/ viernes 27 de agosto de 2021

Anatomía de lo Social | Mis tres amigos y el regreso a clases

Escuela: Lugar donde los niños aprenden lo que es necesario para convertirse en maestros.

Sacha Guitry

A pesar de las condiciones climáticas, tanto por la humedad como por los fuertes vientos, decidimos llevar a cabo nuestra reunión acostumbrada, desde luego en el mismo lugar donde, por muchos años, ha sido el espacio de la charla y del placer de disfrutar la infaltable taza del aromático café, elementos del ritual practicado desde las mocedades.

Pero bueno, sorteando los obstáculos para llegar al centro de la ciudad, al final, casi todos, en coincidencia, llegamos para ocupar la silla correspondiente; en esa acción fuimos alcanzados por el amigo de la bonanza, completándose el grupo para iniciar nuestra sesión.

Pensé que llegaría tarde ante lo complicado del tránsito vehicular y la falta de espacios para aparcarse, bueno, como siempre, accedí al estacionamiento de aquí a la vuelta, donde antes eran los baños de vapor y al que íbamos los domingos después de terminar los partidos de futbol; pero bueno -prosiguió con la palabra- vengo del estado vecino, le fui a comprar a mi hijo sus útiles escolares y el uniforme para que el lunes se presente a tomar sus clases presenciales; desde luego que también le compré cubrebocas y líquido desinfectante para que lo ocupe cada vez que sea necesario; esto lo hago por atender el llamado de nuestras autoridades educativas y reiniciar las actividades en las aulas, creo que ya era tiempo, de tomar una decisión de esta naturaleza…

Afortunado porque cuentas con los recursos necesarios para brindarle seguridad a tu hijo -tomo la palabra el amigo de las contradicciones constantes- no es lo mismo mandarlo a una escuela de paga que a una de gobierno, es ahí donde las carencias para el cuidado de la salud pueden hacer mella y los riesgos sean constantes, además, existen otros factores que se deben considerar para retomar las clases presenciales…

Puede que tengas un poco de razón -le arrebató la palabra quien le había precedido- pero recuerda que son indicaciones de las autoridades educativas, por lo que el regreso a clases en las aulas es inminente, sin negar que, es cierto, yo mandaré a mi hijo a la escuela con todas las medidas de seguridad posibles, de igual manera que, las afectaciones emocionales, se irán diluyendo por tanto espacio de tiempo, ocupado en las clases virtuales, ya le hace falta a las niñas y los niños, socializar con sus compañeros y maestros, creo, es una aspiración de muchos…

Muy complicado, resulta el retorno a los salones de clase -habló el amigo de la mesura-, por muchas razones, sin menoscabo, de las cuestiones de salud, pero sobretodo, por la imposibilidad de contar, en cada escuela con los elementos suficientes para el cuidado de los asistentes; los factores de riesgo son altos; luego entonces, habría que ponderar, los otros factores que, quizá, obligaron a tomar la decisión del regreso a la clases; por ejemplo, se ha dicho, en otros foros, que el virus, como el de la influenza, estará en nuestro entorno y, por supuesto, que no podemos permanecer aislados por siempre, por eso, creo, esto es bueno.

Por otro lado -prosiguió- habrá que medir, o evaluar, como le quieran decir, el aprovechamiento de los escolares en el ciclo terminado, seguramente, que se encontrarán muchas deficiencias, por lo tanto, acreditarlos, no satisface de fondo el problema; asimismo, la secretaria de la SEP, mencionó en discurso de la semana pasada que hay muchas escuelas sin los servicios necesarios, dígase luz, agua, drenaje etc…

Por eso digo que es complicado, además, no es lo mismo una escuela de ubicación rural a una de las que se encuentran en las ciudades; en fin, aunque parezca contradictorio, creo, fervientemente el regreso a las aulas es lo mejor, aunque los riesgos para la salud deberán minimizarse con los cuidados extremos para ello, tenemos que modificar la cultura de las antiguas actividades a una que se adecue a la nueva normalidad…

Procurando asumir una actitud conciliadora de las opiniones de mis amigos, hice uso de la voz para hacer también un comentario particular; si bien es cierto -dije- que sus comentarios pueden reunir, en lo general, la postura de quienes el lunes, se convertirán, en un nuevo modelo de estudiantes, para poder satisfacer la necesidad de educarse, aunque sea en términos académicos, sin embargo, me parece, es justamente lo que olvidamos; por un lado las instrucciones son de regresar a las aulas, pero, por otro, no hay un convencimiento real para eso; pues no olviden que habrá una serie de reglas y de compromisos tácitamente aceptados por quienes decidan el regreso; se presume también la dificultad en el doble papel y responsabilidad del profesorado, al tener que impartir su clases bajo la modalidad presencial, o bien a distancia, es decir, de manera hibrida, más trabajo, sin considerar que exista la tecnología suficiente para la impartición de las clases; de igual manera, creo, habrá resistencia de muchos padres de familia, quienes prefieren, que los hijos pierdan el año a arriesgarlos a un contagio…

Bueno -dijo quién me había precedido en la voz- ya veremos el lunes el resultado, mientras que les parece que pidamos una nueva taza de café; obvio, todos estuvimos de acuerdo…

Escuela: Lugar donde los niños aprenden lo que es necesario para convertirse en maestros.

Sacha Guitry

A pesar de las condiciones climáticas, tanto por la humedad como por los fuertes vientos, decidimos llevar a cabo nuestra reunión acostumbrada, desde luego en el mismo lugar donde, por muchos años, ha sido el espacio de la charla y del placer de disfrutar la infaltable taza del aromático café, elementos del ritual practicado desde las mocedades.

Pero bueno, sorteando los obstáculos para llegar al centro de la ciudad, al final, casi todos, en coincidencia, llegamos para ocupar la silla correspondiente; en esa acción fuimos alcanzados por el amigo de la bonanza, completándose el grupo para iniciar nuestra sesión.

Pensé que llegaría tarde ante lo complicado del tránsito vehicular y la falta de espacios para aparcarse, bueno, como siempre, accedí al estacionamiento de aquí a la vuelta, donde antes eran los baños de vapor y al que íbamos los domingos después de terminar los partidos de futbol; pero bueno -prosiguió con la palabra- vengo del estado vecino, le fui a comprar a mi hijo sus útiles escolares y el uniforme para que el lunes se presente a tomar sus clases presenciales; desde luego que también le compré cubrebocas y líquido desinfectante para que lo ocupe cada vez que sea necesario; esto lo hago por atender el llamado de nuestras autoridades educativas y reiniciar las actividades en las aulas, creo que ya era tiempo, de tomar una decisión de esta naturaleza…

Afortunado porque cuentas con los recursos necesarios para brindarle seguridad a tu hijo -tomo la palabra el amigo de las contradicciones constantes- no es lo mismo mandarlo a una escuela de paga que a una de gobierno, es ahí donde las carencias para el cuidado de la salud pueden hacer mella y los riesgos sean constantes, además, existen otros factores que se deben considerar para retomar las clases presenciales…

Puede que tengas un poco de razón -le arrebató la palabra quien le había precedido- pero recuerda que son indicaciones de las autoridades educativas, por lo que el regreso a clases en las aulas es inminente, sin negar que, es cierto, yo mandaré a mi hijo a la escuela con todas las medidas de seguridad posibles, de igual manera que, las afectaciones emocionales, se irán diluyendo por tanto espacio de tiempo, ocupado en las clases virtuales, ya le hace falta a las niñas y los niños, socializar con sus compañeros y maestros, creo, es una aspiración de muchos…

Muy complicado, resulta el retorno a los salones de clase -habló el amigo de la mesura-, por muchas razones, sin menoscabo, de las cuestiones de salud, pero sobretodo, por la imposibilidad de contar, en cada escuela con los elementos suficientes para el cuidado de los asistentes; los factores de riesgo son altos; luego entonces, habría que ponderar, los otros factores que, quizá, obligaron a tomar la decisión del regreso a la clases; por ejemplo, se ha dicho, en otros foros, que el virus, como el de la influenza, estará en nuestro entorno y, por supuesto, que no podemos permanecer aislados por siempre, por eso, creo, esto es bueno.

Por otro lado -prosiguió- habrá que medir, o evaluar, como le quieran decir, el aprovechamiento de los escolares en el ciclo terminado, seguramente, que se encontrarán muchas deficiencias, por lo tanto, acreditarlos, no satisface de fondo el problema; asimismo, la secretaria de la SEP, mencionó en discurso de la semana pasada que hay muchas escuelas sin los servicios necesarios, dígase luz, agua, drenaje etc…

Por eso digo que es complicado, además, no es lo mismo una escuela de ubicación rural a una de las que se encuentran en las ciudades; en fin, aunque parezca contradictorio, creo, fervientemente el regreso a las aulas es lo mejor, aunque los riesgos para la salud deberán minimizarse con los cuidados extremos para ello, tenemos que modificar la cultura de las antiguas actividades a una que se adecue a la nueva normalidad…

Procurando asumir una actitud conciliadora de las opiniones de mis amigos, hice uso de la voz para hacer también un comentario particular; si bien es cierto -dije- que sus comentarios pueden reunir, en lo general, la postura de quienes el lunes, se convertirán, en un nuevo modelo de estudiantes, para poder satisfacer la necesidad de educarse, aunque sea en términos académicos, sin embargo, me parece, es justamente lo que olvidamos; por un lado las instrucciones son de regresar a las aulas, pero, por otro, no hay un convencimiento real para eso; pues no olviden que habrá una serie de reglas y de compromisos tácitamente aceptados por quienes decidan el regreso; se presume también la dificultad en el doble papel y responsabilidad del profesorado, al tener que impartir su clases bajo la modalidad presencial, o bien a distancia, es decir, de manera hibrida, más trabajo, sin considerar que exista la tecnología suficiente para la impartición de las clases; de igual manera, creo, habrá resistencia de muchos padres de familia, quienes prefieren, que los hijos pierdan el año a arriesgarlos a un contagio…

Bueno -dijo quién me había precedido en la voz- ya veremos el lunes el resultado, mientras que les parece que pidamos una nueva taza de café; obvio, todos estuvimos de acuerdo…