/ miércoles 22 de agosto de 2018

CARAS Y MÁSCARAS

La responsabilidad social de las universidades

La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) suele definirse como: “La respuesta que tiene la universidad para formar ciudadanos responsables con su entorno, generadores de ideas creativas y personas comprometidas para ayudar a solucionar problemas sociales y ambientales” (USS, 2017).

“La habilidad y efectividad de la universidad para responder a las necesidades de transformación de la sociedad donde está inmersa, mediante el ejercicio de sus funciones sustantivas: docencia, investigación, extensión y gestión interna. Estas funciones deben estar animadas por la búsqueda de la promoción de la justicia, la solidaridad y la equidad social, mediante la construcción de respuestas exitosas para atender los retos que implica promover el desarrollo humano sustentable” (AUSJAL, 2009).

El compromiso de “las Instituciones de educación superior… no sólo de formar buenos profesionistas, sino también buenas personas, sensibles a los problemas de los demás, comprometidas con el desarrollo de su país y con la inclusión social de los individuos más vulnerables, personas entusiastas y creativas en la articulación de su profesión con la promoción del desarrollo participativo de su comunidad”(Jugón, 2010).


NUEVA POLÍTICA DE GESTIÓN UNIVERSITARIA

Francois Vallaeys, Doctor en Filosofía por la Universidad de París y experto en el Observatorio Regional de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe (ORSALC-UNESCO), afirma que la RSU es una nueva política de gestión universitaria que se va desarrollando para responder a los impactos organizacionales y académicos de la universidad.

Vallaeys y otros educadores han perfilado el alcance y la importancia de la RSU en la dinámica universitaria actual, en México destaca la visión de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES):

“En el año 2020, gracias al compromiso efectivo del gobierno federal, de los gobiernos de las 32 entidades federativas y sus municipios, de los poderes legislativos y de la sociedad civil en su conjunto, las instituciones de educación superior de México integran un vigoroso sistema que forma profesionales e investigadores de alto nivel, genera y aplica conocimientos, extiende y preserva la cultura, tareas que realiza con calidad, pertinencia, equidad y cantidad equiparables con los estándares internacionales, gracias a lo cual la educación superior contribuye a que los mexicanos disfruten de paz y prosperidad en un marco de libertad, democracia, justicia y solidaridad”.


CARACTERÍSTICAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Entre quienes han analizado la proyección de la RSU se encuentra la doctora en Ciencias de la Educación María Isabel Núñez de Martínez, quien, a partir de los rasgos sobresalientes de la Responsabilidad Social, estructura un perfil básico de la RSU con los argumentos que se consignan a continuación:

La Responsabilidad Social -expresa- va más allá del altruismo, la filantropía o la clásica donación caritativa. Es un conjunto de prácticas de la organización que forman parte de su estrategia y tienen como fin evitar daños y/o producir beneficios para todas las partes interesadas en la actividad institucional.

En la noción de Responsabilidad Social se identifican las siguientes características:

+ Se desarrolla cuando una organización toma conciencia de sí misma, de su entorno y de su papel en su entorno; incluye tanto a las personas como al ecosistema y comprende a todas las partes de la organización, internas y externas.

+ Articula la ética y la eficacia. Se trata de hacer las cosas bien para que todos los beneficiarios internos y externos de los servicios de la institución estén bien.

+ La articulación implica Igualdad y respeto, así como diálogo y consenso entre todos los participantes y afectados. Una visión holista y global de todos los aspectos.


IMPLANTACIÓN DE LA RSU

Para asumir la política de RSU, la universidad debe superar el enfoque de la proyección social y la extensión universitaria como apéndices bien intencionados de su función central de formación estudiantil y producción de conocimientos. Como para tal propósito sin duda habrá resistencias institucionales arraigadas, el proceso puede ser gradual y empezar por cambios organizacionales sencillos. Muchos elementos de la responsabilización social –continúa la doctora Núñez- ya están presentes en la mayoría de las universidades, entre ellos, la investigación interdisciplinaria, la articulación en ciertos cursos de la docencia con la proyección social, el desarrollo de los métodos pedagógicos del aprendizaje basado en problemas y proyectos, etc.

Para la implantación de la RSU la especialista plantea cuatro líneas de orientación de la acción estratégica institucional:

+ Gestión interna: transformación de la institución en una pequeña comunidad ejemplo de democracia, equidad, transparencia y modelo de desarrollo sostenible, donde el estudiante aprenderá su carrera, lo mismo que los hábitos y valores ciudadanos.

+ Docencia: capacitar a los docentes y promover en las especialidades el aprendizaje basado en proyectos de carácter social, abriendo el salón de clase hacia la comunidad como fuente de enseñanza significativa y práctica aplicada a la solución de problemas reales. El estudiante aprenderá haciendo cosas socialmente útiles y formándose como ciudadano informado y responsable.

+ Investigación: promover la investigación para el desarrollo, bajo todas las formas posibles, firmar convenios con otras instituciones para desarrollar investigaciones interdisciplinarias, por ejemplo.

+ Proyección social: implementar y administrar proyectos de desarrollo que sean fuente de investigación aplicada y recursos didácticos, que estimulen las iniciativas estudiantiles y docentes, y propicien el control de su calidad.


LA RSU A LARGO PLAZO

Tres ideas de la autora para diseñar un nuevo compromiso entre la universidad y la sociedad, al instituir la RSU con visión a largo plazo:

1.- No hay separación entre ciencia, ética y política, la actividad científica es una actividad social que afecta a todos los ciudadanos del mundo y a la misma biosfera, por eso es necesaria la información acerca de los cambios, potencialidades y riesgos de los inventos tecno científicos, para que la vigilancia ciudadana de la ciencia pueda ser real y racional. La Universidad tiene la responsabilidad social de promover el debate, facilitarlo, conducirlo y enriquecerlo, dando al público los medios para informarse, reflexionar y juzgar mediante conferencias, mesas redondas y seminarios, entre otras vías.

2.- En la tarea específica de formar ciudadanos informados, capaces de reflexión y diálogo el estudiante universitario tendrá un espacio privilegiado, pero en este campo la universidad debe abrirse a la educación del adulto, a la formación continua y la facilitación de espacios de debate y reflexión ciudadana sobre los problemas sociales.

3.- El pilar de un desarrollo sostenido y sostenible es la formación de profesionales con un enfoque de desarrollo social, cuyo propósito sea reducir las grandes iniquidades y asegurar una vida decente y autónomamente decidida por la mayoría de la población, dentro del respeto de las diferencias culturales.


NUEVO PERFIL DEL EGRESADO UNIVERSITARIO

En opinión de la doctora Núñez, la aplicación sistemática y generalizada de la RSU, se orientará hacia la conformación de las características del estudiante universitario de los tiempos actuales: preocupado por las injusticias de su alrededor, con voluntad de comprometerse en acciones que desarrollen su capacidad solidaria en acciones conducidas desde la universidad; informado, capaz de contextualizar su saber especializado en la solución de los problemas cruciales de su sociedad; formado en la ética del diálogo, capaz de escuchar, intercambiar y entrar en empatía con el otro; y promotor de la democracia y la participación, que sabe ser ciudadano, es decir, que sabe gobernar y ser gobernado.


La responsabilidad social de las universidades

La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) suele definirse como: “La respuesta que tiene la universidad para formar ciudadanos responsables con su entorno, generadores de ideas creativas y personas comprometidas para ayudar a solucionar problemas sociales y ambientales” (USS, 2017).

“La habilidad y efectividad de la universidad para responder a las necesidades de transformación de la sociedad donde está inmersa, mediante el ejercicio de sus funciones sustantivas: docencia, investigación, extensión y gestión interna. Estas funciones deben estar animadas por la búsqueda de la promoción de la justicia, la solidaridad y la equidad social, mediante la construcción de respuestas exitosas para atender los retos que implica promover el desarrollo humano sustentable” (AUSJAL, 2009).

El compromiso de “las Instituciones de educación superior… no sólo de formar buenos profesionistas, sino también buenas personas, sensibles a los problemas de los demás, comprometidas con el desarrollo de su país y con la inclusión social de los individuos más vulnerables, personas entusiastas y creativas en la articulación de su profesión con la promoción del desarrollo participativo de su comunidad”(Jugón, 2010).


NUEVA POLÍTICA DE GESTIÓN UNIVERSITARIA

Francois Vallaeys, Doctor en Filosofía por la Universidad de París y experto en el Observatorio Regional de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe (ORSALC-UNESCO), afirma que la RSU es una nueva política de gestión universitaria que se va desarrollando para responder a los impactos organizacionales y académicos de la universidad.

Vallaeys y otros educadores han perfilado el alcance y la importancia de la RSU en la dinámica universitaria actual, en México destaca la visión de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES):

“En el año 2020, gracias al compromiso efectivo del gobierno federal, de los gobiernos de las 32 entidades federativas y sus municipios, de los poderes legislativos y de la sociedad civil en su conjunto, las instituciones de educación superior de México integran un vigoroso sistema que forma profesionales e investigadores de alto nivel, genera y aplica conocimientos, extiende y preserva la cultura, tareas que realiza con calidad, pertinencia, equidad y cantidad equiparables con los estándares internacionales, gracias a lo cual la educación superior contribuye a que los mexicanos disfruten de paz y prosperidad en un marco de libertad, democracia, justicia y solidaridad”.


CARACTERÍSTICAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Entre quienes han analizado la proyección de la RSU se encuentra la doctora en Ciencias de la Educación María Isabel Núñez de Martínez, quien, a partir de los rasgos sobresalientes de la Responsabilidad Social, estructura un perfil básico de la RSU con los argumentos que se consignan a continuación:

La Responsabilidad Social -expresa- va más allá del altruismo, la filantropía o la clásica donación caritativa. Es un conjunto de prácticas de la organización que forman parte de su estrategia y tienen como fin evitar daños y/o producir beneficios para todas las partes interesadas en la actividad institucional.

En la noción de Responsabilidad Social se identifican las siguientes características:

+ Se desarrolla cuando una organización toma conciencia de sí misma, de su entorno y de su papel en su entorno; incluye tanto a las personas como al ecosistema y comprende a todas las partes de la organización, internas y externas.

+ Articula la ética y la eficacia. Se trata de hacer las cosas bien para que todos los beneficiarios internos y externos de los servicios de la institución estén bien.

+ La articulación implica Igualdad y respeto, así como diálogo y consenso entre todos los participantes y afectados. Una visión holista y global de todos los aspectos.


IMPLANTACIÓN DE LA RSU

Para asumir la política de RSU, la universidad debe superar el enfoque de la proyección social y la extensión universitaria como apéndices bien intencionados de su función central de formación estudiantil y producción de conocimientos. Como para tal propósito sin duda habrá resistencias institucionales arraigadas, el proceso puede ser gradual y empezar por cambios organizacionales sencillos. Muchos elementos de la responsabilización social –continúa la doctora Núñez- ya están presentes en la mayoría de las universidades, entre ellos, la investigación interdisciplinaria, la articulación en ciertos cursos de la docencia con la proyección social, el desarrollo de los métodos pedagógicos del aprendizaje basado en problemas y proyectos, etc.

Para la implantación de la RSU la especialista plantea cuatro líneas de orientación de la acción estratégica institucional:

+ Gestión interna: transformación de la institución en una pequeña comunidad ejemplo de democracia, equidad, transparencia y modelo de desarrollo sostenible, donde el estudiante aprenderá su carrera, lo mismo que los hábitos y valores ciudadanos.

+ Docencia: capacitar a los docentes y promover en las especialidades el aprendizaje basado en proyectos de carácter social, abriendo el salón de clase hacia la comunidad como fuente de enseñanza significativa y práctica aplicada a la solución de problemas reales. El estudiante aprenderá haciendo cosas socialmente útiles y formándose como ciudadano informado y responsable.

+ Investigación: promover la investigación para el desarrollo, bajo todas las formas posibles, firmar convenios con otras instituciones para desarrollar investigaciones interdisciplinarias, por ejemplo.

+ Proyección social: implementar y administrar proyectos de desarrollo que sean fuente de investigación aplicada y recursos didácticos, que estimulen las iniciativas estudiantiles y docentes, y propicien el control de su calidad.


LA RSU A LARGO PLAZO

Tres ideas de la autora para diseñar un nuevo compromiso entre la universidad y la sociedad, al instituir la RSU con visión a largo plazo:

1.- No hay separación entre ciencia, ética y política, la actividad científica es una actividad social que afecta a todos los ciudadanos del mundo y a la misma biosfera, por eso es necesaria la información acerca de los cambios, potencialidades y riesgos de los inventos tecno científicos, para que la vigilancia ciudadana de la ciencia pueda ser real y racional. La Universidad tiene la responsabilidad social de promover el debate, facilitarlo, conducirlo y enriquecerlo, dando al público los medios para informarse, reflexionar y juzgar mediante conferencias, mesas redondas y seminarios, entre otras vías.

2.- En la tarea específica de formar ciudadanos informados, capaces de reflexión y diálogo el estudiante universitario tendrá un espacio privilegiado, pero en este campo la universidad debe abrirse a la educación del adulto, a la formación continua y la facilitación de espacios de debate y reflexión ciudadana sobre los problemas sociales.

3.- El pilar de un desarrollo sostenido y sostenible es la formación de profesionales con un enfoque de desarrollo social, cuyo propósito sea reducir las grandes iniquidades y asegurar una vida decente y autónomamente decidida por la mayoría de la población, dentro del respeto de las diferencias culturales.


NUEVO PERFIL DEL EGRESADO UNIVERSITARIO

En opinión de la doctora Núñez, la aplicación sistemática y generalizada de la RSU, se orientará hacia la conformación de las características del estudiante universitario de los tiempos actuales: preocupado por las injusticias de su alrededor, con voluntad de comprometerse en acciones que desarrollen su capacidad solidaria en acciones conducidas desde la universidad; informado, capaz de contextualizar su saber especializado en la solución de los problemas cruciales de su sociedad; formado en la ética del diálogo, capaz de escuchar, intercambiar y entrar en empatía con el otro; y promotor de la democracia y la participación, que sabe ser ciudadano, es decir, que sabe gobernar y ser gobernado.