/ miércoles 21 de marzo de 2018

Caras y Máscaras

Beneficios de los bienes Patrimonio de la Humanidad

Todos los países poseen sitios y monumentos de interés local o nacional, pero para que este “patrimonio nacional” sea considerado “patrimonio mundial” tiene que ser patrimonio de “valor universal excepcional”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se propuso promover la identificación, la protección y la preservación del patrimonio cultural y natural de todo el mundo considerado especialmente valioso para la humanidad. En la "Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural" (París, 1972) se especificaron los siguientes criterios por los que se inscribe a un lugar o monumento en la Lista del Patrimonio Mundial.

1. Representar una obra maestra del genio creativo humano.

2. Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura, tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico.

3. Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida.

4. Ser uno de los ejemplos eminentes de procesos ecológicos y biológicos en el curso de la evolución de los ecosistemas.

5. Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana.

6. Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente.

7. Estar directa o tangiblemente asociado con eventos, tradiciones vivas, ideas, creencias o trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal.

8. Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética.

9. Ser uno de los ejemplos representativos de importantes etapas de la historia de la tierra, incluyendo testimonios de la vida, procesos geológicos creadores de formas geológicas o características geomórficas o fisiográficas significativas.

10. Contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación de la biodiversidad, incluyendo aquellos que contienen especies amenazadas de destacado valor universal desde el punto de vista de la ciencia y el conservacionismo

¿Qué beneficios conlleva la incorporación a la lista del Patrimonio de la Humanidad de un bien cultural o natural declarado como tal por la UNESCO?

Los beneficios son altos. Las ciudades cambian de forma drástica cuando son declaradas Patrimonio de la Humanidad, o cuando lo hace alguno de sus monumentos. En primer lugar un bien declarado Patrimonio de la Humanidad aumenta en forma excepcional el conocimiento que se tiene de él, su prestigio y su proyección internacional, lo cual se traduce en mayor dinamismo económico local y en aumento de la cantidad de turistas interesados en conocerlo.

Paralelamente gana un virtual seguro de vida, ya que la UNESCO obliga a legislar específicamente para proteger y conservar el patrimonio reconocido, de modo que se mantengan y apliquen criterios obligatorios de vigilancia y restauración.

Para apoyar las tareas de protección y restauración, la UNESCO destina partidas específicas a las ciudades o a los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, para lo cual se vale del Fondo del Patrimonio Mundial, una reserva financiera compuesta por aportaciones de todos los estados que forman parte de la Convención del Patrimonio Mundial, así como de otras aportaciones voluntarias. Tal fondo es especialmente útil para países que cuentan con pocos recursos destinados a mantener sus zonas patrimoniales, ya sean monumentales o naturales.

El nombramiento que hace la UNESCO de los patrimonios históricos, naturales y mixtos, fortalece la conciencia de preservación; incrementa la atracción turística y, en consecuencia, genera recursos y empleos. También permite a los gobiernos ampliar su capacidad de negociación para obtener subvenciones y créditos que protejan el patrimonio.

Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) advierte: “Las declaratorias no pueden resolver lo que es la vida dinámica y compleja de las Zonas de Monumentos Históricos, que son origen y destino de lo que hoy son megalópolis. Se tienen que generar instrumentos de protección, jurídicos, que no se conviertan en camisas de fuerza, en obstáculos, pero también busquen la preservación de los centros históricos. Un equilibro difícil de guardar”.

Los beneficios son claros, pero igual, los daños pueden llegar a estar muy presentes, pues, si no se toman providencias para el desarrollo de un "turismo sostenible", los costos pueden llegar a rebasar los ingresos.

Por encima de todo, el principal beneficio de designar a un bien como Patrimonio de la Humanidad es reforzar el orgullo de sus posesionarios: otorgarles identidad comunitaria y mayor autoestima.

Beneficios de los bienes Patrimonio de la Humanidad

Todos los países poseen sitios y monumentos de interés local o nacional, pero para que este “patrimonio nacional” sea considerado “patrimonio mundial” tiene que ser patrimonio de “valor universal excepcional”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se propuso promover la identificación, la protección y la preservación del patrimonio cultural y natural de todo el mundo considerado especialmente valioso para la humanidad. En la "Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural" (París, 1972) se especificaron los siguientes criterios por los que se inscribe a un lugar o monumento en la Lista del Patrimonio Mundial.

1. Representar una obra maestra del genio creativo humano.

2. Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura, tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico.

3. Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida.

4. Ser uno de los ejemplos eminentes de procesos ecológicos y biológicos en el curso de la evolución de los ecosistemas.

5. Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana.

6. Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente.

7. Estar directa o tangiblemente asociado con eventos, tradiciones vivas, ideas, creencias o trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal.

8. Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética.

9. Ser uno de los ejemplos representativos de importantes etapas de la historia de la tierra, incluyendo testimonios de la vida, procesos geológicos creadores de formas geológicas o características geomórficas o fisiográficas significativas.

10. Contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación de la biodiversidad, incluyendo aquellos que contienen especies amenazadas de destacado valor universal desde el punto de vista de la ciencia y el conservacionismo

¿Qué beneficios conlleva la incorporación a la lista del Patrimonio de la Humanidad de un bien cultural o natural declarado como tal por la UNESCO?

Los beneficios son altos. Las ciudades cambian de forma drástica cuando son declaradas Patrimonio de la Humanidad, o cuando lo hace alguno de sus monumentos. En primer lugar un bien declarado Patrimonio de la Humanidad aumenta en forma excepcional el conocimiento que se tiene de él, su prestigio y su proyección internacional, lo cual se traduce en mayor dinamismo económico local y en aumento de la cantidad de turistas interesados en conocerlo.

Paralelamente gana un virtual seguro de vida, ya que la UNESCO obliga a legislar específicamente para proteger y conservar el patrimonio reconocido, de modo que se mantengan y apliquen criterios obligatorios de vigilancia y restauración.

Para apoyar las tareas de protección y restauración, la UNESCO destina partidas específicas a las ciudades o a los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, para lo cual se vale del Fondo del Patrimonio Mundial, una reserva financiera compuesta por aportaciones de todos los estados que forman parte de la Convención del Patrimonio Mundial, así como de otras aportaciones voluntarias. Tal fondo es especialmente útil para países que cuentan con pocos recursos destinados a mantener sus zonas patrimoniales, ya sean monumentales o naturales.

El nombramiento que hace la UNESCO de los patrimonios históricos, naturales y mixtos, fortalece la conciencia de preservación; incrementa la atracción turística y, en consecuencia, genera recursos y empleos. También permite a los gobiernos ampliar su capacidad de negociación para obtener subvenciones y créditos que protejan el patrimonio.

Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) advierte: “Las declaratorias no pueden resolver lo que es la vida dinámica y compleja de las Zonas de Monumentos Históricos, que son origen y destino de lo que hoy son megalópolis. Se tienen que generar instrumentos de protección, jurídicos, que no se conviertan en camisas de fuerza, en obstáculos, pero también busquen la preservación de los centros históricos. Un equilibro difícil de guardar”.

Los beneficios son claros, pero igual, los daños pueden llegar a estar muy presentes, pues, si no se toman providencias para el desarrollo de un "turismo sostenible", los costos pueden llegar a rebasar los ingresos.

Por encima de todo, el principal beneficio de designar a un bien como Patrimonio de la Humanidad es reforzar el orgullo de sus posesionarios: otorgarles identidad comunitaria y mayor autoestima.