/ viernes 23 de noviembre de 2018

ANATOMÍA DE LO SOCIAL

Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios

Simone de Beauvoir

Problemas

Sin ser tan tersa, como se ha declarado en algunos momentos, la transición del poder Ejecutivo ha dejado tras de sí una serie de cuestionamientos que permean justamente ese proceso, desde el triunfo en las elecciones hasta el ejercicio de una autoridad todavía no sustentada en las normas constitucionales; lo cierto y evidente es el involucramiento parcial de las futuras autoridades gubernamentales en algunas de las acciones realizadas en este periodo todavía no concluido, como si hubiera prisa por apropiarse de lo ya determinado, es decir, se han tomado atribuciones todavía no recibidas.

Más allá de estas circunstancias, y de ser altamente criticadas las participaciones de quienes, en su momento, serán parte del nuevo gabinete, así como las formas de apoyar una decisión, como han sido las famosas consultas, la realidad será a partir del día uno del siguiente mes; los problemas reales no solo serán la seguridad y la construcción del aeropuerto, sino vendrán en cascada todos los problemas económicos y sociales que se encuentran profundamente arraigados en el país.

Aunque ya se han jerarquizado, por decirlo de alguna manera, asuntos como la corrupción y la seguridad, con eso del perdón, así como la creación de instancias de seguridad; sin minimizarlas, se tendrán que buscar rápidamente alternativas de cómo se resolverán los problemas por su carácter prioritario, entre otras tantas la salud, la educación, la pobreza, el desempleo, el trabajo informal, la explotación infantil, los delitos cibernéticos etc… etc…

Tratando de seguir un orden en cuanto a la problemática mencionada, se destaca el tema de la corrupción; las declaraciones vinculadas con el perdón, no el olvido, mismas que han despertado, la incertidumbre y la desconfianza entre la gente, obvio no en toda, pues se tomó como una bandera el abatimiento de la corrupción en todos sus niveles; hoy, al decirse que habrá borrón y cuenta nueva, la connotación del mensaje se diversifica en su interpretación, primero porque indica que muchos sujetos de alto nivel en el ámbito político, quedarán inmunes ante la justicia; la defensa del argumento es en cuanto si llevara a juicio a los funcionarios corruptos, se generarían mayores problemas que soluciones. De la misma manera se percibe la creación de la Guardia Nacional, cuyo propósito será el de salvaguardar los intereses particulares, así como los de la nación, sin embargo, se cuestionan las formas y el hecho de anunciar el mando depositado en manos de los militares.

En estos dos casos ya hay presunción de formas de autoridad, aunque se diga democrática, la verdad se espera que sea, justamente el presidente quien deberá tomar las decisiones y dejar a un lado las consultas sin mucho sentido de la democracia y mucho menos de la participación ciudadana según sus afectaciones, lo ideal es que el gobierno, sin autoritarismo, asuma su responsabilidad constitucional para responderle a la ciudadanía respecto a sus necesidades y problemas.

En este sentido, como se mencionó líneas arriba, habrá delante del nuevo sexenio, la obligación de cumplirle al pueblo lo ofrecido; bien se sabe, hay que decirlo, no será una tarea fácil, pero con voluntad e inteligencia se podrán enfrentar todos los problemas que aquejan a los mexicanos; en especial en algunos de aquellos que se consideran indispensables para vivir. En una primera instancia, el fenómeno de la pobreza, sin estadísticas, es uno de los problemas que requieren una mayor atención, pues ésta es generadora de otro tipo de problemas, no solo de forma individual sino, además, colectivamente; deberán establecerse programas de asistencia social, que beneficien a quienes verdaderamente lo necesiten, para eso, también habrán de incorporarse estrategias de seguridad, supervisión y vigilancia para darle cumplimiento a todas y cada una de las acciones vinculadas a la atención de las necesidades del pueblo.

No puede negarse que otra de las prioridades principales, cuya atención deberá estar en las autoridades respectivas es el relativo a la salud; para eso, no se necesitará cambiarse de nomenclatura, sino de dar atención, por derecho, a todos los demandantes, deberán construirse nuevos hospitales, clínicas de especialidad, abasto suficiente de medicamentos y por supuesto, ofrecerle a los trabajadores del ramo los salarios justos a sus responsabilidades, de esa manera la exigencia será menor en cuanto se tenga un mejor servicio.

Indispensable resulta también darle respuesta al problema del empleo, en la actualidad, la exigencia social, tiene una orientación especial, contar con un trabajo digno, asegura el bienestar de una familia, evita la marginación y el involucramiento en grupos dedicados a trasgredir la ley, se asegura un patrimonio, de igual manera, se alcanzan los estándares de calidad de vida y de alimentación; en consecuencia, se dejaría de pensar en un problema colateral, la desnutrición y las enfermedades relacionadas a la falta de alimento, en este caso, cuando se atienda el problema, se atenderán, juntos, pobreza, salud y alimentos.

En un orden lógico, contar con los medios, o recursos, suficientes, el principal grupo social primario, la familia, además de evitar los problemas anteriores, tendrá la posibilidad de ingresar a los hijos a la escuela, se atendería, junto con ello, el analfabetismo, por lo tanto, los niños, jóvenes y adultos podrían mejorar, no solo sus niveles académicos, sino además sus capacidades integrales y de colectividad.

Sin duda, esta nueva alternancia en el gobierno, tendrá nuevas oportunidades, la primera de ellas para demostrar su capacidad en la atención a las demandas y necesidades del pueblo, también, es cierto, la de pacificar al país, y buscar la reconciliación nacional, serán un parteaguas en el cambio, en cuanto a mejorar las formas tradicionales de gobernar, tal vez puedan incluirse las consultas; también la oportunidad de establecer los límites entre poderes, dicho de otra manera, no dejarse avasallar por la naturaleza de su investidura, ni pretender un gobierno absolutista, otorgándoles, en esos niveles, la independencia plena en el ejercicio pleno de sus funciones; sin embargo, la mejor oportunidad será la de lograr que los mexicanos vivan en un país pletórico de bienestar y tranquilidad, lejos de la violencia y la corrupción, solo así se podrá decir que las leyes y el gobierno estarán, en todo momento, dispuestos a acabar con todos los problemas que nos aquejan.


Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios

Simone de Beauvoir

Problemas

Sin ser tan tersa, como se ha declarado en algunos momentos, la transición del poder Ejecutivo ha dejado tras de sí una serie de cuestionamientos que permean justamente ese proceso, desde el triunfo en las elecciones hasta el ejercicio de una autoridad todavía no sustentada en las normas constitucionales; lo cierto y evidente es el involucramiento parcial de las futuras autoridades gubernamentales en algunas de las acciones realizadas en este periodo todavía no concluido, como si hubiera prisa por apropiarse de lo ya determinado, es decir, se han tomado atribuciones todavía no recibidas.

Más allá de estas circunstancias, y de ser altamente criticadas las participaciones de quienes, en su momento, serán parte del nuevo gabinete, así como las formas de apoyar una decisión, como han sido las famosas consultas, la realidad será a partir del día uno del siguiente mes; los problemas reales no solo serán la seguridad y la construcción del aeropuerto, sino vendrán en cascada todos los problemas económicos y sociales que se encuentran profundamente arraigados en el país.

Aunque ya se han jerarquizado, por decirlo de alguna manera, asuntos como la corrupción y la seguridad, con eso del perdón, así como la creación de instancias de seguridad; sin minimizarlas, se tendrán que buscar rápidamente alternativas de cómo se resolverán los problemas por su carácter prioritario, entre otras tantas la salud, la educación, la pobreza, el desempleo, el trabajo informal, la explotación infantil, los delitos cibernéticos etc… etc…

Tratando de seguir un orden en cuanto a la problemática mencionada, se destaca el tema de la corrupción; las declaraciones vinculadas con el perdón, no el olvido, mismas que han despertado, la incertidumbre y la desconfianza entre la gente, obvio no en toda, pues se tomó como una bandera el abatimiento de la corrupción en todos sus niveles; hoy, al decirse que habrá borrón y cuenta nueva, la connotación del mensaje se diversifica en su interpretación, primero porque indica que muchos sujetos de alto nivel en el ámbito político, quedarán inmunes ante la justicia; la defensa del argumento es en cuanto si llevara a juicio a los funcionarios corruptos, se generarían mayores problemas que soluciones. De la misma manera se percibe la creación de la Guardia Nacional, cuyo propósito será el de salvaguardar los intereses particulares, así como los de la nación, sin embargo, se cuestionan las formas y el hecho de anunciar el mando depositado en manos de los militares.

En estos dos casos ya hay presunción de formas de autoridad, aunque se diga democrática, la verdad se espera que sea, justamente el presidente quien deberá tomar las decisiones y dejar a un lado las consultas sin mucho sentido de la democracia y mucho menos de la participación ciudadana según sus afectaciones, lo ideal es que el gobierno, sin autoritarismo, asuma su responsabilidad constitucional para responderle a la ciudadanía respecto a sus necesidades y problemas.

En este sentido, como se mencionó líneas arriba, habrá delante del nuevo sexenio, la obligación de cumplirle al pueblo lo ofrecido; bien se sabe, hay que decirlo, no será una tarea fácil, pero con voluntad e inteligencia se podrán enfrentar todos los problemas que aquejan a los mexicanos; en especial en algunos de aquellos que se consideran indispensables para vivir. En una primera instancia, el fenómeno de la pobreza, sin estadísticas, es uno de los problemas que requieren una mayor atención, pues ésta es generadora de otro tipo de problemas, no solo de forma individual sino, además, colectivamente; deberán establecerse programas de asistencia social, que beneficien a quienes verdaderamente lo necesiten, para eso, también habrán de incorporarse estrategias de seguridad, supervisión y vigilancia para darle cumplimiento a todas y cada una de las acciones vinculadas a la atención de las necesidades del pueblo.

No puede negarse que otra de las prioridades principales, cuya atención deberá estar en las autoridades respectivas es el relativo a la salud; para eso, no se necesitará cambiarse de nomenclatura, sino de dar atención, por derecho, a todos los demandantes, deberán construirse nuevos hospitales, clínicas de especialidad, abasto suficiente de medicamentos y por supuesto, ofrecerle a los trabajadores del ramo los salarios justos a sus responsabilidades, de esa manera la exigencia será menor en cuanto se tenga un mejor servicio.

Indispensable resulta también darle respuesta al problema del empleo, en la actualidad, la exigencia social, tiene una orientación especial, contar con un trabajo digno, asegura el bienestar de una familia, evita la marginación y el involucramiento en grupos dedicados a trasgredir la ley, se asegura un patrimonio, de igual manera, se alcanzan los estándares de calidad de vida y de alimentación; en consecuencia, se dejaría de pensar en un problema colateral, la desnutrición y las enfermedades relacionadas a la falta de alimento, en este caso, cuando se atienda el problema, se atenderán, juntos, pobreza, salud y alimentos.

En un orden lógico, contar con los medios, o recursos, suficientes, el principal grupo social primario, la familia, además de evitar los problemas anteriores, tendrá la posibilidad de ingresar a los hijos a la escuela, se atendería, junto con ello, el analfabetismo, por lo tanto, los niños, jóvenes y adultos podrían mejorar, no solo sus niveles académicos, sino además sus capacidades integrales y de colectividad.

Sin duda, esta nueva alternancia en el gobierno, tendrá nuevas oportunidades, la primera de ellas para demostrar su capacidad en la atención a las demandas y necesidades del pueblo, también, es cierto, la de pacificar al país, y buscar la reconciliación nacional, serán un parteaguas en el cambio, en cuanto a mejorar las formas tradicionales de gobernar, tal vez puedan incluirse las consultas; también la oportunidad de establecer los límites entre poderes, dicho de otra manera, no dejarse avasallar por la naturaleza de su investidura, ni pretender un gobierno absolutista, otorgándoles, en esos niveles, la independencia plena en el ejercicio pleno de sus funciones; sin embargo, la mejor oportunidad será la de lograr que los mexicanos vivan en un país pletórico de bienestar y tranquilidad, lejos de la violencia y la corrupción, solo así se podrá decir que las leyes y el gobierno estarán, en todo momento, dispuestos a acabar con todos los problemas que nos aquejan.