La palabra identidad hace referencia al conjunto de rasgos de una persona o cosa que permite distinguirla de otras, se puede entender también como la concepción que tiene una comunidad sobre sí misma en relación a otras comunidades; alude, también, a la información o los datos que identifican y distinguen oficialmente a una persona de otra.
La cultura, por otra parte, es el conjunto de bienes materiales y espirituales de un grupo social que, transmitido de generación en generación, comprende idioma, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, conocimientos y herramientas.
Cada cultura manifiesta una visión del mundo derivada de la realidad que vive el grupo social al que pertenece. No existen grupos sociales "incultos" o carentes de cultura, existen, por lo contrario, diferentes culturas y, al interior de estas, diversos grupos culturales respecto a la cultura dominante.
Se llama identidad cultural al conjunto de costumbres, tradiciones, creencias y formas de vida que hace posible a los integrantes de un grupo distinguirse de otros grupos. La identidad cultural y la interculturalidad son conceptos complementarios que propician a una persona o grupo afirmar su propia identidad y, a la vez, entablar relaciones con otras culturas.
La identidad nacional suele definirse como la personalidad de una comunidad, como el sentimiento de pertenencia a un estado o nación, basado en cuatro pilares: el idioma; los usos, costumbres y tradiciones; los símbolos patrios y la religión.
Las identidades nacionales, que para distinguirse utilizan escudos, banderas, himnos y monedas, involucran identidades individuales y se adquieren por oriundez, residencia o vinculación a las costumbres y tradiciones.
Las identidades nacionales se expresan en distintas formas y grados, como el patriotismo (sentimiento de los seres humanos por su tierra natal o adoptiva a la que están ligados por la cultura y la historia); el nacionalismo (ideología y movimiento político que exacerba el sentido de pertenencia de un individuo o grupo respecto a su nación); el chauvinismo (exaltación exagerada de lo nacional frente a lo foráneo) y la xenofobia (odio, recelo, hostilidad y rechazo hacia los extranjeros).
La globalización en sus diversas dimensiones, especialmente la cultural, es una amenaza real a las identidades nacionales, ya que tiene la capacidad para deteriorarlas y transformarlas, no solamente desmantelando las funciones del Estado-Nación sino también homogenizando a la población planetaria en sus formas de pensar y ver el mundo, con la intención de concretar la unificación cultural.
En el marco arriba descrito, la mexicanidad, el sentimiento de pertenencia que distingue e identifica a los mexicanos del resto de los pueblos del mundo, es un término con un significado tan amplioy diverso como el nacimiento mismo del país como nación; es la herencia espiritual y cultural que se ha ido desarrollando en México a lo largo de miles de años, es la mezcla de muchas culturas, toma sus raíces no solo de culturas como la maya, la mexica, la tarahumara o la yaqui, sino de elementos adoptados de las culturas española, árabe y aun china.
La tlaxcaltequidad –concepto revelado e impulsado por el maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin- es un componente de la mexicanidad y puede definirse como la expresión cultural del conjunto de costumbres, tradiciones y valores propios de las personas originarias de Tlaxcala o descendientes de ellas.
Entre las características de tal conjunto se encuentran: el reconocimiento y agradecimiento de los hijos a los esfuerzos de sus progenitores para darles techo, alimentarlos, vestirlos, asistirlos en sus enfermedades, educarlos y, en general, apoyarlos para la satisfacción de sus necesidades; el respeto a las personas mayores; la solidaridad con los parientes y coterráneos; el conocimiento, la práctica y preservación de las tradiciones religiosas, las celebraciones familiares y comunitarias y la gastronomía.
