/ viernes 13 de mayo de 2022

Anatomía de lo Social | Confrontaciones

En la pelea, se conoce al soldado; solo en la victoria se conoce al caballero.

Jacinto Benavente

Una constante han sido las diferencias entre las propuestas de reforma y los opositores al régimen, desde luego, no solo en este periodo, sino también en los anteriores; aunque en el transcurso de los tiempos, los intereses han sufrido cambios muy severos; haciendo evidencia que los intereses políticos rebasan a los del pueblo; así se percibe, la malograda reforma energética del ejecutivo, ante su desaprobación en el Congreso.

En este sentido, nuevamente se han diseñado, por las partes antagónicas, distintas alternativas para minimizar, por un lado, los argumentos institucionales, en contrasentido, aquellos que los nulifican; por ejemplo, se instalaron mesas de registro de ciudadanos, con el propósito de avalar, con su firma, el respaldo a la reforma energética propuesta por el presiente; adicionándole algunos señalamientos en contra de aquellos que se opusieron al cambio, específicamente a los diputados federales.

De cualquier manera, siempre está la posibilidad de cuestionar, bajo criterios personales, sobre la convocatoria para fincar las responsabilidades inherentes, en aparentes términos de ley, por no permitir la aprobación a la reforma energética; llamándoles además traidores a la Patria; por votar en contra de que todos y todas, así lo dice el documento donde se les reclama entre otras cosas, que se debe tener, como , un derecho humano, acceso a la energía eléctrica, la podamos pagar o no; desde luego, ante lo confuso de la expresión, se podrá cuestionar lo dicho respecto a que, ¿quiénes no puedan pagar la luz, de todos modos deban de contar con este servicio?

Seguramente que el "descuido" en tal suposición, la dará la posibilidad a miles de personas, usuarias, de no pagar, solo habría que demostrarse que no se tienen las posibilidades;

En otro supuesto reformista, es el de impedir los excesos y saqueos de las empresas privadas, así como bajar las tarifas a cerca de 43 millones de mexicanos. Sin ninguna novedad, pues en otros momentos, dígase periodos sexenales, también se hicieron propuestas similares, y el saqueo y la distribución de concesiones a los particulares, así como la liberación de precios al arbitrio de las empresas monopolizadoras, quienes siguen obteniendo ganancias multimillonarias. De igual manera, eso de bajar las tarifas en la luz, promesas de casi todas las campañas, con intenciones de reducirle al pueblo, los cobros excesivos, sin embargo, tampoco se ha podido lograr, inclusive, han salido a la luz pública recibos de cobro con altas cantidades de dinero, en contra de familias de escasos recursos económicos, quedándose también en el limbo de las promesas,

Otro argumento más, fue la negación para otorgarle tarifas de carácter especial, a los hospitales y cualquier tipo de centro, dedicado al cuidado de la salud de las personas, así como también a las instituciones educativas; con la intención de que el gasto, en este sentido, no sea tan elevado; para quienes cuentan el dinero, puede tener sentido para los términos administrativos y presupuestales, pero para las personas comunes, no se entiende el porqué, se gesta un circulo viciosos donde el "Gobierno" le da a ese tipo de instituciones para el pago de la luz, luego los mismos usuarios, le pagan a la Comisión Federal de Electricidad, su recibo, el dinero va a las finanzas nacionales, pudiéndose simplificar, sobre la contribución directa a la instancia que lo administra; eliminado la burocracia y la tramitología.

En defensa de los opositores, se han manifestado hombres y mujeres dedicados al análisis económico de México, señalando, entre otras cosas, que la reforma hubiera ocasionado la pérdida de millones de dólares y ahuyentado la inversión al suponerse inseguridad en términos jurídicos; de igual manera, aluden a que se trata de recuperar los espacios perdidos por la pésima administración, al subvencionar las gasolinas y otras fuentes de energía, sin considerar otras áreas de interés general.

En un sentido más preciso, la reforma pretendía modificar los artículos 25, 27 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el interés primario de lograr la derogación de la reforma aprobada en el sexenio de Peña Nieto; considerando que, solo se benefició a empresas privadas y bajo contratos abusivos, causando daños a la economía del país.

En este proceso descalificativo, hay evidencia de lo añejo de los problemas, la participación de inversionistas privados, tiene décadas de historia, verbigracia, la expropiación hecha por Lázaro Cárdenas; donde el pueblo contribuyó para conseguirlo, aunque la falta de tecnología nuevamente permitió el acceso a capitales particulares; el ofrecimiento a mantener en equilibrio los costos de los energéticos, gasolinas y luz, no han podido conseguirse, el aumento paulatino y libre, siguen mermando la economía del pueblo; ante lo evidente, y muchas cosas más, se mantienen en boga situaciones anquilosadas difíciles de enfrentar y resolver; lo cierto es que, para no variar, los afectados directos somos los comunes, quedando en espera de resultados favorables. Con todo esto y lo que sigue, desafortunadamente, ante tantos señalamientos en dos sentidos, la percepción que se tiene del Gobierno y la oposición es aquella que los mantendrá ocupados en continuas confrontaciones.

En la pelea, se conoce al soldado; solo en la victoria se conoce al caballero.

Jacinto Benavente

Una constante han sido las diferencias entre las propuestas de reforma y los opositores al régimen, desde luego, no solo en este periodo, sino también en los anteriores; aunque en el transcurso de los tiempos, los intereses han sufrido cambios muy severos; haciendo evidencia que los intereses políticos rebasan a los del pueblo; así se percibe, la malograda reforma energética del ejecutivo, ante su desaprobación en el Congreso.

En este sentido, nuevamente se han diseñado, por las partes antagónicas, distintas alternativas para minimizar, por un lado, los argumentos institucionales, en contrasentido, aquellos que los nulifican; por ejemplo, se instalaron mesas de registro de ciudadanos, con el propósito de avalar, con su firma, el respaldo a la reforma energética propuesta por el presiente; adicionándole algunos señalamientos en contra de aquellos que se opusieron al cambio, específicamente a los diputados federales.

De cualquier manera, siempre está la posibilidad de cuestionar, bajo criterios personales, sobre la convocatoria para fincar las responsabilidades inherentes, en aparentes términos de ley, por no permitir la aprobación a la reforma energética; llamándoles además traidores a la Patria; por votar en contra de que todos y todas, así lo dice el documento donde se les reclama entre otras cosas, que se debe tener, como , un derecho humano, acceso a la energía eléctrica, la podamos pagar o no; desde luego, ante lo confuso de la expresión, se podrá cuestionar lo dicho respecto a que, ¿quiénes no puedan pagar la luz, de todos modos deban de contar con este servicio?

Seguramente que el "descuido" en tal suposición, la dará la posibilidad a miles de personas, usuarias, de no pagar, solo habría que demostrarse que no se tienen las posibilidades;

En otro supuesto reformista, es el de impedir los excesos y saqueos de las empresas privadas, así como bajar las tarifas a cerca de 43 millones de mexicanos. Sin ninguna novedad, pues en otros momentos, dígase periodos sexenales, también se hicieron propuestas similares, y el saqueo y la distribución de concesiones a los particulares, así como la liberación de precios al arbitrio de las empresas monopolizadoras, quienes siguen obteniendo ganancias multimillonarias. De igual manera, eso de bajar las tarifas en la luz, promesas de casi todas las campañas, con intenciones de reducirle al pueblo, los cobros excesivos, sin embargo, tampoco se ha podido lograr, inclusive, han salido a la luz pública recibos de cobro con altas cantidades de dinero, en contra de familias de escasos recursos económicos, quedándose también en el limbo de las promesas,

Otro argumento más, fue la negación para otorgarle tarifas de carácter especial, a los hospitales y cualquier tipo de centro, dedicado al cuidado de la salud de las personas, así como también a las instituciones educativas; con la intención de que el gasto, en este sentido, no sea tan elevado; para quienes cuentan el dinero, puede tener sentido para los términos administrativos y presupuestales, pero para las personas comunes, no se entiende el porqué, se gesta un circulo viciosos donde el "Gobierno" le da a ese tipo de instituciones para el pago de la luz, luego los mismos usuarios, le pagan a la Comisión Federal de Electricidad, su recibo, el dinero va a las finanzas nacionales, pudiéndose simplificar, sobre la contribución directa a la instancia que lo administra; eliminado la burocracia y la tramitología.

En defensa de los opositores, se han manifestado hombres y mujeres dedicados al análisis económico de México, señalando, entre otras cosas, que la reforma hubiera ocasionado la pérdida de millones de dólares y ahuyentado la inversión al suponerse inseguridad en términos jurídicos; de igual manera, aluden a que se trata de recuperar los espacios perdidos por la pésima administración, al subvencionar las gasolinas y otras fuentes de energía, sin considerar otras áreas de interés general.

En un sentido más preciso, la reforma pretendía modificar los artículos 25, 27 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el interés primario de lograr la derogación de la reforma aprobada en el sexenio de Peña Nieto; considerando que, solo se benefició a empresas privadas y bajo contratos abusivos, causando daños a la economía del país.

En este proceso descalificativo, hay evidencia de lo añejo de los problemas, la participación de inversionistas privados, tiene décadas de historia, verbigracia, la expropiación hecha por Lázaro Cárdenas; donde el pueblo contribuyó para conseguirlo, aunque la falta de tecnología nuevamente permitió el acceso a capitales particulares; el ofrecimiento a mantener en equilibrio los costos de los energéticos, gasolinas y luz, no han podido conseguirse, el aumento paulatino y libre, siguen mermando la economía del pueblo; ante lo evidente, y muchas cosas más, se mantienen en boga situaciones anquilosadas difíciles de enfrentar y resolver; lo cierto es que, para no variar, los afectados directos somos los comunes, quedando en espera de resultados favorables. Con todo esto y lo que sigue, desafortunadamente, ante tantos señalamientos en dos sentidos, la percepción que se tiene del Gobierno y la oposición es aquella que los mantendrá ocupados en continuas confrontaciones.