/ viernes 14 de diciembre de 2018

ANATOMÍA DE LO SOCIAL

Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la fe ya no tiene nada que decir a los hombres de hoy

Benedicto XVI

Mis tres amigos y el fin del año

Muy ocupada se encuentra la gente en realizar las actividades naturales relativas a la conclusión de este año, algunos en la compra, todavía, de los arbolitos, esferas, figuras para el nacimiento, entre otras tantas cosas; hay quienes se preparan para iniciar un periodo más de vacaciones, de acuerdo con los calendarios escolares; algunos más, dedicados a la planeación de un viaje familiar o también en los preparativos para las respectivas convivencias. Cuando menos es lo que se percibe no solo al interior de las familias, sino también en algunas instituciones, el fin de año representa entonces, en lo general, el descanso, los viajes, la diversión, los pagos, y para unos cuantos la esencia religiosa, donde se supone debe aprovecharse para la reflexión, el refrendo o creación de proyectos de vida a futuro, o bien, la oportunidad para reencontrarse con los seres queridos.

En independencia a las condiciones y características particulares señaladas en el párrafo anterior, sin poderse sustraer tampoco a la magia de las fechas, no podía faltar la reunión con los amigos, pues la misma, como se ha dicho anteriormente, es todo un símbolo de amistad y franca camaradería, a pesar de las diferencias políticas, económicas y sociales que cada uno de nosotros tiene, finalmente, eso no es obstáculo, al contrario, son factores que le han dado, justamente, firmeza a ese valor de la amistad construida a lo largo de muchos años.

Como era de esperarse, por conocerlo, el amigo de la bonanza llegó al lugar de nuestras reuniones con algunos paquetes bajo el brazo, acomodándolos en el piso, se instaló en la silla que siempre la ha correspondido, preguntando, al mismo tiempo, por los amigos faltantes; no deben tardar -le respondí-, seguro andan de compras para adornar sus respectivas casas con el arbolito y el nacimiento, veras que también vendrán, como tú, cargados de paquetes; sin embargo, cuando los vimos llegar ninguno traía nada y solamente se unieron a nosotros, saludando como siempre; ya estamos aquí -dijo uno de ellos-, nos retrasamos un poquito porque no hemos podido anticipar el problema de las vialidades, y hoy menos que nunca, mucha gente anda de compras y como se ha hecho de los automóviles el medio para transportar lo comprado, aunque el problema no es eso, sino el caos surgido por tanto movimiento.

Pero ya estamos aquí -usó la voz el amigo de la mesura-, lo importante, a pesar del retraso es haber llegado con ustedes para disfrutar de la deliciosa y aromática taza de café, así como de lo ameno de la charla. Tienes razón -le interrumpieron-, nada mejor que su compañía y la plática acostumbrada, y como ya tomé la palabra, quiero decirles -efectivamente prosiguió- les participo mi alegría y mi placer pues este año fue para mí muy satisfactorio, en mi trabajo todo estuvo excelente, bien remunerado, y todas mis prestaciones a tiempo atendidas; bien por ti -dijo el amigo de las contradicciones- aunque más que un comentario, me parece, es una presunción, llena de ego y vanidad, pues no todos hemos tenido la misma suerte, digo, inteligente no eres mucho, más bien, lo alcanzado es por el apoyo de tu padrino el licenciado… Espera un momento -lo atajo el amigo de la cordura- no hay necesidad de incomodarnos, mucho menos en estas fechas, mejor le damos vuelta al asunto y pasamos a otras cosas; tienes razón -–me adherí a la propuesta- hagamos caso omiso y mejor cambiemos de tema…

Está bien respondió el aludido- solo permítanme para terminar, declarar mi complacencia por el fin de un sexenio lleno de grandes logros, particularmente de todo aquello que estuvo vinculado a las reformas del entonces ejecutivo; todo quedará registrado en la memoria de los ciudadanos, México como país creció en abundancia y prosperidad…

Solo porque me pidieron cordura no te insulto como te mereces -guardó un breve silencio quien lo dijo- después con una sonrisa -prosiguió- no es cierto, solo es una broma, pero bueno, para seguirte el juego, dinos, cuando menos cinco cosas de las que te sientas orgulloso y lo respetaré, de lo contario, mejor te unes a la propuesta del cambio de tema. En respuesta –se dijo- Mmmm, hay muchas cosas, pero pues ahorita no me acuerdo muy bien, pero, de todos modos, el país es distinto a como lo fue hace seis años…

Ni duda cabe mi hermano -le refutó quien le precedió en la palabra- y en efecto, desde la frase Mover a México se inició un periodo permeado de corrupción, más que en otros, las mentiras fueron otro elemento constituyente del periodo; o acaso ya no te acuerdas de los gobernadores que se apoderaron de millonarias cantidades del dinero del pueblo, de los sobornos, dígase también dinero, de una empresa brasileña con Petróleos Mexicanos para beneficiarse por los contratos perversamente manipulados, de la gran estafa maestra, del aumento a las gasolinas, de la devaluación de nuestra moneda, de la violencia y desaparición de estudiantes, de la casa blanca y el lujoso y caro avión, en fin de tantas cosas que aquellos que saben lo evalúan como uno de los peores sexenios, obvio de su gobierno; que dices a eso mi querido y estimado amigo?

Por otro lado, se estima ahora, podremos estar mejor, así lo anuncian los aires de la transformación, entre lo que te puedo decir…

Acordamos cambiar de tema -otra vez tomó la palabra el amigo de la prudencia- ya habrá oportunidad para cuestionar lo que hasta ahorita no se puede, aunque ya se han notado algunas inconsistencia y contradicciones al interior de los nuevos funcionarios públicos, pero finalmente habremos de esperar los resultados de ese trabajo. Me parece debemos hablar de la proximidad del fin del año, pero no de política, ni de economía, mejor de las oportunidades que se presentan para pensar de manera diferente, es decir, tenemos que despojarnos de esos egoísmos que limitan las relaciones entre las personas, eso, aunque ocasionalmente nos pasa, lastima nuestra amistad; por eso, les quiero proponer que hagamos uso de nuestras creencias y religión, considerando que el nacimiento de Jesús, se presenta para reconciliarnos con la vida, con las personas y con todos aquellos que nos prodigan su cariño como la familia, desde luego que eso nos deberá fortalecer para mejorar en todos los aspectos…

Bueno, tienes razón, pidamos otra taza de café y con ella hagamos un brindis, para pedirle al ser supremos nos llene de bendiciones, no solo a nosotros, sino a los que creen y no creen en él, pues es en la fe donde habremos de encontrar el alivio para todos nuestros males, como se ha hecho por muchos años. Salud dijimos, brindando con nuestra taza de café, pidiendo por el bienestar de todos para el siguiente año…

Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la fe ya no tiene nada que decir a los hombres de hoy

Benedicto XVI

Mis tres amigos y el fin del año

Muy ocupada se encuentra la gente en realizar las actividades naturales relativas a la conclusión de este año, algunos en la compra, todavía, de los arbolitos, esferas, figuras para el nacimiento, entre otras tantas cosas; hay quienes se preparan para iniciar un periodo más de vacaciones, de acuerdo con los calendarios escolares; algunos más, dedicados a la planeación de un viaje familiar o también en los preparativos para las respectivas convivencias. Cuando menos es lo que se percibe no solo al interior de las familias, sino también en algunas instituciones, el fin de año representa entonces, en lo general, el descanso, los viajes, la diversión, los pagos, y para unos cuantos la esencia religiosa, donde se supone debe aprovecharse para la reflexión, el refrendo o creación de proyectos de vida a futuro, o bien, la oportunidad para reencontrarse con los seres queridos.

En independencia a las condiciones y características particulares señaladas en el párrafo anterior, sin poderse sustraer tampoco a la magia de las fechas, no podía faltar la reunión con los amigos, pues la misma, como se ha dicho anteriormente, es todo un símbolo de amistad y franca camaradería, a pesar de las diferencias políticas, económicas y sociales que cada uno de nosotros tiene, finalmente, eso no es obstáculo, al contrario, son factores que le han dado, justamente, firmeza a ese valor de la amistad construida a lo largo de muchos años.

Como era de esperarse, por conocerlo, el amigo de la bonanza llegó al lugar de nuestras reuniones con algunos paquetes bajo el brazo, acomodándolos en el piso, se instaló en la silla que siempre la ha correspondido, preguntando, al mismo tiempo, por los amigos faltantes; no deben tardar -le respondí-, seguro andan de compras para adornar sus respectivas casas con el arbolito y el nacimiento, veras que también vendrán, como tú, cargados de paquetes; sin embargo, cuando los vimos llegar ninguno traía nada y solamente se unieron a nosotros, saludando como siempre; ya estamos aquí -dijo uno de ellos-, nos retrasamos un poquito porque no hemos podido anticipar el problema de las vialidades, y hoy menos que nunca, mucha gente anda de compras y como se ha hecho de los automóviles el medio para transportar lo comprado, aunque el problema no es eso, sino el caos surgido por tanto movimiento.

Pero ya estamos aquí -usó la voz el amigo de la mesura-, lo importante, a pesar del retraso es haber llegado con ustedes para disfrutar de la deliciosa y aromática taza de café, así como de lo ameno de la charla. Tienes razón -le interrumpieron-, nada mejor que su compañía y la plática acostumbrada, y como ya tomé la palabra, quiero decirles -efectivamente prosiguió- les participo mi alegría y mi placer pues este año fue para mí muy satisfactorio, en mi trabajo todo estuvo excelente, bien remunerado, y todas mis prestaciones a tiempo atendidas; bien por ti -dijo el amigo de las contradicciones- aunque más que un comentario, me parece, es una presunción, llena de ego y vanidad, pues no todos hemos tenido la misma suerte, digo, inteligente no eres mucho, más bien, lo alcanzado es por el apoyo de tu padrino el licenciado… Espera un momento -lo atajo el amigo de la cordura- no hay necesidad de incomodarnos, mucho menos en estas fechas, mejor le damos vuelta al asunto y pasamos a otras cosas; tienes razón -–me adherí a la propuesta- hagamos caso omiso y mejor cambiemos de tema…

Está bien respondió el aludido- solo permítanme para terminar, declarar mi complacencia por el fin de un sexenio lleno de grandes logros, particularmente de todo aquello que estuvo vinculado a las reformas del entonces ejecutivo; todo quedará registrado en la memoria de los ciudadanos, México como país creció en abundancia y prosperidad…

Solo porque me pidieron cordura no te insulto como te mereces -guardó un breve silencio quien lo dijo- después con una sonrisa -prosiguió- no es cierto, solo es una broma, pero bueno, para seguirte el juego, dinos, cuando menos cinco cosas de las que te sientas orgulloso y lo respetaré, de lo contario, mejor te unes a la propuesta del cambio de tema. En respuesta –se dijo- Mmmm, hay muchas cosas, pero pues ahorita no me acuerdo muy bien, pero, de todos modos, el país es distinto a como lo fue hace seis años…

Ni duda cabe mi hermano -le refutó quien le precedió en la palabra- y en efecto, desde la frase Mover a México se inició un periodo permeado de corrupción, más que en otros, las mentiras fueron otro elemento constituyente del periodo; o acaso ya no te acuerdas de los gobernadores que se apoderaron de millonarias cantidades del dinero del pueblo, de los sobornos, dígase también dinero, de una empresa brasileña con Petróleos Mexicanos para beneficiarse por los contratos perversamente manipulados, de la gran estafa maestra, del aumento a las gasolinas, de la devaluación de nuestra moneda, de la violencia y desaparición de estudiantes, de la casa blanca y el lujoso y caro avión, en fin de tantas cosas que aquellos que saben lo evalúan como uno de los peores sexenios, obvio de su gobierno; que dices a eso mi querido y estimado amigo?

Por otro lado, se estima ahora, podremos estar mejor, así lo anuncian los aires de la transformación, entre lo que te puedo decir…

Acordamos cambiar de tema -otra vez tomó la palabra el amigo de la prudencia- ya habrá oportunidad para cuestionar lo que hasta ahorita no se puede, aunque ya se han notado algunas inconsistencia y contradicciones al interior de los nuevos funcionarios públicos, pero finalmente habremos de esperar los resultados de ese trabajo. Me parece debemos hablar de la proximidad del fin del año, pero no de política, ni de economía, mejor de las oportunidades que se presentan para pensar de manera diferente, es decir, tenemos que despojarnos de esos egoísmos que limitan las relaciones entre las personas, eso, aunque ocasionalmente nos pasa, lastima nuestra amistad; por eso, les quiero proponer que hagamos uso de nuestras creencias y religión, considerando que el nacimiento de Jesús, se presenta para reconciliarnos con la vida, con las personas y con todos aquellos que nos prodigan su cariño como la familia, desde luego que eso nos deberá fortalecer para mejorar en todos los aspectos…

Bueno, tienes razón, pidamos otra taza de café y con ella hagamos un brindis, para pedirle al ser supremos nos llene de bendiciones, no solo a nosotros, sino a los que creen y no creen en él, pues es en la fe donde habremos de encontrar el alivio para todos nuestros males, como se ha hecho por muchos años. Salud dijimos, brindando con nuestra taza de café, pidiendo por el bienestar de todos para el siguiente año…