Se celebró el 146 aniversario de la incorporación del municipio de Calpulalpan a Tlaxcala, y los tres poderes se trasladaron a esta ciudad, que se convirtió el pasado 16 de octubre en capital del estado por un día.
En este contexto, resultaron importantes las palabras del Gobernador Marco Mena, quien destacó que el trabajo coordinado entre los Poderes del Estado representa la posibilidad de recuperar el ritmo de crecimiento que distinguió a Tlaxcala hasta antes de la pandemia por Covid-19, así como para superar las crisis de salud y económica en beneficio de los tlaxcaltecas.
Fue durante la Sesión Extraordinaria Pública y Solemne del Congreso local, celebrada en el Palacio Municipal de Calpulalpan, donde el titular del Poder Ejecutivo manifestó su disposición para trabajar de manera respetuosa y coordinada con los poderes Legislativo y Judicial, así como con los ayuntamientos, para atender las necesidades prioritarias de la población, y mantener las medidas sanitarias, a pesar de que Tlaxcala se mantiene en fase amarilla del semáforo nacional de riesgo epidemiológico.
Ciertamente, mientras al gobierno estatal le toca reforzar la creación de empleos, reactivar el aparato productivo y el desarrollo de obra pública, al Congreso del Estado como al Tribunal Superior de Justicia le corresponde trabajar desde sus ámbitos de responsabilidad para superar los efectos negativos de la pandemia.
En los hechos, Tlaxcala cuenta con los elementos para ser referencia positiva en el país por la manera en que maneja los escenarios adversos generados por la Covid-19.
Encuestas como las de Arias Consultores y México Elige coinciden en sus resultados al colocar al Gobernador de Tlaxcala como uno de los mandatarios que mejor está enfrentando los efectos de la emergencia sanitaria. ¿Por qué? Porque Marco Mena decidió proteger las condiciones que brindan estabilidad a los tlaxcaltecas, equilibrando la salud y el cuidado a la economía, una fórmula que se puede expresar de modo muy sencillo, pero que en su operación implicó un importante grado de complejidad, ya que su administración tuvo que actuar rápido y bien para impedir situaciones de riesgo y gravedad.
El gobierno estatal tuvo que adelantar las medidas sanitarias, anticipándose a las del gobierno federal, y también puso en marcha diversas medidas económicas para paliar las pérdidas de miles de negocios.
Se coordinó con los ayuntamientos y con la iniciativa privada para romper cadenas de contagio en las comunidades y los centros laborales. También priorizó el abasto de material de bioseguridad, así como la capacitación al personal de salud, para asegurar la capacidad de respuesta del sector, y destinó hospitales para atender a los pacientes contagiados con coronavirus.
Asimismo, a través del Programa Emergente de Apoyo a la Economía Estatal ante Covid-19, se han conservado más de 6 mil 700 fuentes de trabajo. Gracias al impacto de esta acción, Tlaxcala no solamente es el estado que menos empleos ha perdido, de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, sino que durante los meses de agosto y septiembre registró números positivos en crecimiento de empleo.
Durante 2019, el estado se posicionó en el primer lugar de crecimiento económico a nivel nacional, y también en el segundo lugar en crecimiento industrial. En ese año, logró el mayor número de empleos formales en la historia, así como la captación de inversiones de más de 20 países, y cero deuda pública.
Ahora, el Ejecutivo ha convocado a los otros poderes para mejorar la contención de crisis de salud y económica, para que se escuche el nombre de Tlaxcala por su desempeño efectivo ante esta adversidad. Confiemos en que tanto el Legislativo como el Judicial atiendan el llamado y contribuyan a este propósito del que depende que el estado retome pronto su ritmo de crecimiento.
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