/ miércoles 14 de noviembre de 2018

Caras y Máscaras

La recuperación de los ríos urbanos una tendencia mundial


Se ha dicho que los ríos son como vasos sanguíneos del mundo: sostienen la vida y son el hábitat de innumerables especies vegetales y animales. Constituyen un elemento principal del paisaje y parte fundamental del patrimonio ambiental.

Desde la más remota antigüedad hasta el presente los ríos han satisfecho las necesidades de sustento, producción -agropecuaria, industrial y de servicios-, comunicación y recreación de infinidad de poblaciones humanas.


DESCUIDO DEL PATRIMONIO NATURAL Y SOCIAL

En razón de lo anterior, los ríos deberían ser protegidos celosamente de la contaminación y la destrucción. Sin embargo, una gran cantidad de ellos han sido objeto de maltrato, de tal manera que su contenido ha sido totalmente degradado y en muchos casos su cauce destruido.

La inexistente o deficiente planeación del crecimiento de las ciudades propició las descargas directas de aguas servidas -tanto domésticas como industriales- a los ríos, los tiraderos de basura en sus orillas, la construcción de viviendas precarias en sus bordes y, para evitar inundaciones y focos de infección, se optó por su canalización y entubamiento.

Una gran cantidad de ríos en el mundo se han convertido en drenajes a cielo abierto, saturados de basura y aguas negras y, en los casos de su entubamiento, que cumple deficientemente los propósitos aludidos, tal medida ha significado la pérdida irreparable del patrimonio natural y paisajístico.

En décadas anteriores no se daba gran importancia a la contaminación de los ríos, se consideraba que, por su propia naturaleza, el agua corriente eliminaría los desechos tóxicos, pero la realidad no confirmó tal supuesto, sino reveló ostensiblemente que el descuido da lugar a la fauna nociva, los malos olores y la amenaza persistente para la salud humana.

En muchos países, incluyendo el nuestro, la contaminación de los recursos hídricos es alarmante y de no ejecutarse planes efectivos de recuperación, en la que todos los actores de la sociedad se integren para revertir los daños, las consecuencias se traducirán en altos costos en materia de salud y en vidas humanas.


INAPLAZABLE RESCATAR A LOS RÍOS DEL ABANDONO

Con el progresivo aumento del interés por mantener en buenas condiciones el medio ambiente, se generó una importante tendencia para rescatar del abandono las riberas, con base en el supuesto de que los ríos, particularmente los urbanos, pueden convertirse en proveedores de múltiples servicios ambientales.

El desarrollo urbano moderno ha vuelto sus ojos a los beneficios que proporcionan los ríos que atraviesan las ciudades, entre tales beneficios se encuentran, las cosechas de agua, los huertos urbanos, las zonas recreativas, los espacios comunales, los caminos fluviales, etc., que aumentan el bienestar de los residentes y constituyen atractivos para los visitantes.

Algunas áreas de trabajo que actualmente son imprescindibles en todo proyecto de modernización urbanística, que atienda a la prevención o corrección de problemas de contaminación fluvial, son las siguientes:

1. Tratamiento de aguas residuales domésticas

2. Tratamiento de aguas residuales industriales

3. Adecuado manejo de desechos sólidos

4. Atención a asentamientos populares urbanos ubicados a orillas de los ríos

5. Instalación de parques y corredores ambientales urbanos


PLAUSIBLES EJEMPLOS DE RESCATE FLUVIAL

En Inglaterra, en los años 50, el río Támesis fue declarado biológicamente muerto. Este cauce, después de haber sido sometido a un plan intenso de recuperación, fue galardonado por la International River Foundation (IRF) en el año 2010 con el premio Riverprize.

Por su parte, en año 2013 el río Rhin obtuvo el premio otorgado por la por la fundación mencionada, debido a su alto grado de recuperación, sus exitosas estrategias de manejo y la plausible mejoría de la calidad del agua. Se invirtieron 50 mil millones de euros en 20 años para lograr recuperar el cauce sumamente contaminado.

La negociación y deliberación entre los diferentes actores sociales de una cuenca es indispensable para construir consensos mínimos que den viabilidad sociopolítica a los proyectos de recuperación de los ríos urbanos.

Según Andrea Nardini, fundador y directivo del Centro Italiano para la Recalificación Fluvial (CIRF), el diseño y ejecución de un plan de recuperación exitoso demandan analizar la percepción, los valores y las actitudes que tiene la población en torno a tal patrimonio natural y social, implica crear conciencia respecto a la importancia y beneficios de su rescate y requiere conseguir la participación comunitaria en el seguimiento de la realización del proyecto respectivo.


RESCATE DEL RÍO MAGDALENA DE LA CDMX

El pasado 2 de febrero del presente año, el entonces Jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció la conclusión del Proyecto Integral de Rescate del Río Magdalena, único afluente natural de agua superficial que queda en la capital del país; tal proyecto estuvo a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX). “El beneficio que tenemos nada más con las plantas potabilizadoras es de 160 mil habitantes; este es un río vivo, es por eso que se vuelve tan importante su rescate”, aseguró.

El Río Magdalena, ubicado en el bosque del mismo nombre, nace en la Sierra de Las Cruces, a una altura de 3 mil 550 metros, con manantiales y escurrimientos de los Cerros La Palma, El Gavilán y El Muñeco. Su cauce desciende desde lo más alto hasta pasar por las zonas urbanizadas de San Nicolás Totolapan, conectándose con el Río Eslava. Continúa por colonias como Fuentes del Pedregal y Santa Teresa hasta cruzar el Periférico y descargar en la Presa Anzaldo.

El saneamiento contempló la construcción de colectores marginales para captar las descargas de aguas residuales provenientes de los diversos asentamientos existentes a lo largo del cauce del río. Con una longitud de 20.9 kilómetros de colectores marginales y una inversión de 374 millones de pesos, este proyecto permitirá detener la contaminación de este río. La tarea se inició en 2010.

“Va a permitir una mitigación ecológica muy importante, se van a terminar con los malos olores que se tenían en toda esta zona; ahora ahí, en la Presa Anzaldo, lo que tendremos será agua de lluvia, pero ya no tendremos descarga de aguas que venían, digamos, de toda la parte alta de Contreras”, afirmó Mancera Espinosa.

Y abundó: “Gracias al saneamiento de los cauces y el desalojo de las aguas residuales que drenan directamente sobre la cuenca del Río Magdalena, se permitirá salvaguardar a la población de inundaciones por lluvias”.


PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD

Ocho meses después, el 2 de septiembre del año en curso, el periódico Reforma informó que “Por segunda vez, vecinos de Coyoacán se armaron con bolsas de plástico, guantes y botas impermeables y limpiaron el margen del Río Magdalena, en el tramo de Francisco Sosa camino a Avenida Progreso”.

Desde las 9:00 horas fueron por el margen del río para atrapar botellas, pañales, cartón y ropa que se encontraba entre las plantas que cubren la orilla, así como en los límites del cauce. En esta ocasión fueron acompañados por personal de la Delegación Coyoacán, quienes realizaron poda de árboles y recolección de basura, y por trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) quienes pescaron basura entre el caudal.

Carmen Aguilar Zinser, presidenta del Patronato de Amigos del Centro Histórico de Coyoacán, recuerda que durante su infancia jugaba entre el agua limpia del Río Magdalena que atravesaba por su casa, por lo que ahora busca recuperarlo para revivir esas vivencias en sus nietos.


La recuperación de los ríos urbanos una tendencia mundial


Se ha dicho que los ríos son como vasos sanguíneos del mundo: sostienen la vida y son el hábitat de innumerables especies vegetales y animales. Constituyen un elemento principal del paisaje y parte fundamental del patrimonio ambiental.

Desde la más remota antigüedad hasta el presente los ríos han satisfecho las necesidades de sustento, producción -agropecuaria, industrial y de servicios-, comunicación y recreación de infinidad de poblaciones humanas.


DESCUIDO DEL PATRIMONIO NATURAL Y SOCIAL

En razón de lo anterior, los ríos deberían ser protegidos celosamente de la contaminación y la destrucción. Sin embargo, una gran cantidad de ellos han sido objeto de maltrato, de tal manera que su contenido ha sido totalmente degradado y en muchos casos su cauce destruido.

La inexistente o deficiente planeación del crecimiento de las ciudades propició las descargas directas de aguas servidas -tanto domésticas como industriales- a los ríos, los tiraderos de basura en sus orillas, la construcción de viviendas precarias en sus bordes y, para evitar inundaciones y focos de infección, se optó por su canalización y entubamiento.

Una gran cantidad de ríos en el mundo se han convertido en drenajes a cielo abierto, saturados de basura y aguas negras y, en los casos de su entubamiento, que cumple deficientemente los propósitos aludidos, tal medida ha significado la pérdida irreparable del patrimonio natural y paisajístico.

En décadas anteriores no se daba gran importancia a la contaminación de los ríos, se consideraba que, por su propia naturaleza, el agua corriente eliminaría los desechos tóxicos, pero la realidad no confirmó tal supuesto, sino reveló ostensiblemente que el descuido da lugar a la fauna nociva, los malos olores y la amenaza persistente para la salud humana.

En muchos países, incluyendo el nuestro, la contaminación de los recursos hídricos es alarmante y de no ejecutarse planes efectivos de recuperación, en la que todos los actores de la sociedad se integren para revertir los daños, las consecuencias se traducirán en altos costos en materia de salud y en vidas humanas.


INAPLAZABLE RESCATAR A LOS RÍOS DEL ABANDONO

Con el progresivo aumento del interés por mantener en buenas condiciones el medio ambiente, se generó una importante tendencia para rescatar del abandono las riberas, con base en el supuesto de que los ríos, particularmente los urbanos, pueden convertirse en proveedores de múltiples servicios ambientales.

El desarrollo urbano moderno ha vuelto sus ojos a los beneficios que proporcionan los ríos que atraviesan las ciudades, entre tales beneficios se encuentran, las cosechas de agua, los huertos urbanos, las zonas recreativas, los espacios comunales, los caminos fluviales, etc., que aumentan el bienestar de los residentes y constituyen atractivos para los visitantes.

Algunas áreas de trabajo que actualmente son imprescindibles en todo proyecto de modernización urbanística, que atienda a la prevención o corrección de problemas de contaminación fluvial, son las siguientes:

1. Tratamiento de aguas residuales domésticas

2. Tratamiento de aguas residuales industriales

3. Adecuado manejo de desechos sólidos

4. Atención a asentamientos populares urbanos ubicados a orillas de los ríos

5. Instalación de parques y corredores ambientales urbanos


PLAUSIBLES EJEMPLOS DE RESCATE FLUVIAL

En Inglaterra, en los años 50, el río Támesis fue declarado biológicamente muerto. Este cauce, después de haber sido sometido a un plan intenso de recuperación, fue galardonado por la International River Foundation (IRF) en el año 2010 con el premio Riverprize.

Por su parte, en año 2013 el río Rhin obtuvo el premio otorgado por la por la fundación mencionada, debido a su alto grado de recuperación, sus exitosas estrategias de manejo y la plausible mejoría de la calidad del agua. Se invirtieron 50 mil millones de euros en 20 años para lograr recuperar el cauce sumamente contaminado.

La negociación y deliberación entre los diferentes actores sociales de una cuenca es indispensable para construir consensos mínimos que den viabilidad sociopolítica a los proyectos de recuperación de los ríos urbanos.

Según Andrea Nardini, fundador y directivo del Centro Italiano para la Recalificación Fluvial (CIRF), el diseño y ejecución de un plan de recuperación exitoso demandan analizar la percepción, los valores y las actitudes que tiene la población en torno a tal patrimonio natural y social, implica crear conciencia respecto a la importancia y beneficios de su rescate y requiere conseguir la participación comunitaria en el seguimiento de la realización del proyecto respectivo.


RESCATE DEL RÍO MAGDALENA DE LA CDMX

El pasado 2 de febrero del presente año, el entonces Jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció la conclusión del Proyecto Integral de Rescate del Río Magdalena, único afluente natural de agua superficial que queda en la capital del país; tal proyecto estuvo a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX). “El beneficio que tenemos nada más con las plantas potabilizadoras es de 160 mil habitantes; este es un río vivo, es por eso que se vuelve tan importante su rescate”, aseguró.

El Río Magdalena, ubicado en el bosque del mismo nombre, nace en la Sierra de Las Cruces, a una altura de 3 mil 550 metros, con manantiales y escurrimientos de los Cerros La Palma, El Gavilán y El Muñeco. Su cauce desciende desde lo más alto hasta pasar por las zonas urbanizadas de San Nicolás Totolapan, conectándose con el Río Eslava. Continúa por colonias como Fuentes del Pedregal y Santa Teresa hasta cruzar el Periférico y descargar en la Presa Anzaldo.

El saneamiento contempló la construcción de colectores marginales para captar las descargas de aguas residuales provenientes de los diversos asentamientos existentes a lo largo del cauce del río. Con una longitud de 20.9 kilómetros de colectores marginales y una inversión de 374 millones de pesos, este proyecto permitirá detener la contaminación de este río. La tarea se inició en 2010.

“Va a permitir una mitigación ecológica muy importante, se van a terminar con los malos olores que se tenían en toda esta zona; ahora ahí, en la Presa Anzaldo, lo que tendremos será agua de lluvia, pero ya no tendremos descarga de aguas que venían, digamos, de toda la parte alta de Contreras”, afirmó Mancera Espinosa.

Y abundó: “Gracias al saneamiento de los cauces y el desalojo de las aguas residuales que drenan directamente sobre la cuenca del Río Magdalena, se permitirá salvaguardar a la población de inundaciones por lluvias”.


PARTICIPACIÓN DE LA COMUNIDAD

Ocho meses después, el 2 de septiembre del año en curso, el periódico Reforma informó que “Por segunda vez, vecinos de Coyoacán se armaron con bolsas de plástico, guantes y botas impermeables y limpiaron el margen del Río Magdalena, en el tramo de Francisco Sosa camino a Avenida Progreso”.

Desde las 9:00 horas fueron por el margen del río para atrapar botellas, pañales, cartón y ropa que se encontraba entre las plantas que cubren la orilla, así como en los límites del cauce. En esta ocasión fueron acompañados por personal de la Delegación Coyoacán, quienes realizaron poda de árboles y recolección de basura, y por trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) quienes pescaron basura entre el caudal.

Carmen Aguilar Zinser, presidenta del Patronato de Amigos del Centro Histórico de Coyoacán, recuerda que durante su infancia jugaba entre el agua limpia del Río Magdalena que atravesaba por su casa, por lo que ahora busca recuperarlo para revivir esas vivencias en sus nietos.