/ lunes 16 de mayo de 2022

Blanco y Negro | Cultura deportiva

La cultura deportiva en Tlaxcala necesita una mayor manifestación para mejorar el número de practicantes, que fortalezcan este ámbito.

Y es que es triste ver que los fines de semana hay muchas instalaciones vacías, contrario a lo que viven estados donde la ejercitación y el deporte forman parte importante de sus vidas, en altos porcentajes.

Al recorrer algunos municipios encuentro que falta mucho para tener el impacto requerido en esta materia, que nos lleve a ser más competitivos y a alcanzar mejores condiciones de salud.

Tlaxcala capital, que debería ser el municipio de mayor impacto en materia deportiva, luce domingo a domingo un panorama desolador, con instalaciones vacías, que poco o nada tienen para presumir.

La Unidad Deportiva Blas “Charro” Carbajal, los campos Loma, los del Cbetis 3 y de comunidades como San Hipólito, entre otros, están “desérticas”, por lo que el llamado es a que les den funcionamiento y abone el ayuntamiento y quien corresponda a una sociedad más activa en este entorno.

Con el paso de los años veo que las comunas no tienen programas ni partidas presupuestales para fomento al deporte, y es ahí desde donde parte el rezago en esta área.

Por ello, los gobiernos locales están obligados a fomentar de mejor manera el deporte con la creación de ligas permanentes, escuelas formativas y grupos activos, para así, mejorar nuestra cultura deportiva.

Si quitamos el futbol, que es el deporte de las masas, el resto de disciplinas está muy por debajo en número de participantes.

Cierto que hay cuadros de personas, que temprano se activan con caminatas o trote, pero ese número es muy bajo si tomamos en cuenta el total de habitantes en la entidad.

Y ese reflejo se extiende a contar con un limitado deporte competitivo, que es poco promovido, salvo remotos eventos escolares y ligas en las que las asociaciones deportivas tienen injerencia, pero muchas sin compromiso ni continuidad.

En esta óptica, no podemos culpar totalmente al Instituto del Deporte de Tlaxcala de los malos resultados en el mapa nacional, finalmente Tlaxcala está formado por partes y todas deben participar.

En lo que sí es criticable a la dependencia estatal es en su apatía en acercar a los 60 municipios y a las diferentes asociaciones para hacer un bloque en común, que persiga metas definidas, y que contribuya con responsabilidad para cambiar esta realidad.

LA ESPERA

Mayo es un mes muerto para los clubes de la Liga de Expansión MX, luego de la coronación de los Canarios del Morelia en el Clausura 2022.

Este quinto mes del año representa el receso a la víspera de iniciar la nueva temporada 2022-2023.

Para los Coyotes de Tlaxcala se esperan nuevamente cambios en su planilla de jugadores, pero por lo pronto hay vacaciones y pendientes en la renovación de contratos, que vislumbra será para pocos, por lo que se avecina la llegada de más de 15 nuevos jugadores.

La cultura deportiva en Tlaxcala necesita una mayor manifestación para mejorar el número de practicantes, que fortalezcan este ámbito.

Y es que es triste ver que los fines de semana hay muchas instalaciones vacías, contrario a lo que viven estados donde la ejercitación y el deporte forman parte importante de sus vidas, en altos porcentajes.

Al recorrer algunos municipios encuentro que falta mucho para tener el impacto requerido en esta materia, que nos lleve a ser más competitivos y a alcanzar mejores condiciones de salud.

Tlaxcala capital, que debería ser el municipio de mayor impacto en materia deportiva, luce domingo a domingo un panorama desolador, con instalaciones vacías, que poco o nada tienen para presumir.

La Unidad Deportiva Blas “Charro” Carbajal, los campos Loma, los del Cbetis 3 y de comunidades como San Hipólito, entre otros, están “desérticas”, por lo que el llamado es a que les den funcionamiento y abone el ayuntamiento y quien corresponda a una sociedad más activa en este entorno.

Con el paso de los años veo que las comunas no tienen programas ni partidas presupuestales para fomento al deporte, y es ahí desde donde parte el rezago en esta área.

Por ello, los gobiernos locales están obligados a fomentar de mejor manera el deporte con la creación de ligas permanentes, escuelas formativas y grupos activos, para así, mejorar nuestra cultura deportiva.

Si quitamos el futbol, que es el deporte de las masas, el resto de disciplinas está muy por debajo en número de participantes.

Cierto que hay cuadros de personas, que temprano se activan con caminatas o trote, pero ese número es muy bajo si tomamos en cuenta el total de habitantes en la entidad.

Y ese reflejo se extiende a contar con un limitado deporte competitivo, que es poco promovido, salvo remotos eventos escolares y ligas en las que las asociaciones deportivas tienen injerencia, pero muchas sin compromiso ni continuidad.

En esta óptica, no podemos culpar totalmente al Instituto del Deporte de Tlaxcala de los malos resultados en el mapa nacional, finalmente Tlaxcala está formado por partes y todas deben participar.

En lo que sí es criticable a la dependencia estatal es en su apatía en acercar a los 60 municipios y a las diferentes asociaciones para hacer un bloque en común, que persiga metas definidas, y que contribuya con responsabilidad para cambiar esta realidad.

LA ESPERA

Mayo es un mes muerto para los clubes de la Liga de Expansión MX, luego de la coronación de los Canarios del Morelia en el Clausura 2022.

Este quinto mes del año representa el receso a la víspera de iniciar la nueva temporada 2022-2023.

Para los Coyotes de Tlaxcala se esperan nuevamente cambios en su planilla de jugadores, pero por lo pronto hay vacaciones y pendientes en la renovación de contratos, que vislumbra será para pocos, por lo que se avecina la llegada de más de 15 nuevos jugadores.