/ lunes 30 de marzo de 2020

Covid-19: un llamado a la responsabilidad social

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. La aparición de contagios de coronavirus en México es un asunto que debe ocuparnos a todos.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estableció la Estrategia Integral para la Atención del Covid-19, a fin de enfrentar esta contingencia que, como sabemos, se generó fuera de nuestras fronteras.

A estas alturas, todos conocemos los contagios masivos que han ocurrido en China, Italia, España o Estados Unidos, y la situación que vive la población de esos países nos debe alertar sobre la importancia de decidir, desde ahora, las acciones que nos permitirán reducir los niveles de infecciones en México.

Debemos acatar las medidas de distanciamiento social para retrasar los contagios y no saturar el sistema de salud, y la principal, en estos momentos, es que todas y todos nos quedemos en casa, en forma masiva, evitando todas las actividades no esenciales durante al menos un mes.

La Fase 3 de la contingencia sanitaria, que está en puerta y se prevé más difícil, trae consigo la posibilidad de que se saturen los hospitales, y que los casos graves se compliquen. Implica el riesgo de que la curva epidemiológica pase a ser de una transmisión lenta a una muy acelerada.

Aún estamos a tiempo de hacer de la medida de quedarnos en casa la oportunidad para reducir los contagios de Covid-19 en nuestro país. Aún estamos a tiempo para no llegar al punto en el que no haya manera de atender los casos confirmados y ocurran muertes que pudieran ser evitables.

Para no llegar al extremo de un confinamiento obligatorio o de utilizar la fuerza pública para hacer cumplir las medidas de distanciamiento social, como ya sucede en otras naciones, es fundamental, indispensable, el llamado es la responsabilidad social.

Sí, de acuerdo a los expertos, seguirán aumentando los casos, y habrá varios graves, pero lo que está en nuestras manos es lograr que se retarde la velocidad de los contagios, para que cuando lleguemos a la fase de máxima transmisión, los hospitales tengan capacidad suficiente para responder a la contingencia.

Todos podemos contribuir a reducir la intensidad de la pandemia, y por eso es importante que adoptemos cuanto antes, si no lo hemos hecho, las medidas de prevención y mitigación que las autoridades han emitido, y que las apliquemos habitualmente, con rigor, en todos los sectores: social, privado y público.

Estimados tlaxcaltecas: seamos cuidadosos y prudentes en este momento. Valoremos la información a nuestro alcance y consideremos aquella que difunden las autoridades como oficial, porque estará respaldada en criterios médicos, técnicos y científicos.

Lo que nos toca a cada uno en lo personal es seguir las recomendaciones de higiene y limpieza: como lavarse las manos con agua y jabón, o usar gel con base de alcohol al 70 por ciento; procurar toser o estornudar sobre pañuelo desechable y tirarlo a la basura, o en el ángulo inferior del codo; evitar tocarse la cara, tomar mucha agua, no automedicarse, e ir al médico si se tiene fiebre, tos o estornudos, malestar general y dolor de cabeza.

Si una persona está enferma, lo más aconsejable es que se quede en su casa, en primer lugar, porque si descansa, su recuperación será más rápida, y en segundo, porque el virus se trasmite al hablar, toser o estornudar; por eso, si sale para recibir atención médica, es necesario que use cubrebocas.

Desde este espacio, quiero hacer un reconocimiento al esfuerzo que emprenden los servidores públicos federales y estatales, particularmente los que pertenecen al sector educativo y de salud en todo el país, porque su trabajo es esencial para responder mejor a este delicado escenario.

Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.

La Fase 3 de la contingencia sanitaria, que está en puerta y se prevé más difícil, trae consigo la posibilidad de que se saturen los hospitales, y que los casos graves se compliquen.

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. La aparición de contagios de coronavirus en México es un asunto que debe ocuparnos a todos.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estableció la Estrategia Integral para la Atención del Covid-19, a fin de enfrentar esta contingencia que, como sabemos, se generó fuera de nuestras fronteras.

A estas alturas, todos conocemos los contagios masivos que han ocurrido en China, Italia, España o Estados Unidos, y la situación que vive la población de esos países nos debe alertar sobre la importancia de decidir, desde ahora, las acciones que nos permitirán reducir los niveles de infecciones en México.

Debemos acatar las medidas de distanciamiento social para retrasar los contagios y no saturar el sistema de salud, y la principal, en estos momentos, es que todas y todos nos quedemos en casa, en forma masiva, evitando todas las actividades no esenciales durante al menos un mes.

La Fase 3 de la contingencia sanitaria, que está en puerta y se prevé más difícil, trae consigo la posibilidad de que se saturen los hospitales, y que los casos graves se compliquen. Implica el riesgo de que la curva epidemiológica pase a ser de una transmisión lenta a una muy acelerada.

Aún estamos a tiempo de hacer de la medida de quedarnos en casa la oportunidad para reducir los contagios de Covid-19 en nuestro país. Aún estamos a tiempo para no llegar al punto en el que no haya manera de atender los casos confirmados y ocurran muertes que pudieran ser evitables.

Para no llegar al extremo de un confinamiento obligatorio o de utilizar la fuerza pública para hacer cumplir las medidas de distanciamiento social, como ya sucede en otras naciones, es fundamental, indispensable, el llamado es la responsabilidad social.

Sí, de acuerdo a los expertos, seguirán aumentando los casos, y habrá varios graves, pero lo que está en nuestras manos es lograr que se retarde la velocidad de los contagios, para que cuando lleguemos a la fase de máxima transmisión, los hospitales tengan capacidad suficiente para responder a la contingencia.

Todos podemos contribuir a reducir la intensidad de la pandemia, y por eso es importante que adoptemos cuanto antes, si no lo hemos hecho, las medidas de prevención y mitigación que las autoridades han emitido, y que las apliquemos habitualmente, con rigor, en todos los sectores: social, privado y público.

Estimados tlaxcaltecas: seamos cuidadosos y prudentes en este momento. Valoremos la información a nuestro alcance y consideremos aquella que difunden las autoridades como oficial, porque estará respaldada en criterios médicos, técnicos y científicos.

Lo que nos toca a cada uno en lo personal es seguir las recomendaciones de higiene y limpieza: como lavarse las manos con agua y jabón, o usar gel con base de alcohol al 70 por ciento; procurar toser o estornudar sobre pañuelo desechable y tirarlo a la basura, o en el ángulo inferior del codo; evitar tocarse la cara, tomar mucha agua, no automedicarse, e ir al médico si se tiene fiebre, tos o estornudos, malestar general y dolor de cabeza.

Si una persona está enferma, lo más aconsejable es que se quede en su casa, en primer lugar, porque si descansa, su recuperación será más rápida, y en segundo, porque el virus se trasmite al hablar, toser o estornudar; por eso, si sale para recibir atención médica, es necesario que use cubrebocas.

Desde este espacio, quiero hacer un reconocimiento al esfuerzo que emprenden los servidores públicos federales y estatales, particularmente los que pertenecen al sector educativo y de salud en todo el país, porque su trabajo es esencial para responder mejor a este delicado escenario.

Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.

La Fase 3 de la contingencia sanitaria, que está en puerta y se prevé más difícil, trae consigo la posibilidad de que se saturen los hospitales, y que los casos graves se compliquen.