/ viernes 26 de mayo de 2023

Anatomía de lo social | Mis tres amigos y las concesiones

Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.

Francisco de Quevedo

Con mucha anticipación, con relación al horario de las reuniones, me encontraba en el lugar de costumbre con el amigo de la sensibilidad, prudencia y tolerancia, platicando del magnificado tema del volcán Popocatépetl, sobre todo en algunas de sus manifestaciones eruptivas que en la actualidad han servido para, con el ingenio de los mexicanos, hacer esos famosos “memes” que propician, en muchos casos, la levedad ante una posible catástrofe, pues a pesar de tanta tecnología y ciencia aplicada a este respecto, no hay muchas posibilidades para determinarse o pronosticarse cuándo se pudiera presentar una “terrible” erupción.

A partir del aumento mediático -me dijo-, he leído algunos antecedentes como aquel donde se hace mención de una explosión provocada por el hombre, ocurrida en 1919, bajo el supuesto de encontrar la posibilidad de extraer el azufre que se encontraba presente en su cráter, lo que dejaba evidencia de un interés para explotar los recursos naturales.

Sinceramente desconocía ese asunto -le respondí-, lo cierto es que la explotación de nuestra naturaleza se basa en la codicia y la ambición, por eso hay muchas personas dispuestas a invertir cantidades millonarias de dinero con tal de sacar todo el provecho posible, en consecuencia, multiplicar al mil por ciento lo invertido.

Cuando terminé mi comentario llegaron los otros amigos, quienes, después del saludo y de solicitar la infaltable taza de café, se instalaron en sus lugares para incorporarse a la plática.

Alcancé a escuchar el último comentario -habló el amigo de la bonanza- y me parece muy interesante, sobre todo de que está de moda todo lo que se habla sobre el volcán Popocatépetl, aunque, aquí en Tlaxcala, al parecer no tenemos ningún riesgo…

Bueno, dado el interés sobre el tema -retomó la palabra el amigo de la cordura-, no solo se puede decir sobre la explotación de las áreas naturales, también hay quienes hablan de coincidencias, por ejemplo, sobre el reinicio de las erupciones en 1919, también coincide con la fecha del asesinato del general Zapata ocurrido en ese mismo año; en otro sentido, desde un punto de vista cultural, se dice de las creaciones de Gerardo Murillo, conocido como el Dr. Atl, apasionado de los volcanes, en particular del Popocatépetl, dejando huella en sus ensayos, cuentos y pinturas…

Muy apasionantes tus comentarios -comentó quien había precedido al de la voz- y desde luego motivantes para leer todo aquello que permea del tema del Popocatépetl; y sobre los intereses de explotación de los recursos naturales, porque tal vez en el futuro también puedan existir concesiones para ello…

Espera un momento -lo atajaron-, ya te salió el cobre, tus “preocupaciones” nada tienen que ver con el conocimiento, sino con los asuntos del dinero; esto de las concesiones, en este momento también se encuentran en la mesa de las discusiones, pues, aunque hay muchos beneficiarios de ellas, sobresale uno de los hombres más ricos de México, quien ha ido amasando su fortuna por haber recibido las bondades de un expresidente que le otorgó el derecho de explotar bienes y servicios que, se supone, como se define el término, son durante un tiempo determinado…

No te enojes -le refutaron-, solo hice un planteamiento, obvio, no tengo el capital para un asunto de esa envergadura; aunque puedo tomarlo como ejemplo para hacer otro tipo de inversión siempre en espera de alguna posibilidad…

Nada de eso -respondió el aludido con tono de molestia-, tú siempre buscando las formas para obtener beneficios, bueno, aunque tienes un poco de razón, necesitarías apodarte “el rey del cobre” para tener el lujo de ser multimillonario, resultado de las 333 concesiones que tiene un grupo al que pertenece y que ahora pretende obtener, según él, más de 9 mil millones de pesos por “regresar” los 120 kilómetros de vías férreas de su empresa Ferrosur en Veracruz.

Y solo para ilustrarte sobre este personaje, se considera el segundo hombre más rico de México, es dueño de mineras, cadenas de cine, empresas petroleras, inmobiliarias etc…

Me parece que magnificas el asunto -le reviraron-, si bien el señor es multimillonario, no es su responsabilidad, yo diría que fue de quienes le entregaron esas oportunidades, digamos el gobierno en turno de los años 1994-2000, y que, posiblemente, recibieron sus “agradecimientos”, es decir, fue un asunto maquiavélicamente orquestado en las entrañas del poder, colocando al frente a este personaje…

Pues será el sereno -lo interrumpió una vez otra vez el amigo de la beligerancia- y que a mí poco me importa la forma en que este sujeto logró lo que ahora tiene, lo que sí resulta un agravio, creo que para muchos, es ahora lo que pide, como si lo mereciera. Dicho de otra forma, los más de nueve mil millones que pide son un insulto, pues después de haber lucrado con todas las concesiones que tiene, todavía quiere más.

Bueno -tomó la palabra el amigo de la mesura-, esto que se ha dicho me parece lo deberá resolver la autoridad competente, lo cierto es que este tipo de cosas dejan muy en claro que hay muchos que se hicieron ricos y otros que se hicieron pobres por causa de los malos gobiernos. Mejor dejemos el asunto en paz, hablemos de otras cosas y pidamos una nueva taza de café…

Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.

Francisco de Quevedo

Con mucha anticipación, con relación al horario de las reuniones, me encontraba en el lugar de costumbre con el amigo de la sensibilidad, prudencia y tolerancia, platicando del magnificado tema del volcán Popocatépetl, sobre todo en algunas de sus manifestaciones eruptivas que en la actualidad han servido para, con el ingenio de los mexicanos, hacer esos famosos “memes” que propician, en muchos casos, la levedad ante una posible catástrofe, pues a pesar de tanta tecnología y ciencia aplicada a este respecto, no hay muchas posibilidades para determinarse o pronosticarse cuándo se pudiera presentar una “terrible” erupción.

A partir del aumento mediático -me dijo-, he leído algunos antecedentes como aquel donde se hace mención de una explosión provocada por el hombre, ocurrida en 1919, bajo el supuesto de encontrar la posibilidad de extraer el azufre que se encontraba presente en su cráter, lo que dejaba evidencia de un interés para explotar los recursos naturales.

Sinceramente desconocía ese asunto -le respondí-, lo cierto es que la explotación de nuestra naturaleza se basa en la codicia y la ambición, por eso hay muchas personas dispuestas a invertir cantidades millonarias de dinero con tal de sacar todo el provecho posible, en consecuencia, multiplicar al mil por ciento lo invertido.

Cuando terminé mi comentario llegaron los otros amigos, quienes, después del saludo y de solicitar la infaltable taza de café, se instalaron en sus lugares para incorporarse a la plática.

Alcancé a escuchar el último comentario -habló el amigo de la bonanza- y me parece muy interesante, sobre todo de que está de moda todo lo que se habla sobre el volcán Popocatépetl, aunque, aquí en Tlaxcala, al parecer no tenemos ningún riesgo…

Bueno, dado el interés sobre el tema -retomó la palabra el amigo de la cordura-, no solo se puede decir sobre la explotación de las áreas naturales, también hay quienes hablan de coincidencias, por ejemplo, sobre el reinicio de las erupciones en 1919, también coincide con la fecha del asesinato del general Zapata ocurrido en ese mismo año; en otro sentido, desde un punto de vista cultural, se dice de las creaciones de Gerardo Murillo, conocido como el Dr. Atl, apasionado de los volcanes, en particular del Popocatépetl, dejando huella en sus ensayos, cuentos y pinturas…

Muy apasionantes tus comentarios -comentó quien había precedido al de la voz- y desde luego motivantes para leer todo aquello que permea del tema del Popocatépetl; y sobre los intereses de explotación de los recursos naturales, porque tal vez en el futuro también puedan existir concesiones para ello…

Espera un momento -lo atajaron-, ya te salió el cobre, tus “preocupaciones” nada tienen que ver con el conocimiento, sino con los asuntos del dinero; esto de las concesiones, en este momento también se encuentran en la mesa de las discusiones, pues, aunque hay muchos beneficiarios de ellas, sobresale uno de los hombres más ricos de México, quien ha ido amasando su fortuna por haber recibido las bondades de un expresidente que le otorgó el derecho de explotar bienes y servicios que, se supone, como se define el término, son durante un tiempo determinado…

No te enojes -le refutaron-, solo hice un planteamiento, obvio, no tengo el capital para un asunto de esa envergadura; aunque puedo tomarlo como ejemplo para hacer otro tipo de inversión siempre en espera de alguna posibilidad…

Nada de eso -respondió el aludido con tono de molestia-, tú siempre buscando las formas para obtener beneficios, bueno, aunque tienes un poco de razón, necesitarías apodarte “el rey del cobre” para tener el lujo de ser multimillonario, resultado de las 333 concesiones que tiene un grupo al que pertenece y que ahora pretende obtener, según él, más de 9 mil millones de pesos por “regresar” los 120 kilómetros de vías férreas de su empresa Ferrosur en Veracruz.

Y solo para ilustrarte sobre este personaje, se considera el segundo hombre más rico de México, es dueño de mineras, cadenas de cine, empresas petroleras, inmobiliarias etc…

Me parece que magnificas el asunto -le reviraron-, si bien el señor es multimillonario, no es su responsabilidad, yo diría que fue de quienes le entregaron esas oportunidades, digamos el gobierno en turno de los años 1994-2000, y que, posiblemente, recibieron sus “agradecimientos”, es decir, fue un asunto maquiavélicamente orquestado en las entrañas del poder, colocando al frente a este personaje…

Pues será el sereno -lo interrumpió una vez otra vez el amigo de la beligerancia- y que a mí poco me importa la forma en que este sujeto logró lo que ahora tiene, lo que sí resulta un agravio, creo que para muchos, es ahora lo que pide, como si lo mereciera. Dicho de otra forma, los más de nueve mil millones que pide son un insulto, pues después de haber lucrado con todas las concesiones que tiene, todavía quiere más.

Bueno -tomó la palabra el amigo de la mesura-, esto que se ha dicho me parece lo deberá resolver la autoridad competente, lo cierto es que este tipo de cosas dejan muy en claro que hay muchos que se hicieron ricos y otros que se hicieron pobres por causa de los malos gobiernos. Mejor dejemos el asunto en paz, hablemos de otras cosas y pidamos una nueva taza de café…