/ viernes 14 de mayo de 2021

Anatomía de lo Social | Buena política

La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social.

John F. Kennedy

Sin pretender ser muy pragmático ni tampoco asumir una postura academicista totalitaria, resulta imperioso, en estos tiempos electorales, observar el comportamiento no solo der las personas, sino de todos aquellos actores participantes en los procesos de elección, o de selección, de los futuros gobernantes, ante la inminencia de las votaciones que se llevarán a cabo el próximo seis de junio de este año.

Bajo esta consideración. Es prudente mencionar la importancia del papel que cada uno de ellos, cuando menos de los más importantes, en virtud de aprovechar esta oportunidad para lograr un cambio significativo en las limitadas formas de vida actuales y transitar a un cambio necesario, que garantice la tranquilidad, el progreso y la justicia social.

Luego entonces, justamente, la participación ciudadana, en una primera instancia, será definitoria no solo en la emisión del sufragio, sino lo que esto representa y legitima, es decir, para cambiar se necesita participar, actuando con plena madurez, para revisar y, en lo posterior, elegir cuáles son las propuestas, lejos de los imaginarios, que ofrecen el beneficio colectivo, para ello, se insiste, el voto razonado traerá, como consecuencia, los mejores resultados, por lo tanto, su decisión debe estar orientada a quien ofrezca y aporte propuestas reales y alcanzables.

Desde luego, otro actor principal es el futuro gobernante, cuyas cualidades no solo se queden en las propuestas en sí mismas, sino con el acompañamiento de los resultados esperados, esto significa, desde una perspectiva teórica, que todo esto debe estar sustentado con un amplio conocimiento de los procesos administrativos, desde la planeación hasta la consecución de los objetivos esperados; obviamente, al darle un valor significativo al trabajo en favor de la colectividad, es menester, establecer las formas de acercamiento entre el gobierno y los gobernados, fórmula necesaria y obligada de participación, de esta forma las decisiones, tendrán la opinión, de quienes serán los beneficiarios; desde esta perspectiva, siempre será la mejor opción, para definir los programas y proyectos que habrán de traducirse en obras y servicios para el pueblo, también, desde esta postura, se nota que se privilegia a las personas para la aplicación de las políticas públicas.

Establecidos los consensos, los ofrecimientos de definen en esa doble vía de participación, la colaboración mutua, define un gobierno abierto, pero, sobre todo, se posibilitan los mejores resultados por esta manera de hacer gobierno y de hacer política, en este sentido, implícitamente, estarán comprendidos, dentro de un plan de desarrollo, los servicios primarios, asimismo, quedarán resueltos, el suministro de agua, seguridad, empleo, educación, serán, entre otras cosas, los factores que promuevan su adecuación a las características y condiciones de cada lugar donde exista esta forma de gobernar. lográndose, con ello, el anhelado cambio de la sociedad y su contexto.

Estas serían como las cualidades principales en la praxis de la política, considerada teóricamente, como ciencia y como arte de gobernar, tratándose de una organización y administración para el servicio de los intereses públicos. Además, bajo estas consideraciones teórico-prácticas, se le puede dar un agregado a estas definiciones; como lo dijera el papa Francisco con motivo de la quincuagésima segunda jornada mundial de la paz en 2019, al hablar de la buena política, bajo el argumento de que ésta debe estar al servicio de la paz. Además, también lo dijo, que, para lograrse, debe existir en adicional, un buen político. Dicho en otra forma, debe haber un buen político para hacer buena política.

La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social.

John F. Kennedy

Sin pretender ser muy pragmático ni tampoco asumir una postura academicista totalitaria, resulta imperioso, en estos tiempos electorales, observar el comportamiento no solo der las personas, sino de todos aquellos actores participantes en los procesos de elección, o de selección, de los futuros gobernantes, ante la inminencia de las votaciones que se llevarán a cabo el próximo seis de junio de este año.

Bajo esta consideración. Es prudente mencionar la importancia del papel que cada uno de ellos, cuando menos de los más importantes, en virtud de aprovechar esta oportunidad para lograr un cambio significativo en las limitadas formas de vida actuales y transitar a un cambio necesario, que garantice la tranquilidad, el progreso y la justicia social.

Luego entonces, justamente, la participación ciudadana, en una primera instancia, será definitoria no solo en la emisión del sufragio, sino lo que esto representa y legitima, es decir, para cambiar se necesita participar, actuando con plena madurez, para revisar y, en lo posterior, elegir cuáles son las propuestas, lejos de los imaginarios, que ofrecen el beneficio colectivo, para ello, se insiste, el voto razonado traerá, como consecuencia, los mejores resultados, por lo tanto, su decisión debe estar orientada a quien ofrezca y aporte propuestas reales y alcanzables.

Desde luego, otro actor principal es el futuro gobernante, cuyas cualidades no solo se queden en las propuestas en sí mismas, sino con el acompañamiento de los resultados esperados, esto significa, desde una perspectiva teórica, que todo esto debe estar sustentado con un amplio conocimiento de los procesos administrativos, desde la planeación hasta la consecución de los objetivos esperados; obviamente, al darle un valor significativo al trabajo en favor de la colectividad, es menester, establecer las formas de acercamiento entre el gobierno y los gobernados, fórmula necesaria y obligada de participación, de esta forma las decisiones, tendrán la opinión, de quienes serán los beneficiarios; desde esta perspectiva, siempre será la mejor opción, para definir los programas y proyectos que habrán de traducirse en obras y servicios para el pueblo, también, desde esta postura, se nota que se privilegia a las personas para la aplicación de las políticas públicas.

Establecidos los consensos, los ofrecimientos de definen en esa doble vía de participación, la colaboración mutua, define un gobierno abierto, pero, sobre todo, se posibilitan los mejores resultados por esta manera de hacer gobierno y de hacer política, en este sentido, implícitamente, estarán comprendidos, dentro de un plan de desarrollo, los servicios primarios, asimismo, quedarán resueltos, el suministro de agua, seguridad, empleo, educación, serán, entre otras cosas, los factores que promuevan su adecuación a las características y condiciones de cada lugar donde exista esta forma de gobernar. lográndose, con ello, el anhelado cambio de la sociedad y su contexto.

Estas serían como las cualidades principales en la praxis de la política, considerada teóricamente, como ciencia y como arte de gobernar, tratándose de una organización y administración para el servicio de los intereses públicos. Además, bajo estas consideraciones teórico-prácticas, se le puede dar un agregado a estas definiciones; como lo dijera el papa Francisco con motivo de la quincuagésima segunda jornada mundial de la paz en 2019, al hablar de la buena política, bajo el argumento de que ésta debe estar al servicio de la paz. Además, también lo dijo, que, para lograrse, debe existir en adicional, un buen político. Dicho en otra forma, debe haber un buen político para hacer buena política.