/ viernes 30 de abril de 2021

Anatomía de lo Social | Mis tres amigos y las elecciones

Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos sin brazos.

Octavio Paz

Antes de iniciar nuestra reunión virtual, decidí invitar a mi amigo, el de la mesura, para que nos conectáramos unos minutos antes del horario establecido, solo para preguntarle sobre su estado de salud, pues existía cierta incertidumbre porque no nos habíamos comunicado en días anteriores, como también ya lo estábamos acostumbrando por el asunto de la pandemia, razón o pretexto, que sirvió justamente para establecer el dialogo referido. ¿Cómo has estado? -preguntó- muchos días sin llamarnos, ¿verdad? En efecto -respondí- por eso mi interés por adelantarnos a la reunión; suponiéndome existía un problema de salud; que impedía la comunicación. Nada de eso –respondió- más bien creo, se trata de la ocupación de cada uno de nosotros en el asunto de la política y las futuras elecciones; obvio, como ha ocurrido siempre, con el respeto de decisión, para apoyar a sus respectivos candidatos.

Sin terminar de hacer las aclaraciones y afirmaciones del cuestionamiento inicial; recién se acababan de conectar los dos amigos restantes; ambos con el saludo de voz y el abrazo virtual a través de las computadoras; todos haciendo gesticulaciones con las manos; después del rápido saludo, tomó la palabra el amigo de la bonanza los saludo con afecto -inicio su comentario- y bueno, decirles que, me encuentro trabajando ya para las próximas elecciones, en consecuencia, apoyando en la organización para la campaña de la persona a la que voy a apoyar; y como saben, con la intención de seguir siendo parte del sistema…

Ya salió el peine -le refutó el amigo de la opinión contraria- tu participación, tiene que ver más con un interés personal que, con una convicción de ayuda, de compromiso con la gente, en estos momentos, es cuando las intenciones en el cambio de gobierno, deben estar permeadas, no de promesas, sino de proyectos bien fundamentados, por eso, yo creo, seguiré participando, con las personas cuyas convicciones son las de apoyar a quien lo necesita, a quien se atreva a cambiar las condiciones actuales, mediante programas de ayuda humanitaria, para que el pueblo se sienta confortado y tranquilo, que reciba los apoyos suficientes para sobrevivir, eso es tener un pensamiento en favor de la colectividad, por eso estoy, no en contra tuya, sino en tu forma egoísta de ver las cosas; es decir, tu interés es personal, sin importarte las necesidades del pueblo.

Muy difícil, es considerar un solo aspecto y de emitir un juicio razonado, a este respecto de las llamadas elecciones más grandes de la historia -dijo el amigo de la mesura-, pues ahora, las condiciones impuestas por una inesperada pandemia, ha modificado los procesos, las campañas, en otros tiempos multitudinarias, hoy se han limitado, a reuniones muy reducidas donde la pretensión es que los asistentes sean multiplicadores de las propuestas, que presentan quienes se encuentran en la contienda; que decir de los tiempos, ahora tan reducidos, donde las posibilidades de hacer recorridos por todos los rincones donde hay ciudadanos, se quedan en una conformación de grupos, especialmente en las redes sociales, para promover a los candidatos y los partidos; también se han reducido los gastos en las campañas, la repartición de playeras, lonches, gorras, entre otros tantos productos. Ahora, si acaso, unos cuantos espectaculares, bardas, volantes, trípticos, etc… por eso creo -prosiguió- que estas elecciones, se basaran en otras cosas, que nada tengan que ver con los obsequios de otros tiempos.

Ciertamente, -hice uso de la voz- los paradigmas tradicionales, han quedado atrás, en la actualidad, la austeridad para las campañas, solo se queda en eso, pues lo valioso se queda en las propuestas y en las personas, así como en el conocimiento de la política, desde sus acepciones hasta sus interpretaciones jurídicas, factor que debe incidir en el momento de tomar una decisión de esta naturaleza; y bueno, quizá, debamos hablar de a quien vamos a darle nuestro voto de confianza para que nos represente…

Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos sin brazos.

Octavio Paz

Antes de iniciar nuestra reunión virtual, decidí invitar a mi amigo, el de la mesura, para que nos conectáramos unos minutos antes del horario establecido, solo para preguntarle sobre su estado de salud, pues existía cierta incertidumbre porque no nos habíamos comunicado en días anteriores, como también ya lo estábamos acostumbrando por el asunto de la pandemia, razón o pretexto, que sirvió justamente para establecer el dialogo referido. ¿Cómo has estado? -preguntó- muchos días sin llamarnos, ¿verdad? En efecto -respondí- por eso mi interés por adelantarnos a la reunión; suponiéndome existía un problema de salud; que impedía la comunicación. Nada de eso –respondió- más bien creo, se trata de la ocupación de cada uno de nosotros en el asunto de la política y las futuras elecciones; obvio, como ha ocurrido siempre, con el respeto de decisión, para apoyar a sus respectivos candidatos.

Sin terminar de hacer las aclaraciones y afirmaciones del cuestionamiento inicial; recién se acababan de conectar los dos amigos restantes; ambos con el saludo de voz y el abrazo virtual a través de las computadoras; todos haciendo gesticulaciones con las manos; después del rápido saludo, tomó la palabra el amigo de la bonanza los saludo con afecto -inicio su comentario- y bueno, decirles que, me encuentro trabajando ya para las próximas elecciones, en consecuencia, apoyando en la organización para la campaña de la persona a la que voy a apoyar; y como saben, con la intención de seguir siendo parte del sistema…

Ya salió el peine -le refutó el amigo de la opinión contraria- tu participación, tiene que ver más con un interés personal que, con una convicción de ayuda, de compromiso con la gente, en estos momentos, es cuando las intenciones en el cambio de gobierno, deben estar permeadas, no de promesas, sino de proyectos bien fundamentados, por eso, yo creo, seguiré participando, con las personas cuyas convicciones son las de apoyar a quien lo necesita, a quien se atreva a cambiar las condiciones actuales, mediante programas de ayuda humanitaria, para que el pueblo se sienta confortado y tranquilo, que reciba los apoyos suficientes para sobrevivir, eso es tener un pensamiento en favor de la colectividad, por eso estoy, no en contra tuya, sino en tu forma egoísta de ver las cosas; es decir, tu interés es personal, sin importarte las necesidades del pueblo.

Muy difícil, es considerar un solo aspecto y de emitir un juicio razonado, a este respecto de las llamadas elecciones más grandes de la historia -dijo el amigo de la mesura-, pues ahora, las condiciones impuestas por una inesperada pandemia, ha modificado los procesos, las campañas, en otros tiempos multitudinarias, hoy se han limitado, a reuniones muy reducidas donde la pretensión es que los asistentes sean multiplicadores de las propuestas, que presentan quienes se encuentran en la contienda; que decir de los tiempos, ahora tan reducidos, donde las posibilidades de hacer recorridos por todos los rincones donde hay ciudadanos, se quedan en una conformación de grupos, especialmente en las redes sociales, para promover a los candidatos y los partidos; también se han reducido los gastos en las campañas, la repartición de playeras, lonches, gorras, entre otros tantos productos. Ahora, si acaso, unos cuantos espectaculares, bardas, volantes, trípticos, etc… por eso creo -prosiguió- que estas elecciones, se basaran en otras cosas, que nada tengan que ver con los obsequios de otros tiempos.

Ciertamente, -hice uso de la voz- los paradigmas tradicionales, han quedado atrás, en la actualidad, la austeridad para las campañas, solo se queda en eso, pues lo valioso se queda en las propuestas y en las personas, así como en el conocimiento de la política, desde sus acepciones hasta sus interpretaciones jurídicas, factor que debe incidir en el momento de tomar una decisión de esta naturaleza; y bueno, quizá, debamos hablar de a quien vamos a darle nuestro voto de confianza para que nos represente…