/ miércoles 13 de mayo de 2020

Caras y Máscaras | Estrategias para la recuperación económica

El confinamiento para limitar la propagación del Covid-19 incide negativamente en la producción y el consumo de mercancías y servicios. Las medidas de protección sanitaria de la población han reducido drásticamente la actividad económica. Impulsar el proceso de reactivación de la economía será muy complicado y necesitará importantes medios, el problema central es cómo financiarlos.

En la mayor parte de los países se han puesto en marcha políticas de apoyo a la actividad económica en dos vertientes: por un lado, ayudando a mantener la capacidad de producción y, por otro, mediante el respaldo a la demanda.

El financiamiento de la recuperación, según el economista Keynes, debe ser aportado por los que más tienen. Es necesario que disminuya el atesoramiento del 10 por ciento de quienes ganan más, que se incremente la movilización del potencial económico y se comprometa la utilización del excedente en inversión. Es importante acrecentar la progresividad de los impuestos al ingreso, las ganancias y los bienes personales, especialmente al 1 por ciento de quienes ganan más.

Keynes afirmaba que una diferencia amplia de los ingresos entre los ciudadanos introduce una disparidad entre el deseo y la posibilidad de consumir, por tanto, planteó que una mayor equidad distributiva del ingreso no solo es más justa, sino más eficaz para el funcionamiento de la economía. El incremento del poder de compra para aumentar la demanda efectiva impone un incremento del ingreso real de los sectores menos favorecidos y, por tanto, los precios reales de los alimentos y las tarifas de los servicios básicos deben aumentar menos que los salarios, el Estado debe acentuar el control de los precios para impedir que el esfuerzo de muchos, incluidos los ricos que pagarán más impuestos, sea aprovechado por agentes económicos inescrupulosos.

En una situación de emergencia sanitaria como la que se vive, la solución no puede dejarse a la libre acción de las fuerzas del mercado. De modo que la intervención del Estado, tanto en la asignación de los recursos cuanto en la regulación de su aplicación, hará posible una eficacia superior de la actividad económica. En tal marco en buena medida se incluyen las estrategias de los gobiernos federal y estatal para trasponer la situación crítica que la economía nacional padecerá como secuela de la pandemia del Covid-19.

El presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que entre las acciones de la estrategia que lleva a cabo su gobierno para atender la crisis, se encuentran: 1. Proteger al 70 por ciento de los hogares mexicanos, empezando por los más pobres; 2. "Inyectar recursos", para fortalecer la economía popular y el consumo (pensión para adultos mayores y becas) y 3. Acciones para beneficiar al 30 por ciento de las familias mexicanas de clase media y media alta: a) Que no haya corrupción, impunidad ni influyentismo; b) Reducir el gasto del gobierno; c) Garantizar libertades de todos los ciudadanos, no censura ni represión; d) Garantizar un verdadero Estado de Derecho; e) Garantizar la paz con justicia; f) No aumento de impuestos; g) No aumentar el precio de los combustibles; h) Seguir bajando las tasas de interés; i) Inversión para obras públicas (aeropuerto de Santa Lucía, refinería Dos Bocas y Tren Maya) y j) Firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En el ámbito estatal, el gobernador Marco Mena dio a conocer que, además de las facilidades fiscales (suspensión del Impuesto sobre Nómina -de mayo a junio- y del Impuesto sobre Servicio de Hospedaje durante el resto del año) y de la iniciativa de Ley Estatal de Mejora Regulatoria para reducir tiempos y costos a las empresas, se otorgarán apoyos al sector productivo por 275 millones de pesos durante el presente año.

El confinamiento para limitar la propagación del Covid-19 incide negativamente en la producción y el consumo de mercancías y servicios. Las medidas de protección sanitaria de la población han reducido drásticamente la actividad económica. Impulsar el proceso de reactivación de la economía será muy complicado y necesitará importantes medios, el problema central es cómo financiarlos.

En la mayor parte de los países se han puesto en marcha políticas de apoyo a la actividad económica en dos vertientes: por un lado, ayudando a mantener la capacidad de producción y, por otro, mediante el respaldo a la demanda.

El financiamiento de la recuperación, según el economista Keynes, debe ser aportado por los que más tienen. Es necesario que disminuya el atesoramiento del 10 por ciento de quienes ganan más, que se incremente la movilización del potencial económico y se comprometa la utilización del excedente en inversión. Es importante acrecentar la progresividad de los impuestos al ingreso, las ganancias y los bienes personales, especialmente al 1 por ciento de quienes ganan más.

Keynes afirmaba que una diferencia amplia de los ingresos entre los ciudadanos introduce una disparidad entre el deseo y la posibilidad de consumir, por tanto, planteó que una mayor equidad distributiva del ingreso no solo es más justa, sino más eficaz para el funcionamiento de la economía. El incremento del poder de compra para aumentar la demanda efectiva impone un incremento del ingreso real de los sectores menos favorecidos y, por tanto, los precios reales de los alimentos y las tarifas de los servicios básicos deben aumentar menos que los salarios, el Estado debe acentuar el control de los precios para impedir que el esfuerzo de muchos, incluidos los ricos que pagarán más impuestos, sea aprovechado por agentes económicos inescrupulosos.

En una situación de emergencia sanitaria como la que se vive, la solución no puede dejarse a la libre acción de las fuerzas del mercado. De modo que la intervención del Estado, tanto en la asignación de los recursos cuanto en la regulación de su aplicación, hará posible una eficacia superior de la actividad económica. En tal marco en buena medida se incluyen las estrategias de los gobiernos federal y estatal para trasponer la situación crítica que la economía nacional padecerá como secuela de la pandemia del Covid-19.

El presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que entre las acciones de la estrategia que lleva a cabo su gobierno para atender la crisis, se encuentran: 1. Proteger al 70 por ciento de los hogares mexicanos, empezando por los más pobres; 2. "Inyectar recursos", para fortalecer la economía popular y el consumo (pensión para adultos mayores y becas) y 3. Acciones para beneficiar al 30 por ciento de las familias mexicanas de clase media y media alta: a) Que no haya corrupción, impunidad ni influyentismo; b) Reducir el gasto del gobierno; c) Garantizar libertades de todos los ciudadanos, no censura ni represión; d) Garantizar un verdadero Estado de Derecho; e) Garantizar la paz con justicia; f) No aumento de impuestos; g) No aumentar el precio de los combustibles; h) Seguir bajando las tasas de interés; i) Inversión para obras públicas (aeropuerto de Santa Lucía, refinería Dos Bocas y Tren Maya) y j) Firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En el ámbito estatal, el gobernador Marco Mena dio a conocer que, además de las facilidades fiscales (suspensión del Impuesto sobre Nómina -de mayo a junio- y del Impuesto sobre Servicio de Hospedaje durante el resto del año) y de la iniciativa de Ley Estatal de Mejora Regulatoria para reducir tiempos y costos a las empresas, se otorgarán apoyos al sector productivo por 275 millones de pesos durante el presente año.