El pasado 26 de junio el director de Epidemiología de la Secretaría de Salud federal (Ssa), José Luis Alomía, anunció que México había rebasado los 200 mil contagios y los 25 mil decesos por la Covid-19. Ante esos datos, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, expresó que la proyección matemática establecía el fin del mal en cuatro meses a partir de entonces, es decir, para octubre, más tal pronóstico dependería, entre otros factores, de "sí y sólo sí" la reducción de la movilidad se mantuviera en el nivel apropiado, o sea, que la población cumpliera con las medidas preventivas y el resguardo domiciliario. Pero igual señalaba: "Desafortunadamente no en todas las entidades se ha logrado mantener una reducción suficiente de movilidad… muchas empresas no cerraron a tiempo… La consecuencia: un mes después se registran 400 mil contagios y 45 mil muertes por la pandemia.
Por su parte, Tedros Adhamon, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a finales de junio consideraba que "El virus tiene todavía mucho espacio para moverse, todos queremos que esto termine, todos queremos volver a la normalidad, pero la realidad es que esto ni siquiera está cerca de terminar", porque –afirmaba-, aunque muchos países han conseguido controlar la propagación del coronavirus, otros lo están viendo resurgir y la tendencia mundial es a una aceleración de las infecciones. Tal reflexión coincidía con el día (29/06/2020) en el que oficialmente se habían superado los diez millones de contagios y medio millón de víctimas mortales por la Covid-19.
Apenas pasado un mes, la humanidad resintió otra dolorosa noticia: al 23 de julio, la semana pasada, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins, en el mundo la pandemia llevaba 15 millones 357 mil contagiados y 626 mil 357 decesos. Recientemente, la Organización de Naciones Unidas advirtió que la pandemia y la recesión mundial podrían aumentar la pobreza en el mundo y llevar a 265 millones de personas al borde de la inanición.
Tiempos sin precedente requieren medidas sociales y económicas sin precedente, la introducción de un ingreso básico temporal para las personas más pobres se ha convertido en opción, indica Achim Steiner, administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien estima que unos 199 mil millones de dólares por mes proveerían un ingreso mínimo durante seis meses a los 2 mil 700 millones de personas que viven en el umbral de la pobreza. Subraya que es urgente esta acción para ayudar a frenar la pandemia, que se propaga a más de 1.5 millones de nuevos casos por semana, especialmente en los 132 países en desarrollo donde siete de cada 10 trabajadores viven de los mercados informales y no pueden obtener dinero si se quedan en sus casas. El clamor por un ingreso básico, en México ha tenido las siguientes iniciativas, referidas en un artículo aparecido en el diario El Economista del 08/96/2020:
Instrumento: ingreso único vital; promovente: diputados federales de casi todos los partidos; duración: tres meses; beneficiarios: personas desempleadas a consecuencia de la emergencia sanitaria, incluidas las del sector informal.
Instrumento: ingreso vital; promoventes: Movimiento Ciudadano, académicos, activistas, sindicatos y trabajadores; duración: entre tres y cinco meses; beneficiarios: 20 millones de personas afectadas por la crisis económica, concretamente personas que perdieron su empleo y vieron afectados sus ingresos formales e informales.
Instrumento: salario solidario; promovente: Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); duración: dos meses; beneficiarios: trabajadores formales registrados ante el IMSS.
Instrumento: ingreso básico universal; promovente: Partido Acción Nacional (PAN); duración: tiempo de la emergencia sanitaria; beneficiarios: todas las personas económicamente activas, formales e informales, en caso de suspensión de labores derivada de una contingencia.
Instrumento: ingreso básico ciudadano; promovente: Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA); duración: no disponible; beneficiarios: personas afectadas económicamente por la emergencia sanitaria de la Covid-19.
El Sol de Tlaxcala, en su edición del 22/06/2020 informó que la licenciada Anabell Ávalos Zempoalteca, presidenta municipal de Tlaxcala, participó en el foro virtual "Ingreso Vital, una visión social", donde externó su apoyo a la implementación de la iniciativa del Ingreso Vital en el estado, que consiste en brindar un apoyo económico temporal proveniente del Gobierno Federal para personas que más lo necesiten durante la pandemia del Coronavirus.
