/ miércoles 27 de marzo de 2019

CARAS Y MÁSCARAS

Cortés se acerca a la República de Tlaxcallan

  • En febrero se inicia la conmemoración del V Centenario de la presencia de Hernán Cortés en Mesoamérica...

Y, particularmente, en el territorio de la Confederación de los Cuatro Señoríos: Ocotelulco, Quiahuiztlán, Tepeticpac y Tizatlán.

Con tal motivo diversas entidades públicas, académicas y culturales, entre ellas el gobierno del estado de Tlaxcala, han empezado a desarrollar programas para recordar y, sobre todo, reflexionar, acerca de la significación y los efectos del denominado encuentro de dos culturas.

Una de las acciones que despiertan el interés para seguir su desarrollo, es el que ha iniciado el periódico Crónica, que consiste en publicar una cronología de la expedición de Hernán Cortés basada en tres libros: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo; Hernán Cortés, de José Luis Martínez y La Conquista de México, de Hugh Thomas, lo singular de esta cronología es que está ilustrada con un mapa informativo e interactivo de Google Maps. El trabajo se encuentra a cargo de la periodista Reyna Paz Avendaño.

Aunque existen diferencias en las fechas entre los autores citados y otros historiadores, tal circunstancia no afecta la descripción de lo esencial de los acontecimientos.

A continuación se presenta una síntesis de los pasajes referidos en la línea del tiempo considerada por la autora de la crónica.

10 de febrero de 1519

Reyna Paz Avendaño inicia su relato indicando que "en 1519 Cortés tenía 34 años, sabía algo de latín, de administración agrícola, rudimentos mineros, práctica jurídica municipal y ya había tenido sus primeras acciones de armas que lo habían mostrado valiente y decidido.”

Luego cita a Bernal Díaz del Castillo, quien recuerda que en La Habana "En diez días del mes de febrero de mil quinientos diez y nueve años, después de haber oído misa, nos hicimos a la vela con nueve navíos por la banda del sur, y con dos navíos por la banda del norte." En los 11 navíos, grandes y pequeños, se encontraban 32 ballesteros, 13 escopeteros y mucha pólvora. El destino inmediato era la isla de Cozumel.

La periodista complementa la referencia a este hecho acudiendo al historiador Hugh Thomas, quien señala que una tercera parte de los hombres de Cortés ya habían estado allí con Juan de Grijalva, pero para Cortés y los demás expedicionarios, Quintana Roo era una tierra extraña.

Bernal Díaz del Castillo, a su vez, da cuenta de una acción que se repetiría posteriormente durante el viaje de Cortés por Mesoamérica:

“Había allí en Cozumel unos ídolos de muy disformes figuras, y estaban en un adoratorio en que ellos tenían por costumbre en aquella tierra, por aquel tiempo, de sacrificar. Y una mañana estaba lleno un patio, donde estaban los ídolos, de muchos indios e indias quemando resma, que es como nuestro incienso.

“Y luego Cortés mandó que (a los ídolos) los despedazásemos y echásemos a rodar unas gradas abajo, y así se hizo. Y luego mandó traer mucha cal y se hizo un altar muy limpio donde pusimos la imagen de Nuestra Señora”.

12 de marzo de 1519


Después de abandonar Cozumel, Hernán Cortés y sus hombres se dirigieron al río Grijalva, Tabasco, en donde encontraron resistencia de 12 mil guerreros mayas chontales. quienes les pidieron que se retiraran, a lo que los españoles se negaron.

Bernal Díaz del Castillo dice al respecto: “Les hicimos el requerimiento de que nos dejasen saltar en tierra y tomar agua y hablarles cosas de Dios y de su Majestad; y que, si guerra nos daban, que, si por defendernos algunas muertes hubiese y otros cualesquiera daños, fuesen a su culpa y cargo y no a la nuestra”.

13 de marzo de 1519

La tropa española ingresó por un sendero a Potonchán, ahí Cortés desenvainó su espada e hizo tres cortes en un árbol de ceiba para marcar su territorio y para adentrarse a Potonchán mandó 100 soldados, 12 ballesteros y escopeteros.

Fe álgida la batalla que hubo en el sitio denominado Centla –al que se refirió recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador al dar a conocer la petición que hizo al rey de España, Felipe VI, y al papa Francisco, para que se disculpen por los agravios hechos a los pueblos originarios durante la Conquista-. Los mayas eran superiores en el combate hasta que Cortés ordenó el desembarco de los caballos.

Hugh Thomas reconstruye el efecto que produce en los indígenas la presencia de los caballos: “La impresión producida por Cortés y una docena de jinetes (entre ellos, algunos de sus mejores hombres) fue espectacular, impresión debida tanto a la velocidad de los animales como a la facilidad con que los españoles montaban. Los indios creyeron que realmente se trataba de monstruos”.

14 de marzo de 1519

Este día los españoles ganaron la batalla. “Los mayas, espantados, ofrendaron al caballo no sólo pavos, sino también flores. Cortés explicó a los indios que los apóstoles se habían enfadado porque sus tropas habían sido atacadas y, por ello, ordenó que se disparara un cañón. Eso tuvo también el resultado deseado: inspirar terror”, Hugh Thomas.

En la entrega de su artículo del 19/03/2019, Reyna Paz Avendaño hace una descripción amplia de esta batalla.

La Malinche

Cortés se estableció en Centla y a cambio del permiso para que los mayas enterraran a sus muertos, éstos aceptaron ser aliados. Como señal de paz le llevaron alimentos y regalos: objetos de oro y 20 mujeres, entre ellas, Malinalli.

Hugh Thomas comenta: “Entre las mujeres donadas por el jefe indígena a Cortés se hallaba una que hablaba tanto maya chontal como náhuatl, las lenguas de Potonchan y del imperio mexicano. Esto le permitió hablar primero en náhuatl con los mexicas y, luego, en maya con Gerónimo de Aguilar que, a su vez, traducía al castellano para Cortés”.

Previsiblemente la cronología que se comenta concluirá el 8 de noviembre de 1519, fecha del encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma Xocoyotzin, a la entrada de la Gran Tenochtitlán. Antes habrá que prestar atención al relato del desplazamiento del conquistador de Ixtacamaxtitlan, hoy municipio del estado de Puebla, a la frontera con la República de Tlaxcallan. Estaremos atentos al relato.

Cortés se acerca a la República de Tlaxcallan

  • En febrero se inicia la conmemoración del V Centenario de la presencia de Hernán Cortés en Mesoamérica...

Y, particularmente, en el territorio de la Confederación de los Cuatro Señoríos: Ocotelulco, Quiahuiztlán, Tepeticpac y Tizatlán.

Con tal motivo diversas entidades públicas, académicas y culturales, entre ellas el gobierno del estado de Tlaxcala, han empezado a desarrollar programas para recordar y, sobre todo, reflexionar, acerca de la significación y los efectos del denominado encuentro de dos culturas.

Una de las acciones que despiertan el interés para seguir su desarrollo, es el que ha iniciado el periódico Crónica, que consiste en publicar una cronología de la expedición de Hernán Cortés basada en tres libros: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo; Hernán Cortés, de José Luis Martínez y La Conquista de México, de Hugh Thomas, lo singular de esta cronología es que está ilustrada con un mapa informativo e interactivo de Google Maps. El trabajo se encuentra a cargo de la periodista Reyna Paz Avendaño.

Aunque existen diferencias en las fechas entre los autores citados y otros historiadores, tal circunstancia no afecta la descripción de lo esencial de los acontecimientos.

A continuación se presenta una síntesis de los pasajes referidos en la línea del tiempo considerada por la autora de la crónica.

10 de febrero de 1519

Reyna Paz Avendaño inicia su relato indicando que "en 1519 Cortés tenía 34 años, sabía algo de latín, de administración agrícola, rudimentos mineros, práctica jurídica municipal y ya había tenido sus primeras acciones de armas que lo habían mostrado valiente y decidido.”

Luego cita a Bernal Díaz del Castillo, quien recuerda que en La Habana "En diez días del mes de febrero de mil quinientos diez y nueve años, después de haber oído misa, nos hicimos a la vela con nueve navíos por la banda del sur, y con dos navíos por la banda del norte." En los 11 navíos, grandes y pequeños, se encontraban 32 ballesteros, 13 escopeteros y mucha pólvora. El destino inmediato era la isla de Cozumel.

La periodista complementa la referencia a este hecho acudiendo al historiador Hugh Thomas, quien señala que una tercera parte de los hombres de Cortés ya habían estado allí con Juan de Grijalva, pero para Cortés y los demás expedicionarios, Quintana Roo era una tierra extraña.

Bernal Díaz del Castillo, a su vez, da cuenta de una acción que se repetiría posteriormente durante el viaje de Cortés por Mesoamérica:

“Había allí en Cozumel unos ídolos de muy disformes figuras, y estaban en un adoratorio en que ellos tenían por costumbre en aquella tierra, por aquel tiempo, de sacrificar. Y una mañana estaba lleno un patio, donde estaban los ídolos, de muchos indios e indias quemando resma, que es como nuestro incienso.

“Y luego Cortés mandó que (a los ídolos) los despedazásemos y echásemos a rodar unas gradas abajo, y así se hizo. Y luego mandó traer mucha cal y se hizo un altar muy limpio donde pusimos la imagen de Nuestra Señora”.

12 de marzo de 1519


Después de abandonar Cozumel, Hernán Cortés y sus hombres se dirigieron al río Grijalva, Tabasco, en donde encontraron resistencia de 12 mil guerreros mayas chontales. quienes les pidieron que se retiraran, a lo que los españoles se negaron.

Bernal Díaz del Castillo dice al respecto: “Les hicimos el requerimiento de que nos dejasen saltar en tierra y tomar agua y hablarles cosas de Dios y de su Majestad; y que, si guerra nos daban, que, si por defendernos algunas muertes hubiese y otros cualesquiera daños, fuesen a su culpa y cargo y no a la nuestra”.

13 de marzo de 1519

La tropa española ingresó por un sendero a Potonchán, ahí Cortés desenvainó su espada e hizo tres cortes en un árbol de ceiba para marcar su territorio y para adentrarse a Potonchán mandó 100 soldados, 12 ballesteros y escopeteros.

Fe álgida la batalla que hubo en el sitio denominado Centla –al que se refirió recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador al dar a conocer la petición que hizo al rey de España, Felipe VI, y al papa Francisco, para que se disculpen por los agravios hechos a los pueblos originarios durante la Conquista-. Los mayas eran superiores en el combate hasta que Cortés ordenó el desembarco de los caballos.

Hugh Thomas reconstruye el efecto que produce en los indígenas la presencia de los caballos: “La impresión producida por Cortés y una docena de jinetes (entre ellos, algunos de sus mejores hombres) fue espectacular, impresión debida tanto a la velocidad de los animales como a la facilidad con que los españoles montaban. Los indios creyeron que realmente se trataba de monstruos”.

14 de marzo de 1519

Este día los españoles ganaron la batalla. “Los mayas, espantados, ofrendaron al caballo no sólo pavos, sino también flores. Cortés explicó a los indios que los apóstoles se habían enfadado porque sus tropas habían sido atacadas y, por ello, ordenó que se disparara un cañón. Eso tuvo también el resultado deseado: inspirar terror”, Hugh Thomas.

En la entrega de su artículo del 19/03/2019, Reyna Paz Avendaño hace una descripción amplia de esta batalla.

La Malinche

Cortés se estableció en Centla y a cambio del permiso para que los mayas enterraran a sus muertos, éstos aceptaron ser aliados. Como señal de paz le llevaron alimentos y regalos: objetos de oro y 20 mujeres, entre ellas, Malinalli.

Hugh Thomas comenta: “Entre las mujeres donadas por el jefe indígena a Cortés se hallaba una que hablaba tanto maya chontal como náhuatl, las lenguas de Potonchan y del imperio mexicano. Esto le permitió hablar primero en náhuatl con los mexicas y, luego, en maya con Gerónimo de Aguilar que, a su vez, traducía al castellano para Cortés”.

Previsiblemente la cronología que se comenta concluirá el 8 de noviembre de 1519, fecha del encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma Xocoyotzin, a la entrada de la Gran Tenochtitlán. Antes habrá que prestar atención al relato del desplazamiento del conquistador de Ixtacamaxtitlan, hoy municipio del estado de Puebla, a la frontera con la República de Tlaxcallan. Estaremos atentos al relato.