/ miércoles 7 de julio de 2021

Blanco y Negro | El deporte y su influencia en la sociedad

Países de diferentes continentes, convertidos en naciones ejemplares y triunfadoras, han adoptado al deporte como una forma de progreso, y es que el proceso de fomento de este ámbito, a la par con la educación, forma seres humanos que, por medio de los valores y la competencia, encuentran el camino para ser mejores, día a día.

El confort es un detalle que afecta a todos y es ahí donde está la diferencia de crear perfiles exitosos en este medio.

Por ello, es claro que nuestra cultura debe cambiar en el asunto de generar condiciones de mayor exigencia, de dejar a un lado lo fácil y trabajar lo deportivo con mayor profundidad, desde la óptica de crecer para triunfar por méritos y no por favores.

DEPORTE Y ACTIVACIÓN FÍSICA

El deporte hay que diferenciarlo de la activación física, que más corresponde directamente de fomentarlo por parte de las instancias de salud para evitar sedentarismo, obesidad y afectaciones al cuerpo por falta de movilidad. Sí, son complemento, pero llevan diferentes rumbos.

El deporte, en sí, tiene varias vertientes desde la práctica recreativa, de diversión, de pasatiempo a la de la competencia y de este último punto quiero profundizar.

En Tlaxcala, el gobierno estatal tiene en el Instituto del Deporte de Tlaxcala (Idet) al organismo encargado de trabajar las diferentes disciplinas. Por diferentes circunstancias o desinterés en los últimos 11 años nuestro deporte no ha sido arropado ni impulsado para tomar un rumbo distinto en el mapa nacional.

Eventos oficiales como la extinta Olimpiada Nacional y ahora los Juegos Nacionales Comisión Nacional del Deporte (Conade) son referente de cómo estamos y los resultados en esta última década han sido malos, al punto de ubicar a la entidad en los últimos lugares a nivel país.

NUEVOS AIRES

Con la llegada de un sexenio surgen nuevas ilusiones, nuevas perspectivas, de pensar en que habrá un cambio positivo y un mayor compromiso por el deporte, lo que implica poner orden en la dependencia estatal, la que está plagada de sindicalizados y de personal administrativo que se ha acostumbrado a lo fácil y rutinario dentro de una dinámica que poco se puede presumir.

A partir de septiembre habrá nuevas caras y, para ese entonces, podremos anhelar en que habrá nuevos planteamientos, que engrandecerán este medio.

Cierto es que el distanciamiento de las asociaciones deportivas y la ciudadanía en general han devaluado al Idet, pero en estos nuevos horizontes se debe recuperar la unidad, el entendimiento de que todos van por un mismo sendero y que la fortaleza está en cumplir estrategias, planes, programas, acciones y dejar a un lado la simulación que se trabaja eficientemente cuando no es así.

Países de diferentes continentes, convertidos en naciones ejemplares y triunfadoras, han adoptado al deporte como una forma de progreso, y es que el proceso de fomento de este ámbito, a la par con la educación, forma seres humanos que, por medio de los valores y la competencia, encuentran el camino para ser mejores, día a día.

El confort es un detalle que afecta a todos y es ahí donde está la diferencia de crear perfiles exitosos en este medio.

Por ello, es claro que nuestra cultura debe cambiar en el asunto de generar condiciones de mayor exigencia, de dejar a un lado lo fácil y trabajar lo deportivo con mayor profundidad, desde la óptica de crecer para triunfar por méritos y no por favores.

DEPORTE Y ACTIVACIÓN FÍSICA

El deporte hay que diferenciarlo de la activación física, que más corresponde directamente de fomentarlo por parte de las instancias de salud para evitar sedentarismo, obesidad y afectaciones al cuerpo por falta de movilidad. Sí, son complemento, pero llevan diferentes rumbos.

El deporte, en sí, tiene varias vertientes desde la práctica recreativa, de diversión, de pasatiempo a la de la competencia y de este último punto quiero profundizar.

En Tlaxcala, el gobierno estatal tiene en el Instituto del Deporte de Tlaxcala (Idet) al organismo encargado de trabajar las diferentes disciplinas. Por diferentes circunstancias o desinterés en los últimos 11 años nuestro deporte no ha sido arropado ni impulsado para tomar un rumbo distinto en el mapa nacional.

Eventos oficiales como la extinta Olimpiada Nacional y ahora los Juegos Nacionales Comisión Nacional del Deporte (Conade) son referente de cómo estamos y los resultados en esta última década han sido malos, al punto de ubicar a la entidad en los últimos lugares a nivel país.

NUEVOS AIRES

Con la llegada de un sexenio surgen nuevas ilusiones, nuevas perspectivas, de pensar en que habrá un cambio positivo y un mayor compromiso por el deporte, lo que implica poner orden en la dependencia estatal, la que está plagada de sindicalizados y de personal administrativo que se ha acostumbrado a lo fácil y rutinario dentro de una dinámica que poco se puede presumir.

A partir de septiembre habrá nuevas caras y, para ese entonces, podremos anhelar en que habrá nuevos planteamientos, que engrandecerán este medio.

Cierto es que el distanciamiento de las asociaciones deportivas y la ciudadanía en general han devaluado al Idet, pero en estos nuevos horizontes se debe recuperar la unidad, el entendimiento de que todos van por un mismo sendero y que la fortaleza está en cumplir estrategias, planes, programas, acciones y dejar a un lado la simulación que se trabaja eficientemente cuando no es así.