/ viernes 6 de diciembre de 2019

Celular: tecnología dañina

Desde el primer momento de la presencia del hombre en la tierra, éste ha tratado de elaborar extensiones de sí mismo con el propósito de mejorar su vida, y tenemos ejemplos de dicha transformación paulatina con invento de la tecnología inicial del hombre llamado primitivo, que inventó una lanza rústica de madera con una rama de árbol a la que después añadió una piedra en la punta para hacerla más efectiva en la cacería y defensa ante animales que hacían peligrar la vida humana ya sea individual o colectiva. Esa fue la primera arma ofensiva y defensiva después de la piedra de los hombres salvajes.

A medida que ha transcurrido el tiempo de estancia, el hombre requirió de la comunicación a distancia, porque ella solo se lograba de persona a persona, y las circunstancias exigían comunicación a distancia, el ejemplo además de los gritos y señas, que la distancia no permitía hacer llegar un mensaje cuando la distancia y obstáculos naturales obstruían dichas señales, fue como el hombre empleó el humo, señal que fue utilizada por las etnias de Norteamérica (Apaches, Pieles Rojas, etc.), este tipo de señales superaba al sonido de tambores. Así que; poco a poco el hombre fue inventando sus extensiones con el propósito de satisfacer sus necesidades y abreviar tiempo y esfuerzo.

Así, la lanza como arma primitiva, se fue perfeccionando por el arco y la flecha, luego la escopeta, pistola, fusil, cañón y ahora… misiles. Lo mismo pasó con los tambores, caracoles, trompetas, teléfono de hilo eléctrico y actualmente sin él, conocido como teléfono celular, invento indudablemente maravilloso, creación de la mente humana. Dicho invento de comunicación inalámbrica no solo permite comunicación intercontinental sino sideral, ¡Hasta allá ha llegado la extensión humana! ¡Increíble lo que inició con gritos!

Se hace notar que: no todos los inventos se han aplicado para beneficio de la humanidad sino que; mentes perversas los han utilizado para exterminar y dominar al hombre así como a la naturaleza que brinda alimentos.

Sin embargo; considerando los grandes beneficios que brinda el teléfono moderno el que tiene varias funciones y sirve para acortar tiempo y esfuerzo, existe la otra cara de este valioso aparato que ha cooperado a la enajenación de grandes y pequeños usuarios. Lo que más preocupa es el uso de celulares en posesión de niños, púberes y jóvenes, aquéllos que todavía asisten a centros de estudio en los cuales acusan deficiente adquisición de conocimientos.

Estudios serios que han realizado instituciones, referentes al uso arbitrario de telefonía celular por niños y adolescentes, han concluido que el uso desmedido de tal aparato transmisor afecta a la concentración mental, exhiben distracción que no les permite poner atención a la clase que imparte el maestro, además los científicos han concluido que los niños y adolescentes afectos al disfrute de los mensajes telefónicos que los tienen absortos, contribuyen en el resultado del desarrollo físico, pues se nota que su crecimiento físico no es el esperado. Y más para aquéllos que emplean una buena parte de la hora de descanso (noche), quienes afectados por la casi “esclavización” ejercida por el celular que produce abulia hacia las actividades escolares.

Lo grave de esta práctica viciosa del uso del celular por niños y adolescentes, es la afectación en la salud física y mental. La escuela debe considerar en serio, esta práctica nociva del alumnado dentro del centro de estudio, dicha práctica debe ser corregida por la autoridad escolar misma que tiene el compromiso ante la sociedad de educar, y para ello es necesario emplear todos los medios permitidos para contribuir a la salud integral de estudiantes. Estaría muy bien, orientar al alumnado respecto a los beneficios que aporta el celular en el ámbito del conocimiento y recomendar que esa investigación que se realiza mediante ese aparato sea benéfica, para fortalecer conocimientos impartidos en aula de clase. La escuela no debe prohibir el uso del celular siempre y cuando el estudiante rectifique o ratifique los conocimientos impartidos por sus maestros.

Depende de padres de familia y maestros el buen uso del celular, que lo consideren como una maravillosa extensión del ser humano, sea arma poderosa para la educación del hombre y de ninguna forma para su degradación.

Desde el primer momento de la presencia del hombre en la tierra, éste ha tratado de elaborar extensiones de sí mismo con el propósito de mejorar su vida, y tenemos ejemplos de dicha transformación paulatina con invento de la tecnología inicial del hombre llamado primitivo, que inventó una lanza rústica de madera con una rama de árbol a la que después añadió una piedra en la punta para hacerla más efectiva en la cacería y defensa ante animales que hacían peligrar la vida humana ya sea individual o colectiva. Esa fue la primera arma ofensiva y defensiva después de la piedra de los hombres salvajes.

A medida que ha transcurrido el tiempo de estancia, el hombre requirió de la comunicación a distancia, porque ella solo se lograba de persona a persona, y las circunstancias exigían comunicación a distancia, el ejemplo además de los gritos y señas, que la distancia no permitía hacer llegar un mensaje cuando la distancia y obstáculos naturales obstruían dichas señales, fue como el hombre empleó el humo, señal que fue utilizada por las etnias de Norteamérica (Apaches, Pieles Rojas, etc.), este tipo de señales superaba al sonido de tambores. Así que; poco a poco el hombre fue inventando sus extensiones con el propósito de satisfacer sus necesidades y abreviar tiempo y esfuerzo.

Así, la lanza como arma primitiva, se fue perfeccionando por el arco y la flecha, luego la escopeta, pistola, fusil, cañón y ahora… misiles. Lo mismo pasó con los tambores, caracoles, trompetas, teléfono de hilo eléctrico y actualmente sin él, conocido como teléfono celular, invento indudablemente maravilloso, creación de la mente humana. Dicho invento de comunicación inalámbrica no solo permite comunicación intercontinental sino sideral, ¡Hasta allá ha llegado la extensión humana! ¡Increíble lo que inició con gritos!

Se hace notar que: no todos los inventos se han aplicado para beneficio de la humanidad sino que; mentes perversas los han utilizado para exterminar y dominar al hombre así como a la naturaleza que brinda alimentos.

Sin embargo; considerando los grandes beneficios que brinda el teléfono moderno el que tiene varias funciones y sirve para acortar tiempo y esfuerzo, existe la otra cara de este valioso aparato que ha cooperado a la enajenación de grandes y pequeños usuarios. Lo que más preocupa es el uso de celulares en posesión de niños, púberes y jóvenes, aquéllos que todavía asisten a centros de estudio en los cuales acusan deficiente adquisición de conocimientos.

Estudios serios que han realizado instituciones, referentes al uso arbitrario de telefonía celular por niños y adolescentes, han concluido que el uso desmedido de tal aparato transmisor afecta a la concentración mental, exhiben distracción que no les permite poner atención a la clase que imparte el maestro, además los científicos han concluido que los niños y adolescentes afectos al disfrute de los mensajes telefónicos que los tienen absortos, contribuyen en el resultado del desarrollo físico, pues se nota que su crecimiento físico no es el esperado. Y más para aquéllos que emplean una buena parte de la hora de descanso (noche), quienes afectados por la casi “esclavización” ejercida por el celular que produce abulia hacia las actividades escolares.

Lo grave de esta práctica viciosa del uso del celular por niños y adolescentes, es la afectación en la salud física y mental. La escuela debe considerar en serio, esta práctica nociva del alumnado dentro del centro de estudio, dicha práctica debe ser corregida por la autoridad escolar misma que tiene el compromiso ante la sociedad de educar, y para ello es necesario emplear todos los medios permitidos para contribuir a la salud integral de estudiantes. Estaría muy bien, orientar al alumnado respecto a los beneficios que aporta el celular en el ámbito del conocimiento y recomendar que esa investigación que se realiza mediante ese aparato sea benéfica, para fortalecer conocimientos impartidos en aula de clase. La escuela no debe prohibir el uso del celular siempre y cuando el estudiante rectifique o ratifique los conocimientos impartidos por sus maestros.

Depende de padres de familia y maestros el buen uso del celular, que lo consideren como una maravillosa extensión del ser humano, sea arma poderosa para la educación del hombre y de ninguna forma para su degradación.