/ viernes 8 de abril de 2022

Anatomía de lo Social | Mis tres amigos y los conflictos democráticos

La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia.

Victoria Camps

Ante el inminente inicio del periodo vacacional por la Semana Santa, acordamos nuestra reunión para comentar sobre las posibilidades de viajar a algún lugar de la República para disfrutar de este periodo de receso en las actividades cotidianas, desde luego con la valoración de las posibilidades financieras de cada quien, por lo tanto, no se esperaba, o se suponía, viajar a cualquiera de los destinos turísticos que hoy en día, además de ser temporada alta, son demasiado caros, de cualquier manera, la propuesta se basaría en la ruptura de la monotonía cotidiana.

Con esa idea en la mente y en acuerdo previo al tema, fuimos llegando al lugar acostumbrado para disfrutar no solo del café y la plática, sino de la compañía de ese círculo de amigos construido a lo largo de los años; casi todos ataviados con ropa ligera ante la inclemencia del clima, manifestado en intensos calores que asolan nuestra tierra de Tlaxcala; desde luego, como siempre, la extravagancia hecha persona en el amigo de la bonanza, quien portaba unas bermudas, una camisa con motivos marítimos, un sombrero y unos zapatos que, desde luego, nada tenían que ver con el resto del vestuario, obvio, casi rayaba en lo ridículo, causando la burla de todos.

Como siempre, el señalado fue quien inicio la plática, bajo un argumento que nada tenía que ver con la propuesta de tinte vacacional; quiero comentarles -dijo- que estuve presente en el evento donde nos manifestamos en favor de la continuidad de un mandato, en el que se plasmó la evidencia que tienen los ciudadanos para ser partícipes de este ejercicio democrático, donde la voluntad popular quedará de manifiesto…

Espera un momento -lo atajaron-, solo te recuerdo que esta reunión es para otra cosa y no para lo que tu comentas, pues ya sabemos de tu “disciplina institucional” para acomodarte en los círculos privilegiados de autoridad, por eso nunca te niegas a respaldar las instrucciones de participación política en cualquiera de sus expresiones…

Te equivocas -le refutaron- en esta ocasión no es como te imaginas, pues cada una de las personas que asistimos al evento fuimos convencidos individualmente y, desde luego, dejar constancia que las libertades humanas en cuanto al pensamiento e ideología, nada tienen que ver con las características políticas que han pretendido darle, por eso estoy seguro que el resto de la gente hará uso de su privilegio ciudadano y lo demostrará cumpliendo con ese deber cívico el próximo domingo…

Aunque hay muchas distorsiones y conflictos al respecto -habló el amigo de la mesura-, me parece importante hacer una reflexión sobre aquellos argumentos usados por las instancias reguladoras, dígase también normativas, en la realización de un proceso previamente constituido en nuestras leyes; aquí el problema es la aparición de otro tipo de intereses que, se supone, son para resguardar las leyes electorales y su debido cumplimiento, sin embargo, de alguna manera, la evidencia es la contraria, pues, pareciera, con sus discursos han salpicado de confusión entre los ciudadanos para desvirtuar lo que se presume sobre el comportamiento democrático de sus funciones…

No entiendo muy bien lo que quieres decir -le interrumpió el amigo que lo había precedido en la palabra-, pero de lo que sí puedo comentar es que el instituto encargado de organizar cualquier tipo de participación ciudadana en unas votaciones, con sus malas formas, primero nos han confundido y, en seguida, son atentatorios en contra de la voluntad del pueblo, además, parece también tienen la consigna de evitar que esa voluntad se manifieste libremente…

Como quiera que sea -retomó la palabra el interrumpido-, lo que ya no se puede evitar es que el domingo, a pesar de todo, es decir, de intereses mezquinos, contradictorios, habrá mucha gente que acudirá a los lugares dispuestos para ello a cumplir con un derecho, con legitimidad constitucional, a expresarse en favor o contra, si así se quiere ver, sobre la posibilidad de interrumpir este periodo sexenal…

Pues yo creo -habló el de la palabra inicial- que, como lo ha dicho nuestro amigo que escribe nuestras ideas y comentarios, más allá de todos los conflictos ocurridos en torno a este evento democrático, la continuidad de este ciclo de gobierno en el poder Ejecutivo llegará hasta el tiempo en que se ha determinado constitucionalmente…

Comparto contigo esa postura -dijo el amigo de la cordialidad y parsimonia-, en tres días estaremos comprobando si lo que aquí se dijo se convierte en una realidad, cuyo resultado le dará la razón a quien la tenga, en lo legal y lo moral, desde luego, con la participación de la gente del pueblo…

Bueno -me atreví a interrumpir-, qué les parece si coincidimos el domingo para ejercer nuestro derecho, nos pedimos una nueva taza de café y continuamos para hablar de qué pasará con las vacaciones de estas fechas…

Así que sea, se manifestaron todos, el domingo a participar de acuerdo a su ideología, a tomarnos otra taza de café y luego a decidir si nos vamos de paseo o a participar en los eventos litúrgicos a efectuarse allá por el exconvento franciscano…

La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia.

Victoria Camps

Ante el inminente inicio del periodo vacacional por la Semana Santa, acordamos nuestra reunión para comentar sobre las posibilidades de viajar a algún lugar de la República para disfrutar de este periodo de receso en las actividades cotidianas, desde luego con la valoración de las posibilidades financieras de cada quien, por lo tanto, no se esperaba, o se suponía, viajar a cualquiera de los destinos turísticos que hoy en día, además de ser temporada alta, son demasiado caros, de cualquier manera, la propuesta se basaría en la ruptura de la monotonía cotidiana.

Con esa idea en la mente y en acuerdo previo al tema, fuimos llegando al lugar acostumbrado para disfrutar no solo del café y la plática, sino de la compañía de ese círculo de amigos construido a lo largo de los años; casi todos ataviados con ropa ligera ante la inclemencia del clima, manifestado en intensos calores que asolan nuestra tierra de Tlaxcala; desde luego, como siempre, la extravagancia hecha persona en el amigo de la bonanza, quien portaba unas bermudas, una camisa con motivos marítimos, un sombrero y unos zapatos que, desde luego, nada tenían que ver con el resto del vestuario, obvio, casi rayaba en lo ridículo, causando la burla de todos.

Como siempre, el señalado fue quien inicio la plática, bajo un argumento que nada tenía que ver con la propuesta de tinte vacacional; quiero comentarles -dijo- que estuve presente en el evento donde nos manifestamos en favor de la continuidad de un mandato, en el que se plasmó la evidencia que tienen los ciudadanos para ser partícipes de este ejercicio democrático, donde la voluntad popular quedará de manifiesto…

Espera un momento -lo atajaron-, solo te recuerdo que esta reunión es para otra cosa y no para lo que tu comentas, pues ya sabemos de tu “disciplina institucional” para acomodarte en los círculos privilegiados de autoridad, por eso nunca te niegas a respaldar las instrucciones de participación política en cualquiera de sus expresiones…

Te equivocas -le refutaron- en esta ocasión no es como te imaginas, pues cada una de las personas que asistimos al evento fuimos convencidos individualmente y, desde luego, dejar constancia que las libertades humanas en cuanto al pensamiento e ideología, nada tienen que ver con las características políticas que han pretendido darle, por eso estoy seguro que el resto de la gente hará uso de su privilegio ciudadano y lo demostrará cumpliendo con ese deber cívico el próximo domingo…

Aunque hay muchas distorsiones y conflictos al respecto -habló el amigo de la mesura-, me parece importante hacer una reflexión sobre aquellos argumentos usados por las instancias reguladoras, dígase también normativas, en la realización de un proceso previamente constituido en nuestras leyes; aquí el problema es la aparición de otro tipo de intereses que, se supone, son para resguardar las leyes electorales y su debido cumplimiento, sin embargo, de alguna manera, la evidencia es la contraria, pues, pareciera, con sus discursos han salpicado de confusión entre los ciudadanos para desvirtuar lo que se presume sobre el comportamiento democrático de sus funciones…

No entiendo muy bien lo que quieres decir -le interrumpió el amigo que lo había precedido en la palabra-, pero de lo que sí puedo comentar es que el instituto encargado de organizar cualquier tipo de participación ciudadana en unas votaciones, con sus malas formas, primero nos han confundido y, en seguida, son atentatorios en contra de la voluntad del pueblo, además, parece también tienen la consigna de evitar que esa voluntad se manifieste libremente…

Como quiera que sea -retomó la palabra el interrumpido-, lo que ya no se puede evitar es que el domingo, a pesar de todo, es decir, de intereses mezquinos, contradictorios, habrá mucha gente que acudirá a los lugares dispuestos para ello a cumplir con un derecho, con legitimidad constitucional, a expresarse en favor o contra, si así se quiere ver, sobre la posibilidad de interrumpir este periodo sexenal…

Pues yo creo -habló el de la palabra inicial- que, como lo ha dicho nuestro amigo que escribe nuestras ideas y comentarios, más allá de todos los conflictos ocurridos en torno a este evento democrático, la continuidad de este ciclo de gobierno en el poder Ejecutivo llegará hasta el tiempo en que se ha determinado constitucionalmente…

Comparto contigo esa postura -dijo el amigo de la cordialidad y parsimonia-, en tres días estaremos comprobando si lo que aquí se dijo se convierte en una realidad, cuyo resultado le dará la razón a quien la tenga, en lo legal y lo moral, desde luego, con la participación de la gente del pueblo…

Bueno -me atreví a interrumpir-, qué les parece si coincidimos el domingo para ejercer nuestro derecho, nos pedimos una nueva taza de café y continuamos para hablar de qué pasará con las vacaciones de estas fechas…

Así que sea, se manifestaron todos, el domingo a participar de acuerdo a su ideología, a tomarnos otra taza de café y luego a decidir si nos vamos de paseo o a participar en los eventos litúrgicos a efectuarse allá por el exconvento franciscano…