/ miércoles 5 de agosto de 2020

Caras y Máscaras | México avanza hacia los 70 millones de pobres

Ante el dolor por la muerte de alrededor de 50 mil mexicanos, Gerardo Esquivel, uno de los economistas destacados del presente Gobierno federal, pronostica un aumento de 52 a 70 millones de pobres como consecuencia de la Covid-19.

Egresado de la UNAM y doctorado en la Universidad de Harvard, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, y actualmente subgobernador del Banco de México, el doctor Esquivel en un reciente artículo denominado Los impactos económicos de la Pandemia en México, expone su opinión sobre el deterioro del empleo, los ingresos y el consumo nacionales; comenta las decisiones adoptadas para atenderlo y propone acciones para mitigar sus efectos. Se presentan a continuación ideas sobresalientes de su interesante trabajo:

El impacto de la pandemia en la actividad económica se da en tres fases: 1. A fines del primer trimestre de este año, derivado del cierre de varios países y la correspondiente cancelación de vuelos a nivel mundial que afectó a la industria turística. 2. La desaceleración que aquejó a varios sectores manufactureros y de servicios, los que debieron cerrar temporalmente por la "Jornada nacional de sana distancia". 3. El proceso de reapertura de negocios que comenzó el mes pasado y que, por los altos niveles de contagio actuales y los temores de un rebrote de la enfermedad, será mucho más prolongado que los anteriores y con duración incierta.

En cualquier caso, afirma Esquivel, es posible anticipar que en mayo la economía tocó fondo y que, a partir de junio, con la reapertura de algunos sectores adicionales (minería, construcción, automotriz y aeroespacial), es altamente probable que la producción haya comenzado a recuperarse. La pregunta ahora es: qué pasará con la economía el resto del año y cuánto tiempo le tomará a México recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia. Para contestar, Esquivel argumenta: por un lado, la caída del PIB podría fluctuar entre -8.5 y -10.5 por ciento y, por otro, esto implica que no sería sino hasta el 2022 cuando esperaríamos regresar a los niveles de producción que teníamos antes del inicio de la pandemia.

En lo particular, el impacto de la pandemia afecta el gasto de las personas, tanto por el lado de la oferta cuanto por el de la demanda, debido a los cierres de los negocios y a la reducción de los ingresos en cada caso. En el mercado laboral, los indicadores muestran una perdida cercana al millón de empleos formales -la mayor parte (83.7 por ciento) de trabajadores de más bajos ingresos, ocupados en la agricultura, la construcción y los servicios para personas, empresas y el hogar- y apuntan hacia una pérdida de más de 20 millones de empleos de tiempo completo, de los cuales una fracción pasó a ser de tiempo parcial (8.7 millones), mientras el resto están ya sea en suspenso o fuera del mercado laboral.

Finalmente, se anticipa un aumento importante de la pobreza total y la pobreza extrema del país. Alrededor de 9 millones de mexicanos podrían pasar a ser considerados como pobres y un número similar podría caer en situación de pobreza extrema. Este efecto podría llevarnos a alcanzar la tasa de pobreza más elevada en lo que va del siglo, 56 por ciento de la población total y el número de mexicanos en condición de pobreza subirá a 70 millones. El de la pobreza será́ el impacto más duradero y doloroso de esta crisis y el que requiere una atención de carácter más inmediato.

Sobre las medidas fiscales, monetarias y financieras que se han tomado para hacer frente a las crisis provocadas por la pandemia, que para muchos observadores deberían haber sido más agresivas, en un país como México que enfrenta un escenario complicado en materia de finanzas públicas, y está al borde de perder el grado de inversión, un aumento significativo de la deuda podría ser excesivamente costoso para el futuro. Por otra parte, la contracción del gasto, una reducción del consumo del gobierno, no es bien valorada por los mercados financieros y puede terminar incrementando las primas de riesgo.

Con base en lo anterior, el autor del artículo sugiere las siguientes opciones de política económica financieramente viables: 1. Un seguro de desempleo de emergencia que pudiera beneficiar a poco más de un millón de trabajadores formales que han perdido su trabajo. 2. Un programa de protección a la nómina que ayudara a las empresas a sostener un mayor número de empleos formales. 3. El diferimiento en el pago de contribuciones sociales a micro, pequeñas y medianas empresas. 4. Un programa especial de apoyo para cubrir rentas u otros costos fijos (para restaurantes y otros negocios afines afectados por la pandemia). 5. Un apoyo mínimo a los trabajadores informales que hayan perdido su fuente de ingresos.

El autor concluye con la siguiente exhortación: Aprendamos de la historia, actuemos con inteligencia, evitemos que más gente caiga en situación de pobreza y ayudemos a soldar las tuberías rotas de nuestra economía. Hagámoslo antes de que sea demasiado tarde.

Ante el dolor por la muerte de alrededor de 50 mil mexicanos, Gerardo Esquivel, uno de los economistas destacados del presente Gobierno federal, pronostica un aumento de 52 a 70 millones de pobres como consecuencia de la Covid-19.

Egresado de la UNAM y doctorado en la Universidad de Harvard, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, y actualmente subgobernador del Banco de México, el doctor Esquivel en un reciente artículo denominado Los impactos económicos de la Pandemia en México, expone su opinión sobre el deterioro del empleo, los ingresos y el consumo nacionales; comenta las decisiones adoptadas para atenderlo y propone acciones para mitigar sus efectos. Se presentan a continuación ideas sobresalientes de su interesante trabajo:

El impacto de la pandemia en la actividad económica se da en tres fases: 1. A fines del primer trimestre de este año, derivado del cierre de varios países y la correspondiente cancelación de vuelos a nivel mundial que afectó a la industria turística. 2. La desaceleración que aquejó a varios sectores manufactureros y de servicios, los que debieron cerrar temporalmente por la "Jornada nacional de sana distancia". 3. El proceso de reapertura de negocios que comenzó el mes pasado y que, por los altos niveles de contagio actuales y los temores de un rebrote de la enfermedad, será mucho más prolongado que los anteriores y con duración incierta.

En cualquier caso, afirma Esquivel, es posible anticipar que en mayo la economía tocó fondo y que, a partir de junio, con la reapertura de algunos sectores adicionales (minería, construcción, automotriz y aeroespacial), es altamente probable que la producción haya comenzado a recuperarse. La pregunta ahora es: qué pasará con la economía el resto del año y cuánto tiempo le tomará a México recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia. Para contestar, Esquivel argumenta: por un lado, la caída del PIB podría fluctuar entre -8.5 y -10.5 por ciento y, por otro, esto implica que no sería sino hasta el 2022 cuando esperaríamos regresar a los niveles de producción que teníamos antes del inicio de la pandemia.

En lo particular, el impacto de la pandemia afecta el gasto de las personas, tanto por el lado de la oferta cuanto por el de la demanda, debido a los cierres de los negocios y a la reducción de los ingresos en cada caso. En el mercado laboral, los indicadores muestran una perdida cercana al millón de empleos formales -la mayor parte (83.7 por ciento) de trabajadores de más bajos ingresos, ocupados en la agricultura, la construcción y los servicios para personas, empresas y el hogar- y apuntan hacia una pérdida de más de 20 millones de empleos de tiempo completo, de los cuales una fracción pasó a ser de tiempo parcial (8.7 millones), mientras el resto están ya sea en suspenso o fuera del mercado laboral.

Finalmente, se anticipa un aumento importante de la pobreza total y la pobreza extrema del país. Alrededor de 9 millones de mexicanos podrían pasar a ser considerados como pobres y un número similar podría caer en situación de pobreza extrema. Este efecto podría llevarnos a alcanzar la tasa de pobreza más elevada en lo que va del siglo, 56 por ciento de la población total y el número de mexicanos en condición de pobreza subirá a 70 millones. El de la pobreza será́ el impacto más duradero y doloroso de esta crisis y el que requiere una atención de carácter más inmediato.

Sobre las medidas fiscales, monetarias y financieras que se han tomado para hacer frente a las crisis provocadas por la pandemia, que para muchos observadores deberían haber sido más agresivas, en un país como México que enfrenta un escenario complicado en materia de finanzas públicas, y está al borde de perder el grado de inversión, un aumento significativo de la deuda podría ser excesivamente costoso para el futuro. Por otra parte, la contracción del gasto, una reducción del consumo del gobierno, no es bien valorada por los mercados financieros y puede terminar incrementando las primas de riesgo.

Con base en lo anterior, el autor del artículo sugiere las siguientes opciones de política económica financieramente viables: 1. Un seguro de desempleo de emergencia que pudiera beneficiar a poco más de un millón de trabajadores formales que han perdido su trabajo. 2. Un programa de protección a la nómina que ayudara a las empresas a sostener un mayor número de empleos formales. 3. El diferimiento en el pago de contribuciones sociales a micro, pequeñas y medianas empresas. 4. Un programa especial de apoyo para cubrir rentas u otros costos fijos (para restaurantes y otros negocios afines afectados por la pandemia). 5. Un apoyo mínimo a los trabajadores informales que hayan perdido su fuente de ingresos.

El autor concluye con la siguiente exhortación: Aprendamos de la historia, actuemos con inteligencia, evitemos que más gente caiga en situación de pobreza y ayudemos a soldar las tuberías rotas de nuestra economía. Hagámoslo antes de que sea demasiado tarde.