/ miércoles 23 de enero de 2019

CARAS Y MÁSCARAS

Mestizaje símbolo de identidad nacional

Mestizaje es el encuentro biológico y cultural de etnias -conjunto de personas de una misma comunidad lingüística y cultural- diferentes, en el que estas se mezclan, dando nacimiento a nuevas etnias y nuevos fenotipos (rasgos visibles de los individuos). Si bien en la América colonial se denominó mestizo al hijo de un español y una india, el término es igualmente válido para cualquier otro tipo de cruzamiento biológico interétnico, puede también referirse a otros pueblos que hayan tenido un proceso de encuentro entre varias etnias o culturas, como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos.

La palabra mestizaje sirve para definir la mezcla biológica y cultural que se da entre dos etnias diferentes. Es una palabra que fue muy empleada durante la colonización en América, luego de la venida de los conquistadores europeos. Sin embargo, esta mezcla biológica no solo se produjo en este continente, sino también se dio en otras partes del mundo a lo largo de la historia.

El mestizo fue la secuela viviente del llamado encuentro entre dos mundos (el europeo y las etnias indígenas americanas) y en la mayoría de los casos representó el símbolo del abuso que trajo la conquista: grupos de soldados penetraban en los poblados de los naturales y violaban o robaban las mujeres. A esto se unieron las numerosas dádivas de mujeres que los indios hacían para garantizar las paces.


MESTIZAJE INTERÉTNICO

El mestizaje interétnico es un fenómeno que se produce desde la Prehistoria. En Europa fue particularmente importante a comienzos de la Edad Media, con grandes migraciones de pueblos nórdicos y asiáticos.

La ampliación del mundo, producida por el descubrimiento de América a fines del siglo XV, activó aún más el mestizaje, especialmente en el Nuevo Continente, en donde incursionaron grupos muy diversos: españoles, portugueses, franceses, africanos, etc.

El mestizaje de españoles e indios se inició en el primer viaje de Cristóbal Colón, y aumentó con el proceso de colonización. En México, el mestizaje comenzó en la península de Yucatán, cuando Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar se incorporan a una comunidad maya después de que su embarcación naufragara en aguas del Caribe. El primer mestizo de la Nueva España no fue el primer hijo de Cortés habido con doña Marina, sino los hijos engendrados por Gonzalo Guerrero y una mujer maya.

La aceptación social de la descendencia mestiza en el periodo inmediatamente posterior a la conquista (hubo incluso hijos de estas uniones que se incorporaron a la nobleza española) disminuyó a medida que avanzaba la colonización. La sociedad colonial llegó a ser cada vez más cerrada y rígidamente estratificada, de acuerdo con la adscripción social y el linaje biológico de los individuos.

La corona promovió una política tendiente a la separación de los tributarios indígenas del resto de la población novohispana y evitó, en general, los matrimonios mixtos. Estas restricciones, sin embargo, fueron pronto socavadas por la mezcla de razas que dio lugar a las llamadas castas, formadas en gran parte por los productos de las uniones ilegítimas de españoles, indios y negros.


LAS CASTAS

La mezcla genética entre europeos, indígenas y africanos que se produjo en México a partir del siglo XVI conformó una población mestiza con variadas características a las que se denominó castas, resultando amplia posibilidad de cruces que se dieron entre los tres grandes troncos étnicos: el indígena, el de procedencia europea y el de origen africano.

Entre los diferentes tipos se encuentran básicamente: el mestizo: unión entre el blanco español con el indígena; el mulato: unión entre el negro y el blanco español.

el morisco: unión entre el mulato y el español; el castizo: mezcla entre el blanco y el mestizo y el zambo: unión entre un indio y un negro. De estas castas se hicieron ilustraciones en numerosas obras, que se conservan en museos de España y México, en las que se muestra la clasificación de los individuos por sus características somáticas.


EL MESTIZAJE CULTURAL

Las primeras evidencias de mestizaje cultural se remontan a tiempos antiguos, con las primeras migraciones entre continentes, la llegada de los árabes a Europa, por ejemplo. A lo largo del tiempo el mestizaje cultural se puede atribuir a cuatro causas principales presentes en distintos momentos de la historia (en Europa o en América). Tales causas son:

El comercio. El intercambio de mercancías propició el desplazamiento de los elementos propios de cada cultura entre todas las que comerciaban, logrando que unas adoptaran prácticas y mecanismos propios de otras.

La migración. Los desplazamientos, por conflictos u otras causas generan influencias culturales en los lugares a donde llegan, popularizándose entre los locales y constituyendo una causa de gran peso en el mestizaje cultural.

La religión. Antes, durante y después del proceso de conquista en América, la iglesia católica ha tenido un gran poder como institución religiosa. Muchas naciones consideradas oficialmente cristianas (sobre todo americanas), tienen mucho que ver con el peso que llegó a tener el catolicismo en su vida política, económica y social particularmente en el período colonial.

La Conquista. La conquista de América es el episodio histórico al que se atribuye la mayor influencia al hablar de mestizaje cultural. La conquista no solo trajo cruces biológicos, sino también la imposición y adaptación de las tradiciones europeas en las comunidades americanas que definirían a la América que hoy en día existe.


DISCRIMINACIÓN DE LOS MESTIZOS

Los mestizos nunca fueron realmente aceptados ni por los españoles ni por los indígenas. No tenían cabida en ningún grupo. Criollos y españoles, ejercían una marcada discriminación sobre los mestizos y otras castas. siempre fueron considerados como “gente vil”, sin derecho para ocupar puestos reales o eclesiásticos, tampoco podían ser funcionarios públicos ni gozar de repartimiento, por orden expresa de Carlos V en el año 1549. Los mestizos podían casarse legítimamente con otras castas, pero nunca con una española o una criolla.

No tener sangre pura española (peninsular) era signo de inferioridad, y cuanta más «sangre española» se tuviera, mayor era la jerarquía social del individuo, incluso para tener acceso a la educación superior había que presentar un examen de «pureza de sangre». De ahí que los padres de los mestizos muchas veces pagaban a la administración para que sus hijos apareciesen en las actas de nacimiento como “españoles”. Los trabajos que les eran permitidos a los mestizos eran muy pocos; podían ser artesanos, carpinteros, albañiles, o peones. Todo ello se mantenía a pesar de que el número de mestizos fue aumentando considerablemente en el transcurso de la Colonia.


REIVINDICACIÓN DEL MESTIZAJE

Hacia finales del virreinato, la composición de la población de la Nueva España, que contaba con cerca de 6 millones de habitantes, era aun mayoritariamente indígena y sólo alrededor del 40 por ciento era de criollos y mestizos. Posteriormente, los movimientos de población durante las guerras de Independencia y de Reforma, el desarrollo industrial del Porfiriato, el incremento de la migración rural-urbana y la formación de metrópolis cosmopolitas, condicionaron profundamente las mezclas y dieron como resultado los variados rostros de los pobladores del país.

La visión que podemos obtener de la población mexicana contemporánea en relación con las características físicas es producto de diversas experiencias demográficas particulares a lo largo de la historia y lo ancho del territorio nacional.

En el siglo XX, en particular, después de la revolución mexicana, la palabra mestizo empezó a adquirir significados positivos. La gran amalgama étnica y cultural creada no sólo por los españoles y la gente nativa, sino también por generaciones de inmigrantes de otras nacionalidades perdura y hoy en día se considera símbolo de la nacionalidad mexicana.

Mestizaje símbolo de identidad nacional

Mestizaje es el encuentro biológico y cultural de etnias -conjunto de personas de una misma comunidad lingüística y cultural- diferentes, en el que estas se mezclan, dando nacimiento a nuevas etnias y nuevos fenotipos (rasgos visibles de los individuos). Si bien en la América colonial se denominó mestizo al hijo de un español y una india, el término es igualmente válido para cualquier otro tipo de cruzamiento biológico interétnico, puede también referirse a otros pueblos que hayan tenido un proceso de encuentro entre varias etnias o culturas, como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos.

La palabra mestizaje sirve para definir la mezcla biológica y cultural que se da entre dos etnias diferentes. Es una palabra que fue muy empleada durante la colonización en América, luego de la venida de los conquistadores europeos. Sin embargo, esta mezcla biológica no solo se produjo en este continente, sino también se dio en otras partes del mundo a lo largo de la historia.

El mestizo fue la secuela viviente del llamado encuentro entre dos mundos (el europeo y las etnias indígenas americanas) y en la mayoría de los casos representó el símbolo del abuso que trajo la conquista: grupos de soldados penetraban en los poblados de los naturales y violaban o robaban las mujeres. A esto se unieron las numerosas dádivas de mujeres que los indios hacían para garantizar las paces.


MESTIZAJE INTERÉTNICO

El mestizaje interétnico es un fenómeno que se produce desde la Prehistoria. En Europa fue particularmente importante a comienzos de la Edad Media, con grandes migraciones de pueblos nórdicos y asiáticos.

La ampliación del mundo, producida por el descubrimiento de América a fines del siglo XV, activó aún más el mestizaje, especialmente en el Nuevo Continente, en donde incursionaron grupos muy diversos: españoles, portugueses, franceses, africanos, etc.

El mestizaje de españoles e indios se inició en el primer viaje de Cristóbal Colón, y aumentó con el proceso de colonización. En México, el mestizaje comenzó en la península de Yucatán, cuando Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar se incorporan a una comunidad maya después de que su embarcación naufragara en aguas del Caribe. El primer mestizo de la Nueva España no fue el primer hijo de Cortés habido con doña Marina, sino los hijos engendrados por Gonzalo Guerrero y una mujer maya.

La aceptación social de la descendencia mestiza en el periodo inmediatamente posterior a la conquista (hubo incluso hijos de estas uniones que se incorporaron a la nobleza española) disminuyó a medida que avanzaba la colonización. La sociedad colonial llegó a ser cada vez más cerrada y rígidamente estratificada, de acuerdo con la adscripción social y el linaje biológico de los individuos.

La corona promovió una política tendiente a la separación de los tributarios indígenas del resto de la población novohispana y evitó, en general, los matrimonios mixtos. Estas restricciones, sin embargo, fueron pronto socavadas por la mezcla de razas que dio lugar a las llamadas castas, formadas en gran parte por los productos de las uniones ilegítimas de españoles, indios y negros.


LAS CASTAS

La mezcla genética entre europeos, indígenas y africanos que se produjo en México a partir del siglo XVI conformó una población mestiza con variadas características a las que se denominó castas, resultando amplia posibilidad de cruces que se dieron entre los tres grandes troncos étnicos: el indígena, el de procedencia europea y el de origen africano.

Entre los diferentes tipos se encuentran básicamente: el mestizo: unión entre el blanco español con el indígena; el mulato: unión entre el negro y el blanco español.

el morisco: unión entre el mulato y el español; el castizo: mezcla entre el blanco y el mestizo y el zambo: unión entre un indio y un negro. De estas castas se hicieron ilustraciones en numerosas obras, que se conservan en museos de España y México, en las que se muestra la clasificación de los individuos por sus características somáticas.


EL MESTIZAJE CULTURAL

Las primeras evidencias de mestizaje cultural se remontan a tiempos antiguos, con las primeras migraciones entre continentes, la llegada de los árabes a Europa, por ejemplo. A lo largo del tiempo el mestizaje cultural se puede atribuir a cuatro causas principales presentes en distintos momentos de la historia (en Europa o en América). Tales causas son:

El comercio. El intercambio de mercancías propició el desplazamiento de los elementos propios de cada cultura entre todas las que comerciaban, logrando que unas adoptaran prácticas y mecanismos propios de otras.

La migración. Los desplazamientos, por conflictos u otras causas generan influencias culturales en los lugares a donde llegan, popularizándose entre los locales y constituyendo una causa de gran peso en el mestizaje cultural.

La religión. Antes, durante y después del proceso de conquista en América, la iglesia católica ha tenido un gran poder como institución religiosa. Muchas naciones consideradas oficialmente cristianas (sobre todo americanas), tienen mucho que ver con el peso que llegó a tener el catolicismo en su vida política, económica y social particularmente en el período colonial.

La Conquista. La conquista de América es el episodio histórico al que se atribuye la mayor influencia al hablar de mestizaje cultural. La conquista no solo trajo cruces biológicos, sino también la imposición y adaptación de las tradiciones europeas en las comunidades americanas que definirían a la América que hoy en día existe.


DISCRIMINACIÓN DE LOS MESTIZOS

Los mestizos nunca fueron realmente aceptados ni por los españoles ni por los indígenas. No tenían cabida en ningún grupo. Criollos y españoles, ejercían una marcada discriminación sobre los mestizos y otras castas. siempre fueron considerados como “gente vil”, sin derecho para ocupar puestos reales o eclesiásticos, tampoco podían ser funcionarios públicos ni gozar de repartimiento, por orden expresa de Carlos V en el año 1549. Los mestizos podían casarse legítimamente con otras castas, pero nunca con una española o una criolla.

No tener sangre pura española (peninsular) era signo de inferioridad, y cuanta más «sangre española» se tuviera, mayor era la jerarquía social del individuo, incluso para tener acceso a la educación superior había que presentar un examen de «pureza de sangre». De ahí que los padres de los mestizos muchas veces pagaban a la administración para que sus hijos apareciesen en las actas de nacimiento como “españoles”. Los trabajos que les eran permitidos a los mestizos eran muy pocos; podían ser artesanos, carpinteros, albañiles, o peones. Todo ello se mantenía a pesar de que el número de mestizos fue aumentando considerablemente en el transcurso de la Colonia.


REIVINDICACIÓN DEL MESTIZAJE

Hacia finales del virreinato, la composición de la población de la Nueva España, que contaba con cerca de 6 millones de habitantes, era aun mayoritariamente indígena y sólo alrededor del 40 por ciento era de criollos y mestizos. Posteriormente, los movimientos de población durante las guerras de Independencia y de Reforma, el desarrollo industrial del Porfiriato, el incremento de la migración rural-urbana y la formación de metrópolis cosmopolitas, condicionaron profundamente las mezclas y dieron como resultado los variados rostros de los pobladores del país.

La visión que podemos obtener de la población mexicana contemporánea en relación con las características físicas es producto de diversas experiencias demográficas particulares a lo largo de la historia y lo ancho del territorio nacional.

En el siglo XX, en particular, después de la revolución mexicana, la palabra mestizo empezó a adquirir significados positivos. La gran amalgama étnica y cultural creada no sólo por los españoles y la gente nativa, sino también por generaciones de inmigrantes de otras nacionalidades perdura y hoy en día se considera símbolo de la nacionalidad mexicana.