/ miércoles 11 de diciembre de 2019

Caras y Máscaras | De los resultados de PISA todos somos responsables

El informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) es un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a nivel mundial para medir el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencias y lectura.

Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados, ya que este análisis no evalúa al alumno, sino al sistema en el que está siendo educado. El estudio se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes de 15 años a partir de unos exámenes estandarizados que, desde el año 2000, se realizan cada tres años en diversos países. Aunque es considerado como un sistema "objetivo" de comparación, su formulación está sujeta a muchas críticas, por cuanto que es un análisis meramente cuantitativo.

Un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí que funciona como un todo. Es un conjunto ordenado de normas y procedimientos que regulan el funcionamiento de un grupo o colectividad. Ejemplos: un sistema político o un sistema económico y, desde luego, un sistema educativo.

Pisa no evalúa el currículum sino las competencias

PISA no evalúa un nivel escolar específico ni materias escolares, sino revisa las tres áreas de competencias antes mencionadas con pruebas diseñadas para ser independientes del currículum (y así poder comparar diversos países).

PISA revisa las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico. No mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas a partir de la aplicación de conocimientos de cada una de las áreas examinadas.

La mayoría de los reactivos de PISA se pueden responder correctamente sin tener ningún conocimiento del currículo escolar. Los resultados obtenidos, en consecuencia, se deben más bien a diferencias en el cociente intelectual (CI) de los países que a la eficiencia de sus sistemas educativos. En el CI entran en juego diversos factores que nada tienen que ver con la escuela, como son el cuidado prenatal o la alimentación en la infancia.

Sin embargo, la finalidad de PISA, en última instancia, no es solo describir la situación de la educación escolar en los países, sino también promover su mejoramiento.

Prueba PISA 2018

Aunque México ha aumentado la matrícula de sus estudiantes en los últimos años, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA 2018 divulgados por la OCDE, se mantiene en los niveles más bajos en términos de aprendizaje en las áreas de matemáticas, ciencias y lectura.

Según el estudio, que evalúa las competencias de los estudiantes en las ramas referidas, México obtuvo un rendimiento de 420 puntos en lectura, 409 en matemáticas y 419 en ciencias. En los mismos rubros el promedio de la OCDE se ubicó en 487, 489 y 489 respectivamente, por lo que México se ubicó por debajo del promedio. El rendimiento promedio de los estudiantes mexicanos de 15 años de edad, que son evaluados en la prueba de la OCDE, bajó tres puntos en lectura, subió uno en matemáticas y subió tres en ciencias.

En la prueba que comprendió un total de 1 millón 480 mil 904 estudiantes mexicanos de 15 años, los cuales representan 66 % de la población total de dicha edad, solo el 1 % mostró habilidades avanzadas en lectura.

El informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) es un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a nivel mundial para medir el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencias y lectura.

Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados, ya que este análisis no evalúa al alumno, sino al sistema en el que está siendo educado. El estudio se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes de 15 años a partir de unos exámenes estandarizados que, desde el año 2000, se realizan cada tres años en diversos países. Aunque es considerado como un sistema "objetivo" de comparación, su formulación está sujeta a muchas críticas, por cuanto que es un análisis meramente cuantitativo.

Un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí que funciona como un todo. Es un conjunto ordenado de normas y procedimientos que regulan el funcionamiento de un grupo o colectividad. Ejemplos: un sistema político o un sistema económico y, desde luego, un sistema educativo.

Pisa no evalúa el currículum sino las competencias

PISA no evalúa un nivel escolar específico ni materias escolares, sino revisa las tres áreas de competencias antes mencionadas con pruebas diseñadas para ser independientes del currículum (y así poder comparar diversos países).

PISA revisa las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico. No mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas a partir de la aplicación de conocimientos de cada una de las áreas examinadas.

La mayoría de los reactivos de PISA se pueden responder correctamente sin tener ningún conocimiento del currículo escolar. Los resultados obtenidos, en consecuencia, se deben más bien a diferencias en el cociente intelectual (CI) de los países que a la eficiencia de sus sistemas educativos. En el CI entran en juego diversos factores que nada tienen que ver con la escuela, como son el cuidado prenatal o la alimentación en la infancia.

Sin embargo, la finalidad de PISA, en última instancia, no es solo describir la situación de la educación escolar en los países, sino también promover su mejoramiento.

Prueba PISA 2018

Aunque México ha aumentado la matrícula de sus estudiantes en los últimos años, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA 2018 divulgados por la OCDE, se mantiene en los niveles más bajos en términos de aprendizaje en las áreas de matemáticas, ciencias y lectura.

Según el estudio, que evalúa las competencias de los estudiantes en las ramas referidas, México obtuvo un rendimiento de 420 puntos en lectura, 409 en matemáticas y 419 en ciencias. En los mismos rubros el promedio de la OCDE se ubicó en 487, 489 y 489 respectivamente, por lo que México se ubicó por debajo del promedio. El rendimiento promedio de los estudiantes mexicanos de 15 años de edad, que son evaluados en la prueba de la OCDE, bajó tres puntos en lectura, subió uno en matemáticas y subió tres en ciencias.

En la prueba que comprendió un total de 1 millón 480 mil 904 estudiantes mexicanos de 15 años, los cuales representan 66 % de la población total de dicha edad, solo el 1 % mostró habilidades avanzadas en lectura.