/ martes 18 de enero de 2022

Consulta que insulta

Muchas han sido las ocurrencias que el gobierno de Morena ha implementado como parte de su política denominada Cuarta Transformación, sin embargo, quizá ninguna tan insultante para el pueblo de México, como la Consulta para Revocación de Mandato a la que se quiere someter el presidente.

Como una auténtica demócrata, creo en todas las herramientas de poder ciudadano para elegir o reclamar a quienes encabezamos gobiernos, legislaturas o cualquier cargo público; empero, existe una diferencia sustancial entre un ejercicio de empoderamiento ciudadano, y otro que sea solo producto de la vanidad.

Con el argumento de que "el pueblo pone y el pueblo quita", el presidente de México pretende someterse a un proceso que ya sabemos cuál será el resultado, pues incluso quienes somos opositores a su gobierno, tenemos claro que debe concluir el periodo para el que fue electo; es decir, el resultado de la consulta está más que anunciado.

¿Qué necesidad de hacer una consulta de la que ya todos conocemos el resultado? ¿México está en el mejor momento en materia económica, como para gastar casi 4 mil millones de pesos en una gran encuesta nacional sin razón, disfrazada de herramienta política? La respuesta es no.

No podemos como Estado darnos el lujo de despilfarrar el dinero público, menos cuando enfrentamos una cuarta ola de Covid-19 que requiere de un blindaje sanitario para el personal de salud, de los materiales necesarios e infraestructura para la atención oportuna de los pacientes.

Vemos un sistema de salud con carencias claras y retos enormes por delante, como el desabasto de medicinas para atender las diversas enfermedades que deberían ser cubiertas por el sistema de salud en el país.

Para darnos una idea del tamaño del basurero al que tiraremos el dinero público al realizar esta consulta, tan solo la primera etapa del hospital general recién construido en Tlaxcala, tuvo un costo de 300 millones de pesos, imagínese lo que podrían representar 4 mil millones de pesos extras, para el sistema de salud pública en el país.

Aunado a esto, no se puede hablar del fortalecimiento a la democracia, mientras el poder ejecutivo ataque a nuestro órgano garante, autónomo y ciudadano que es el INE, que no accede a caprichos personales ni liderazgos de ocasión.

Estamos ante una #ConsultaQueInsulta, por anteponer el bienestar de los mexicanos, sobre los caprichos personales de quien hoy gobierna el país.

Agradezco el favor de su lectura.

Muchas han sido las ocurrencias que el gobierno de Morena ha implementado como parte de su política denominada Cuarta Transformación, sin embargo, quizá ninguna tan insultante para el pueblo de México, como la Consulta para Revocación de Mandato a la que se quiere someter el presidente.

Como una auténtica demócrata, creo en todas las herramientas de poder ciudadano para elegir o reclamar a quienes encabezamos gobiernos, legislaturas o cualquier cargo público; empero, existe una diferencia sustancial entre un ejercicio de empoderamiento ciudadano, y otro que sea solo producto de la vanidad.

Con el argumento de que "el pueblo pone y el pueblo quita", el presidente de México pretende someterse a un proceso que ya sabemos cuál será el resultado, pues incluso quienes somos opositores a su gobierno, tenemos claro que debe concluir el periodo para el que fue electo; es decir, el resultado de la consulta está más que anunciado.

¿Qué necesidad de hacer una consulta de la que ya todos conocemos el resultado? ¿México está en el mejor momento en materia económica, como para gastar casi 4 mil millones de pesos en una gran encuesta nacional sin razón, disfrazada de herramienta política? La respuesta es no.

No podemos como Estado darnos el lujo de despilfarrar el dinero público, menos cuando enfrentamos una cuarta ola de Covid-19 que requiere de un blindaje sanitario para el personal de salud, de los materiales necesarios e infraestructura para la atención oportuna de los pacientes.

Vemos un sistema de salud con carencias claras y retos enormes por delante, como el desabasto de medicinas para atender las diversas enfermedades que deberían ser cubiertas por el sistema de salud en el país.

Para darnos una idea del tamaño del basurero al que tiraremos el dinero público al realizar esta consulta, tan solo la primera etapa del hospital general recién construido en Tlaxcala, tuvo un costo de 300 millones de pesos, imagínese lo que podrían representar 4 mil millones de pesos extras, para el sistema de salud pública en el país.

Aunado a esto, no se puede hablar del fortalecimiento a la democracia, mientras el poder ejecutivo ataque a nuestro órgano garante, autónomo y ciudadano que es el INE, que no accede a caprichos personales ni liderazgos de ocasión.

Estamos ante una #ConsultaQueInsulta, por anteponer el bienestar de los mexicanos, sobre los caprichos personales de quien hoy gobierna el país.

Agradezco el favor de su lectura.