancia del comentario sobre este programa de movilidad estudiantil y de maestros; entre otros tantos logros institucionales, de los que hemos sido testigos, pero además, en este caso, la motivación implícita para que otros universitarios se inscriban en el mismo, sin omitir, obvio, los requisitos y los tiempos establecidos para ello; finalmente creo, esta tarde nos refrendamos como universitarios, así como la reiteración de nuestro reconocimiento por las satisfacciones obtenidas.