/ viernes 30 de agosto de 2019

Clima y desastres generados

En efecto, lo que advirtieron científicos hace algunas décadas respecto al clima y su alteración causadas por sociedades industrializadas, hoy se observan sus efectos destructivos en varias ciudades del país y extranjeras. Los medios noticiosos a diario dan a conocer desastres causados por fuertes torrenciales que caen en ciudades a las que inundan, dejando a su paso daños materiales y pérdidas humanas.

Actualmente, en varias regiones del mundo se están presentando fenómenos meteorológicos no registrados desde hace muchos años y otros jamás, ello de acuerdo con la memoria de los habitantes de esos lugares, donde han sido sorprendidos por catástrofes climáticas, un ejemplo de ellos es la caída de granizo cuyo tamaño es la de una pelota de beisbol. No solamente es el agua que cae del cielo la causante desastrosa, también la elevación de temperatura inusual que ha afectado a pobladores donde es escasa el agua potable, produciendo la muerte.

Durante el mes entrante, aquí en México son esperados los ciclones, porque está marcado en el ciclo anual natural, solo que lo sorprendente es la dimensión y fuerza con la que se desplazan, generando con ello más destrucción a sembradíos que son productores de alimentos, esencialmente para grupos campesinos. Un fenómeno de esa naturaleza, según la experiencia, deja campos inundados, animales ahogados y árboles sin frutos.

El clima y su actual variante de temperatura también es causa de incendios en bosques, los que día a día minan la calidad atmosférica, pues no se debe olvidar que son pulmones del mundo y generadores de oxígeno y agua. Además de contar con manos aviesas ocultas que los incendian y, lo peor: que no se cuenta con el recurso para sofocar el fuego. En este punto, México ha perdido miles de hectáreas verdes que no se han recuperado por ausencia de medios para regenerar esos importantísimos medios de vida.

Hay bosques en extinción por la explotación de su madera, ejemplo: bosques tarahumaras, que: desde la presencia del hombre blanco por esa región; se han explotado y sobre explotado sus maderas cuya venta ha dejado muchísimo capital para unos cuantos, porque de paso sea dicho; que hayan participado esas ganancias a dueños ( Rarámuris), de los bosques, no se ha realizado.

Considerando las catástrofes nacionales producidas por el clima, es oportuno que el gobierno y ciudadanos tomen en cuenta daños producidos y formulen estrategias en caso de presentarse en los subsecuentes años, porque de acuerdo con la ciencia los fenómenos naturales hasta hoy presentados continuarán siempre y cuando, la industrialización de las naciones sean mormadas, con las que se podría recuperar parte del clima perdido.

El hombre en su tránsito por la tierra ha realizado acciones en su beneficio, muchas de ellas sin pensar que también traerían maleficio para él mismo. A pesar de que la ciencia avanza y se ha llegado a la reflexión en el sentido que, no hay que abusar de la naturaleza porque ella sostiene la vida en el planeta, el hombre está abusando de ella. Como ejemplo citaremos la sobre explotación del mar, compañías pesqueras internacionales casi exterminan cardúmenes de especies de peces que han dado alimento al hombre, éste con su ambición de capitalizarse un día termina con la fauna marina.

La destrucción de la naturaleza debe ser preocupación y ocupación constante de todos por conservarla y, la quemazón de un bosque en el mundo debe ocuparnos para regenerarlo y protegerlo de total extinción.

Por lo anterior; el caso de la afectación de la selva amazónica, no debe ser de la atención e interés único de brasileños. Debe ser de todos los habitantes del mundo, toda vez que: la ciencia asevera que dicha selva produce la quinta parte de oxígeno del globo terráqueo, por tanto; debe interesar a todas las naciones. La Organización de las Naciones unidas ha exhortado al gobierno brasileño para que extermine incendios de tan importante pulmón. Esos incendios siempre permitidos por gobiernos para ser explotados por crianza de reses y saqueo de maderas en detrimento de grupos indígenas quienes son los dueños verdaderos de la selva, ella los ha sostenido desde épocas inmemoriales. ¡El mundo debe exigir pronta extinción del fuego!

En efecto, lo que advirtieron científicos hace algunas décadas respecto al clima y su alteración causadas por sociedades industrializadas, hoy se observan sus efectos destructivos en varias ciudades del país y extranjeras. Los medios noticiosos a diario dan a conocer desastres causados por fuertes torrenciales que caen en ciudades a las que inundan, dejando a su paso daños materiales y pérdidas humanas.

Actualmente, en varias regiones del mundo se están presentando fenómenos meteorológicos no registrados desde hace muchos años y otros jamás, ello de acuerdo con la memoria de los habitantes de esos lugares, donde han sido sorprendidos por catástrofes climáticas, un ejemplo de ellos es la caída de granizo cuyo tamaño es la de una pelota de beisbol. No solamente es el agua que cae del cielo la causante desastrosa, también la elevación de temperatura inusual que ha afectado a pobladores donde es escasa el agua potable, produciendo la muerte.

Durante el mes entrante, aquí en México son esperados los ciclones, porque está marcado en el ciclo anual natural, solo que lo sorprendente es la dimensión y fuerza con la que se desplazan, generando con ello más destrucción a sembradíos que son productores de alimentos, esencialmente para grupos campesinos. Un fenómeno de esa naturaleza, según la experiencia, deja campos inundados, animales ahogados y árboles sin frutos.

El clima y su actual variante de temperatura también es causa de incendios en bosques, los que día a día minan la calidad atmosférica, pues no se debe olvidar que son pulmones del mundo y generadores de oxígeno y agua. Además de contar con manos aviesas ocultas que los incendian y, lo peor: que no se cuenta con el recurso para sofocar el fuego. En este punto, México ha perdido miles de hectáreas verdes que no se han recuperado por ausencia de medios para regenerar esos importantísimos medios de vida.

Hay bosques en extinción por la explotación de su madera, ejemplo: bosques tarahumaras, que: desde la presencia del hombre blanco por esa región; se han explotado y sobre explotado sus maderas cuya venta ha dejado muchísimo capital para unos cuantos, porque de paso sea dicho; que hayan participado esas ganancias a dueños ( Rarámuris), de los bosques, no se ha realizado.

Considerando las catástrofes nacionales producidas por el clima, es oportuno que el gobierno y ciudadanos tomen en cuenta daños producidos y formulen estrategias en caso de presentarse en los subsecuentes años, porque de acuerdo con la ciencia los fenómenos naturales hasta hoy presentados continuarán siempre y cuando, la industrialización de las naciones sean mormadas, con las que se podría recuperar parte del clima perdido.

El hombre en su tránsito por la tierra ha realizado acciones en su beneficio, muchas de ellas sin pensar que también traerían maleficio para él mismo. A pesar de que la ciencia avanza y se ha llegado a la reflexión en el sentido que, no hay que abusar de la naturaleza porque ella sostiene la vida en el planeta, el hombre está abusando de ella. Como ejemplo citaremos la sobre explotación del mar, compañías pesqueras internacionales casi exterminan cardúmenes de especies de peces que han dado alimento al hombre, éste con su ambición de capitalizarse un día termina con la fauna marina.

La destrucción de la naturaleza debe ser preocupación y ocupación constante de todos por conservarla y, la quemazón de un bosque en el mundo debe ocuparnos para regenerarlo y protegerlo de total extinción.

Por lo anterior; el caso de la afectación de la selva amazónica, no debe ser de la atención e interés único de brasileños. Debe ser de todos los habitantes del mundo, toda vez que: la ciencia asevera que dicha selva produce la quinta parte de oxígeno del globo terráqueo, por tanto; debe interesar a todas las naciones. La Organización de las Naciones unidas ha exhortado al gobierno brasileño para que extermine incendios de tan importante pulmón. Esos incendios siempre permitidos por gobiernos para ser explotados por crianza de reses y saqueo de maderas en detrimento de grupos indígenas quienes son los dueños verdaderos de la selva, ella los ha sostenido desde épocas inmemoriales. ¡El mundo debe exigir pronta extinción del fuego!