/ lunes 8 de agosto de 2022

Blanco y Negro | El mal momento

El entusiasmo mostrado, previo al inicio del torneo, con promesas de meterse directamente a la liguilla, ha quedado lejos de concretarse en un inicio complicado para el club Coyotes de Tlaxcala, en el torneo Apertura 2022 de la Liga de Expansión MX.

El arranque fue alentador con la victoria 2-0 sobre Cimarrones de Sonora, pero a raíz del gol de Luis Ángel “Vaquero” Morales, el equipo se desinfló estrepitosamente.

Con derrota tras derrota fuera de casa, la jauría está fuera de zona de reclasificación, pero no todo está perdido, ya que faltan 11 juegos por disputarse de la fase regular. Un replanteamiento de objetivos y conocer los alcances del proyecto, lo podrán dirigir a una mejor perspectiva, finalmente en este tema lo que vale es la actitud y la mentalización en el terreno que pisan.

TÁCTICA

El técnico Jorge Villalpando no parece conocer a fondo el funcionamiento de sus jugadores, ni a las exigencias del futbol que desarrollan en la llamada liga de plata.

El estratega con su planteamiento de 4-5-1 no ha encontrado la forma de hacer dinámico a su equipo y tanto ofensiva como defensivamente, está debajo de las expectativas.

El juego monótono en medio campo con Giovani Hernández y Antonio Soto no ha tenido efecto ya que en los laterales no hay presencia ni colaboración necesaria para dar variedad a la labor ofensiva, donde las cosas están peor con un Eleuterio Jiménez, que ha sido toda una decepción.

En la defensa, solo Efrén Mendoza y Francisco Javier Santillán ponen entrega y disputan la esférica con total entrega, los demás se ven lentos, faltos de compromiso y carentes de fortaleza física y mental para salir adelante en s responsabilidad.

El resto del plantel no se ve conectado, incluso está fuera de ritmo y es superado por los rivales por su mejor desenvolvimiento y orden tanto en el plano individual como colectivo.

Un equipo, para funcionar necesita equilibrio en sus líneas, y eso lo da el juego parejo de todas las partes que lo componen. En caso de que no exista esa misma dinámica, será difícil aspirar a lograr buenos resultados.

PRESIÓN

Cierto que la presión es mayor cuando las cosas no salen, pero la moral del jugador debe estar en lo alto, hasta en los peores momentos; esa tarea, de levantar el espíritu de competencia, corresponde al cuerpo técnico, que está obligado a levantar el sentido de lucha de los jugadores.


El entusiasmo mostrado, previo al inicio del torneo, con promesas de meterse directamente a la liguilla, ha quedado lejos de concretarse en un inicio complicado para el club Coyotes de Tlaxcala, en el torneo Apertura 2022 de la Liga de Expansión MX.

El arranque fue alentador con la victoria 2-0 sobre Cimarrones de Sonora, pero a raíz del gol de Luis Ángel “Vaquero” Morales, el equipo se desinfló estrepitosamente.

Con derrota tras derrota fuera de casa, la jauría está fuera de zona de reclasificación, pero no todo está perdido, ya que faltan 11 juegos por disputarse de la fase regular. Un replanteamiento de objetivos y conocer los alcances del proyecto, lo podrán dirigir a una mejor perspectiva, finalmente en este tema lo que vale es la actitud y la mentalización en el terreno que pisan.

TÁCTICA

El técnico Jorge Villalpando no parece conocer a fondo el funcionamiento de sus jugadores, ni a las exigencias del futbol que desarrollan en la llamada liga de plata.

El estratega con su planteamiento de 4-5-1 no ha encontrado la forma de hacer dinámico a su equipo y tanto ofensiva como defensivamente, está debajo de las expectativas.

El juego monótono en medio campo con Giovani Hernández y Antonio Soto no ha tenido efecto ya que en los laterales no hay presencia ni colaboración necesaria para dar variedad a la labor ofensiva, donde las cosas están peor con un Eleuterio Jiménez, que ha sido toda una decepción.

En la defensa, solo Efrén Mendoza y Francisco Javier Santillán ponen entrega y disputan la esférica con total entrega, los demás se ven lentos, faltos de compromiso y carentes de fortaleza física y mental para salir adelante en s responsabilidad.

El resto del plantel no se ve conectado, incluso está fuera de ritmo y es superado por los rivales por su mejor desenvolvimiento y orden tanto en el plano individual como colectivo.

Un equipo, para funcionar necesita equilibrio en sus líneas, y eso lo da el juego parejo de todas las partes que lo componen. En caso de que no exista esa misma dinámica, será difícil aspirar a lograr buenos resultados.

PRESIÓN

Cierto que la presión es mayor cuando las cosas no salen, pero la moral del jugador debe estar en lo alto, hasta en los peores momentos; esa tarea, de levantar el espíritu de competencia, corresponde al cuerpo técnico, que está obligado a levantar el sentido de lucha de los jugadores.