/ lunes 25 de marzo de 2019

Avanza la transformación de México

Estimados paisanos, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez.

Quiero agradecer a esta xasa editorial por la oportunidad de brindarme este significativo espacio de comunicación, para mantenerlos informados acerca de lo que será mi actividad legislativa y de gestión en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, así como del trabajo social y político que realizo al frente de Morena en la entidad.

Por supuesto, también les compartiré mis puntos de vista sobre temas relevantes del acontecer estatal y nacional, para abonar más a la transformación democrática que necesitamos en el país.

Como saben, el pasado 28 de febrero rendí protesta como Senador de la República, y ratifiqué mi compromiso de servir a los tlaxcaltecas desde esta importante responsabilidad.

Formo parte de las comisiones de Asuntos Indígenas, Desarrollo y Bienestar Social, Estudios Legislativos, Puntos Constitucionales, y Radio, Televisión y Cinematografía, a través de las cuales haré mi aportación al desarrollo de México y al proyecto del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La semana pasada se cumplieron los primeros 100 días de un nuevo gobierno, un gobierno que, en este breve periodo, ha demostrado valor y voluntad para servir a la gente y darle resultados.

Permítanme ofrecerles algunos comentarios al respecto.

Andrés Manuel López Obrador está demostrando que, para lograr el cambio verdadero, se necesitan dos cosas: la primera, acabar con la corrupción, y la segunda, gobernar con austeridad.

De esta manera, el Gobierno de México está construyendo las nuevas bases del Estado de bienestar social que tanto necesitan las familias: no solo ha eliminado los privilegios en la administración pública, sino que también ha rescatado el patrimonio de los mexicanos.

En estos 100 días, el presidente disminuyó su sueldo en más de 40 por ciento, y como consecuencia se redujeron también los sueldos de los altos funcionarios. Asimismo, se cancelaron las pensiones millonarias de los expresidentes y hasta la política de devoluciones multimillonarias de impuestos a grandes consorcios. Todos son compromisos cumplidos.

Además, el avión presidencial se puso a la venta, junto con otras aeronaves y automóviles de lujo del gobierno; Los Pinos ya no son la residencia oficial del Ejecutivo federal, sino una parte del Bosque de Chapultepec para que lo disfruten los mexicanos, y el Estado Mayor Presidencial se reincorporó al Ejército, como lo prometió el presidente.

Por otra parte, la economía está en marcha; no hay recesión. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, se han creado 220 mil 628 nuevos empleos, y el poder adquisitivo del salario de los mexicanos se está recuperando, al igual que el consumo interno.

Un signo de mejora relevante es el aumento real de 16 por ciento al salario mínimo, que no se había visto en 36 años, y que es resultado del acuerdo logrado por el presidente con el sector empresarial y con los representantes de los trabajadores.

Podemos añadir la creación de nuevos programas sociales con mayor cobertura y beneficio para los estudiantes de nivel superior, y para los jóvenes que no tienen la oportunidad de ir a la escuela o trabajar.

Se duplicó el monto de la Pensión para Adultos Mayores, y se hizo universal la cobertura a todos los mayores de 68 años. Reciben ayuda las personas con discapacidad, y en general los beneficiarios de los programas sociales acceden a ellos sin intermediarios.

Una mención especial merece la aprobación de la Reforma Constitucional para crear la Guardia Nacional, pues es un paso fundamental para enfrentar el grave problema de inseguridad que padece el territorio nacional.

Lo comenté al principio: la transformación de México se está logrando a través de un gobierno responsable y austero que combate la corrupción.

Con autoridad política y moral, nuestro presidente promueve la reconciliación de los mexicanos y con armonía edifica la Cuarta Transformación, con lo cual le está dando dimensión social al desarrollo, y eso es bueno para todos.

Agradezco mucho su atención. Hasta la siguiente entrega.

Estimados paisanos, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez.

Quiero agradecer a esta xasa editorial por la oportunidad de brindarme este significativo espacio de comunicación, para mantenerlos informados acerca de lo que será mi actividad legislativa y de gestión en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, así como del trabajo social y político que realizo al frente de Morena en la entidad.

Por supuesto, también les compartiré mis puntos de vista sobre temas relevantes del acontecer estatal y nacional, para abonar más a la transformación democrática que necesitamos en el país.

Como saben, el pasado 28 de febrero rendí protesta como Senador de la República, y ratifiqué mi compromiso de servir a los tlaxcaltecas desde esta importante responsabilidad.

Formo parte de las comisiones de Asuntos Indígenas, Desarrollo y Bienestar Social, Estudios Legislativos, Puntos Constitucionales, y Radio, Televisión y Cinematografía, a través de las cuales haré mi aportación al desarrollo de México y al proyecto del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La semana pasada se cumplieron los primeros 100 días de un nuevo gobierno, un gobierno que, en este breve periodo, ha demostrado valor y voluntad para servir a la gente y darle resultados.

Permítanme ofrecerles algunos comentarios al respecto.

Andrés Manuel López Obrador está demostrando que, para lograr el cambio verdadero, se necesitan dos cosas: la primera, acabar con la corrupción, y la segunda, gobernar con austeridad.

De esta manera, el Gobierno de México está construyendo las nuevas bases del Estado de bienestar social que tanto necesitan las familias: no solo ha eliminado los privilegios en la administración pública, sino que también ha rescatado el patrimonio de los mexicanos.

En estos 100 días, el presidente disminuyó su sueldo en más de 40 por ciento, y como consecuencia se redujeron también los sueldos de los altos funcionarios. Asimismo, se cancelaron las pensiones millonarias de los expresidentes y hasta la política de devoluciones multimillonarias de impuestos a grandes consorcios. Todos son compromisos cumplidos.

Además, el avión presidencial se puso a la venta, junto con otras aeronaves y automóviles de lujo del gobierno; Los Pinos ya no son la residencia oficial del Ejecutivo federal, sino una parte del Bosque de Chapultepec para que lo disfruten los mexicanos, y el Estado Mayor Presidencial se reincorporó al Ejército, como lo prometió el presidente.

Por otra parte, la economía está en marcha; no hay recesión. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, se han creado 220 mil 628 nuevos empleos, y el poder adquisitivo del salario de los mexicanos se está recuperando, al igual que el consumo interno.

Un signo de mejora relevante es el aumento real de 16 por ciento al salario mínimo, que no se había visto en 36 años, y que es resultado del acuerdo logrado por el presidente con el sector empresarial y con los representantes de los trabajadores.

Podemos añadir la creación de nuevos programas sociales con mayor cobertura y beneficio para los estudiantes de nivel superior, y para los jóvenes que no tienen la oportunidad de ir a la escuela o trabajar.

Se duplicó el monto de la Pensión para Adultos Mayores, y se hizo universal la cobertura a todos los mayores de 68 años. Reciben ayuda las personas con discapacidad, y en general los beneficiarios de los programas sociales acceden a ellos sin intermediarios.

Una mención especial merece la aprobación de la Reforma Constitucional para crear la Guardia Nacional, pues es un paso fundamental para enfrentar el grave problema de inseguridad que padece el territorio nacional.

Lo comenté al principio: la transformación de México se está logrando a través de un gobierno responsable y austero que combate la corrupción.

Con autoridad política y moral, nuestro presidente promueve la reconciliación de los mexicanos y con armonía edifica la Cuarta Transformación, con lo cual le está dando dimensión social al desarrollo, y eso es bueno para todos.

Agradezco mucho su atención. Hasta la siguiente entrega.