A unos días de que inicien las campañas, es importante que todos: autoridades, candidatos, partidos y ciudadanos, recordemos que somos corresponsables del adecuado desarrollo de las etapas del proceso electoral, principalmente, las que están por venir.
Los analistas reconocen que la democracia electoral en México ha avanzado, pero para ir más allá, se requiere de voluntad para que el respeto y compromiso de todas las partes se traduzca en una votación limpia y ordenada.
Y en este sentido, vale la pena reconocer que hay autoridades que están haciendo lo que les toca hacer para cumplir sus responsabilidades en esta materia.
Por ejemplo, el Gobernador Marco Mena ha participado en dos reuniones con el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, y gobernadores priístas, para dar seguimiento a las mesas de trabajo en materia de seguridad, un elemento que es fundamental en tiempos electorales.
Y es que la administración federal que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto ha reconocido la necesidad de mantener una comunicación permanente con los estados y redoblar esfuerzos, a fin de garantizar condiciones de tranquilidad y bienestar a los habitantes, lo que finalmente beneficia a los estados.
Por otra parte, el Gobernador Mena se adhirió a la Declaración por la Democracia y la Legalidad en el Proceso Electoral de 2018, entre el Instituto Nacional Electoral (INE), la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) de la Procuraduría General de la República (PGR) y la Asociación de Instituciones Electorales de las Entidades Federativas.
En lo que resultó una especie de pacto de civilidad, los Ejecutivos estatales reiteraron el respeto a los lineamientos de la ley, y se comprometieron a conducirse imparcialmente en los comicios de este año, lo que ofrece la garantía de que los mandatarios asumen su obligación de hacer valer las leyes electorales y manejarse de modo justo e imparcial.
Lo que resulta relevantes es que, ante la intensidad de la competencia electoral, los actores públicos se han pronunciado por atender las reglas del juego democrático; sin embargo, es preciso que también los actores políticos y públicos hagan su parte.
Por esa razón resulta desafortunado que el presidente del Consejo Político Nacional del PRD, Ángel Ávila Romero, quien visitó este domingo las instalaciones del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), para encabezar el registro de los candidatos a Diputados locales por la coalición Por Tlaxcala Al Frente, haya demandado que el Gobierno del Estado se mantenga al margen del proceso comicial, porque no abona en nada al clima de certeza que debe haber ante el arranque de las campañas.
El político parece olvidar que todas las autoridades tienen facultades y obligaciones, y que hay una normatividad que las regula. Una exigencia de este tipo solo se interpreta como un llamado electorero y ocioso, pues si fuera legítimo, hubiera empezado su llamado por los alcaldes y diputados del PAN, el PRD y el PAC.
En tanto el proceso electoral continúa, resulta fundamental que el trabajo del gobierno siga su curso, y se mantenga en marcha en favor de la ciudadanía.
Las labores de los tres niveles de gobierno no se pueden detener; únicamente, deben observar que se cumplan los procedimientos correctos de funcionamiento que impone el periodo de veda electoral, a fin de que el cuidado de los recursos públicos y los programas sociales sea estricto y cumpla sus propósitos institucionales.
Esperemos que los organismos que comprenden el aparato burocrático de los gobiernos municipales, estatal y federal, se mantengan al margen de la contienda, como lo han comprometido, pues al menos en Tlaxcala existen condiciones para que se realice en paz y con la participación de los ciudadanos.
