/ viernes 26 de marzo de 2021

Anatomía de lo Social | Mis tres amigos y la vacunación

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.

Benjamín Franklin

Después de la incertidumbre provocada por la carencia real de información respecto de la llegada de la vacuna anti Covid-19, finalmente, apenas hace un par de días, se le dio cierta tranquilidad a la ciudadanía, especialmente para los tlaxcaltecas, cuando las autoridades responsables de la campaña de vacunación divulgaron la agenda de aplicación y, por supuesto, los procedimientos para ello, asegurando que había suficiente antiviral para atender a los solicitantes.

Bajo esas condiciones, se pudo observar cierta tranquilidad entre la gente, organizando sus tiempos para poder acudir al recibimiento de la vacuna; desde luego, el grupo de amigos no podía sustraerse a estos efectos, por eso decidimos que nuestra reunión, aunque virtual también, la hiciéramos después del regreso de la correspondiente vacunación. Como muchos, nos levantamos temprano para asistir al lugar que le tocaba a cada quien, por ello, agendamos la cita de la reunión para las 12 de la mañana; acordando también nos diéramos el aviso cuando hubiéremos concluido con esa actividad.

Justamente a la hora acordada, nos conectamos en la plataforma de zoom para llevar a cabo la reunión correspondiente a este mes, próximo a concluir. Instalados, unos frente a su computadora, otros en su celular, nos saludamos con mucho afecto, sin importar mucho la distancia, ni el lugar, cada uno de nosotros alzó la taza de café para celebrar el ritual de las reuniones que celebramos desde hace muchísimos años.

Cómo se sienten, preguntó el amigo de la bonanza, sin dejarnos responder, prosiguió, yo me siento feliz y tranquilo, pues he recibido la tan esperada vacuna, aunque he de confesar que tuve que aprovechar mis relaciones para que me vacunaran antes, sin esperarme todo el tiempo, como lo estaban haciendo los demás, pero bueno, al final, ya estoy tranquilo pues mis autoridades cumplieron con su promesa de atender a nuestros paisanos…

Detén tu actitud presuntuosa de siempre -le interrumpió el amigo de la beligerancia constante- como siempre, presumes de tus buenas relaciones, cuando debería darte pena, pues esas actitudes, como la tuya, provocan en la gente el repudio para aquellos que sienten influyentes e intocables, sin importarles las otras personas, que muchas veces tienen, o tuvieron, dificultades para trasportarse a los lugares de vacunación.

Mejor habías de comentar -prosiguió- todos los errores cometidos durante este proceso, desde el anuncio de la llegada de las vacunas a Tlaxcala; así como las formas para aplicarla, te olvidas de las inconsistencias, provocadas por tus autoridades; dando información falsa y creando expectativas que dañaron las emociones de las personas, eso es lo que deberías de comentar, no lo de tus supuestos privilegios de ser parte de un sistema que comete muchos desatinos…

Bueno, quizá tengas un poco de razón, pero creo me movió la prisa por vacunarme…

Espera que aún no termino -le refutaron- deberías de decir también sobre la mala organización en las sedes, para empezar, comenzaron tarde, luego, las enormes filas, como en la sede que se instaló allá por la “Procu” pues la fila llegaba casi hasta la entrada de Cuauhtelulpan; es decir, se hizo esperar a la gente mucho tiempo bajo un calor casi insoportable, pero bueno, la espera debió haber valido la pena…

Ciertamente la experiencia fue diferente según el lugar de correspondencia; yo les puedo decir que, más allá de sus argumentos, en la sede que se ubicó en el Centro Expositor, hubo una excelente organización.

Como seguro habrá una gran diversidad de opiniones, mejor démosle un sorbo a nuestro café, antes de que se enfríe, luego hablemos de otras cosas para aprovechar el encontrarnos…

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.

Benjamín Franklin

Después de la incertidumbre provocada por la carencia real de información respecto de la llegada de la vacuna anti Covid-19, finalmente, apenas hace un par de días, se le dio cierta tranquilidad a la ciudadanía, especialmente para los tlaxcaltecas, cuando las autoridades responsables de la campaña de vacunación divulgaron la agenda de aplicación y, por supuesto, los procedimientos para ello, asegurando que había suficiente antiviral para atender a los solicitantes.

Bajo esas condiciones, se pudo observar cierta tranquilidad entre la gente, organizando sus tiempos para poder acudir al recibimiento de la vacuna; desde luego, el grupo de amigos no podía sustraerse a estos efectos, por eso decidimos que nuestra reunión, aunque virtual también, la hiciéramos después del regreso de la correspondiente vacunación. Como muchos, nos levantamos temprano para asistir al lugar que le tocaba a cada quien, por ello, agendamos la cita de la reunión para las 12 de la mañana; acordando también nos diéramos el aviso cuando hubiéremos concluido con esa actividad.

Justamente a la hora acordada, nos conectamos en la plataforma de zoom para llevar a cabo la reunión correspondiente a este mes, próximo a concluir. Instalados, unos frente a su computadora, otros en su celular, nos saludamos con mucho afecto, sin importar mucho la distancia, ni el lugar, cada uno de nosotros alzó la taza de café para celebrar el ritual de las reuniones que celebramos desde hace muchísimos años.

Cómo se sienten, preguntó el amigo de la bonanza, sin dejarnos responder, prosiguió, yo me siento feliz y tranquilo, pues he recibido la tan esperada vacuna, aunque he de confesar que tuve que aprovechar mis relaciones para que me vacunaran antes, sin esperarme todo el tiempo, como lo estaban haciendo los demás, pero bueno, al final, ya estoy tranquilo pues mis autoridades cumplieron con su promesa de atender a nuestros paisanos…

Detén tu actitud presuntuosa de siempre -le interrumpió el amigo de la beligerancia constante- como siempre, presumes de tus buenas relaciones, cuando debería darte pena, pues esas actitudes, como la tuya, provocan en la gente el repudio para aquellos que sienten influyentes e intocables, sin importarles las otras personas, que muchas veces tienen, o tuvieron, dificultades para trasportarse a los lugares de vacunación.

Mejor habías de comentar -prosiguió- todos los errores cometidos durante este proceso, desde el anuncio de la llegada de las vacunas a Tlaxcala; así como las formas para aplicarla, te olvidas de las inconsistencias, provocadas por tus autoridades; dando información falsa y creando expectativas que dañaron las emociones de las personas, eso es lo que deberías de comentar, no lo de tus supuestos privilegios de ser parte de un sistema que comete muchos desatinos…

Bueno, quizá tengas un poco de razón, pero creo me movió la prisa por vacunarme…

Espera que aún no termino -le refutaron- deberías de decir también sobre la mala organización en las sedes, para empezar, comenzaron tarde, luego, las enormes filas, como en la sede que se instaló allá por la “Procu” pues la fila llegaba casi hasta la entrada de Cuauhtelulpan; es decir, se hizo esperar a la gente mucho tiempo bajo un calor casi insoportable, pero bueno, la espera debió haber valido la pena…

Ciertamente la experiencia fue diferente según el lugar de correspondencia; yo les puedo decir que, más allá de sus argumentos, en la sede que se ubicó en el Centro Expositor, hubo una excelente organización.

Como seguro habrá una gran diversidad de opiniones, mejor démosle un sorbo a nuestro café, antes de que se enfríe, luego hablemos de otras cosas para aprovechar el encontrarnos…