/ lunes 18 de enero de 2021

Blanco y Negro | La caída de la frecuencia deportiva

Sin duda que la pandemia de la Covid-19 debilitó enormemente la práctica del deporte al grado de romper con esquemas de desarrollo en exponentes juveniles y de alto rendimiento.

Tlaxcala vive un momento complicado en cuanto a la promoción de este ámbito ante las medidas necesarias de evitar la concentración de masividad en campos de entrenamientos y de juego.

Al entrar en semáforo rojo, la entidad está obligada al confinamiento y eso implica alejar a los deportistas de sus centros de preparación.

Las ligas de futbol semiprofesionales, en las que incursionan equipos locales a nivel regional, han ido paulatinamente alineándose por lo que también anuncian suspensión de sus juegos en los estados de Tlaxcala, México, Veracruz, Hidalgo y Puebla.

RETROCESO

Si el deporte estatal estaba arrastrando la cobija antes de la pandemia, ahora la cosa está peor.

No hay forma tampoco de exigir cambios o programas de fortalecimiento en tiempos de gravedad en materia de salud pública.

La entidad en el ciclo olímpico, que se vio postergado un año más por el nuevo coronavirus no contaba con ningún deportista calificado a Juegos Olímpicos, justa que está tambaleando y me atrevo a decir que será cancelada de su sede Tokio 2021 por la situación de emergencia sanitaria a nivel mundial.

Tlaxcala difícilmente calificará algún deportista al agotarse el tiempo de selección en la disciplina en la que tenía posibilidad como es el atletismo y en el caso del boxeo vive su peor momento al no tener seleccionados nacionales que vean acción en la última eliminatoria continental, que sigue en veremos por la pandemia.

Ante este panorama, si 2020 fue un año perdido, 2021 asoma de la misma forma, pero ante esta adversidad pensemos primero en nuestra salud y a ayudar a evitar más contagios y eso implica incrementar los cuidados de higiene personal, alejarse de la masividad y a desarrollar entrenamientos de forma individualizada en casa o áreas naturales solitarias.

Sin duda que la pandemia de la Covid-19 debilitó enormemente la práctica del deporte al grado de romper con esquemas de desarrollo en exponentes juveniles y de alto rendimiento.

Tlaxcala vive un momento complicado en cuanto a la promoción de este ámbito ante las medidas necesarias de evitar la concentración de masividad en campos de entrenamientos y de juego.

Al entrar en semáforo rojo, la entidad está obligada al confinamiento y eso implica alejar a los deportistas de sus centros de preparación.

Las ligas de futbol semiprofesionales, en las que incursionan equipos locales a nivel regional, han ido paulatinamente alineándose por lo que también anuncian suspensión de sus juegos en los estados de Tlaxcala, México, Veracruz, Hidalgo y Puebla.

RETROCESO

Si el deporte estatal estaba arrastrando la cobija antes de la pandemia, ahora la cosa está peor.

No hay forma tampoco de exigir cambios o programas de fortalecimiento en tiempos de gravedad en materia de salud pública.

La entidad en el ciclo olímpico, que se vio postergado un año más por el nuevo coronavirus no contaba con ningún deportista calificado a Juegos Olímpicos, justa que está tambaleando y me atrevo a decir que será cancelada de su sede Tokio 2021 por la situación de emergencia sanitaria a nivel mundial.

Tlaxcala difícilmente calificará algún deportista al agotarse el tiempo de selección en la disciplina en la que tenía posibilidad como es el atletismo y en el caso del boxeo vive su peor momento al no tener seleccionados nacionales que vean acción en la última eliminatoria continental, que sigue en veremos por la pandemia.

Ante este panorama, si 2020 fue un año perdido, 2021 asoma de la misma forma, pero ante esta adversidad pensemos primero en nuestra salud y a ayudar a evitar más contagios y eso implica incrementar los cuidados de higiene personal, alejarse de la masividad y a desarrollar entrenamientos de forma individualizada en casa o áreas naturales solitarias.