/ viernes 26 de febrero de 2021

Cuidar a hijos de las drogas

Los buenos padres de familia tienen un gran esmero del cuidado de los hijos, ello normalmente desde que nacen, pero no siempre esos cuidados se tienen en la adolescencia, edad donde los hijos inician un cambio de carácter, período que se conoce como “edad del carácter sin carácter”, porque se presentan cambios físicos y mentales, uno de esos cambios de mayor grado de interés es hacia amistades de la escuela y… hasta las de la calle, notando los padres que ha disminuido el trato familiar. Es el momento de agudizar la observación hacia los hijos, porque es donde el peligro de las amistades se perfila en el consumo de las drogas.

Los hijos cambian su comportamiento cuando la adolescencia inicia, es el momento cuando los padres deberán estar alertas a cualquier actitud extraña de los hijos, y esa edad se puede dar un poco antes de los 16 años, para entonces los padres estarán atentos referentes a las conductas de los infantes porque a veces muchos de ellos fingen muy bien la actitud indebida de sus personas, un dato acusativo hacia los padres es la autonomía y libertad de realizar actividades de importancia solo para ellos.

Dicha libertad reclamada por los adolescentes, es necesaria para su desarrollo hacia la siguiente etapa de su futura vida, por lo tanto; se deben otorgar previos acuerdos verbales con los demandantes, siempre y cuando se mantenga la salud familiar. Así como los hijos necesitan hacer ajustes en su desarrollo, los padres también requieren de ajustes como adultos responsables de familia. Los expertos recomiendan para el buen entendimiento familiar (padres e hijos), que la comunicación sea totalmente libre de ofensas y recriminaciones, donde el cambiante de carácter note respeto y ayuda de los adultos.

EDAD EN PELIGRO DE DROGAS

Según reporte de especialistas, son los adolescentes los que corren peligro en iniciar algún consumo de drogas venenosas; los médicos han observado que las drogas más consumidas por adolescentes son el tabaco y el alcohol, considerados como drogas perniciosas a la salud física y mental del consumidor; muchas veces consumidas durante toda la vida, por ello los padres de familia deben estar alertar en los hábitos de consumo, porque se cree indebidamente que dichas drogas no son peligrosas y su consumo siempre ha sido adictivo, por lo tanto, maléfica para la salud de todo consumidor. Por ello, no debe permitirse dicho consumo, aunque equivocadamente se piense que son drogas poco peligrosas. La respuesta a ello es que cientos de alcohólicos mueren a diario por su consumo permanente. El sistema nervioso se acostumbra a vivir cada día con mayor exigencia hasta devastar completamente órganos importantes del cuerpo humano, los que llegando a cierto estado, ya no tienen curación alguna. Por ello, los padres deben estar pendientes al consumo en niños o adolescentes.

El alcohol y el tabaco: con ellos inician el consumo los adolescentes, después aquí, en México, prosiguen con la mariguana y la cocaína, y paulatinamente van agregando tipos de drogas más potentes y desde luego más dañinas. Así que, generalmente, inicia el consumo por la calle, la casa y los amigos, y si a ese consumo no se pone coto oportunamente, se convertirá en hábito letal.

Los padres de familia son los encargados de la responsabilidad de salvaguardar el sano desarrollo de los hijos, sin embargo, los padres no cuentan con la debida información que los auxilie en sus tareas como educadores y menos en formadores de seres felices, ello a pesar de aportar amor y protección natural como padres. A veces, la paternidad olvida que también sufren cambios como adultos y con la nueva responsabilidad de una familia. Los hijos tienen la necesidad de apoyo, en sus diferentes épocas de desarrollo, de parte de los padres, los que seguramente poseen más experiencia de la vida. Especialistas en la materia, indican que los padres tienen oportunidad de formar individuos sanos. El amor hacia ellos y el conocimiento de lo que se puede hacer, serán armas esenciales contra el problema de la drogadicción. Como es de considerarse: la tarea de ser padre no se limita en traer el sustento familiar y tampoco de enviarlos a la escuela y proporcionarles entretenimiento.

Los buenos padres de familia tienen un gran esmero del cuidado de los hijos, ello normalmente desde que nacen, pero no siempre esos cuidados se tienen en la adolescencia, edad donde los hijos inician un cambio de carácter, período que se conoce como “edad del carácter sin carácter”, porque se presentan cambios físicos y mentales, uno de esos cambios de mayor grado de interés es hacia amistades de la escuela y… hasta las de la calle, notando los padres que ha disminuido el trato familiar. Es el momento de agudizar la observación hacia los hijos, porque es donde el peligro de las amistades se perfila en el consumo de las drogas.

Los hijos cambian su comportamiento cuando la adolescencia inicia, es el momento cuando los padres deberán estar alertas a cualquier actitud extraña de los hijos, y esa edad se puede dar un poco antes de los 16 años, para entonces los padres estarán atentos referentes a las conductas de los infantes porque a veces muchos de ellos fingen muy bien la actitud indebida de sus personas, un dato acusativo hacia los padres es la autonomía y libertad de realizar actividades de importancia solo para ellos.

Dicha libertad reclamada por los adolescentes, es necesaria para su desarrollo hacia la siguiente etapa de su futura vida, por lo tanto; se deben otorgar previos acuerdos verbales con los demandantes, siempre y cuando se mantenga la salud familiar. Así como los hijos necesitan hacer ajustes en su desarrollo, los padres también requieren de ajustes como adultos responsables de familia. Los expertos recomiendan para el buen entendimiento familiar (padres e hijos), que la comunicación sea totalmente libre de ofensas y recriminaciones, donde el cambiante de carácter note respeto y ayuda de los adultos.

EDAD EN PELIGRO DE DROGAS

Según reporte de especialistas, son los adolescentes los que corren peligro en iniciar algún consumo de drogas venenosas; los médicos han observado que las drogas más consumidas por adolescentes son el tabaco y el alcohol, considerados como drogas perniciosas a la salud física y mental del consumidor; muchas veces consumidas durante toda la vida, por ello los padres de familia deben estar alertar en los hábitos de consumo, porque se cree indebidamente que dichas drogas no son peligrosas y su consumo siempre ha sido adictivo, por lo tanto, maléfica para la salud de todo consumidor. Por ello, no debe permitirse dicho consumo, aunque equivocadamente se piense que son drogas poco peligrosas. La respuesta a ello es que cientos de alcohólicos mueren a diario por su consumo permanente. El sistema nervioso se acostumbra a vivir cada día con mayor exigencia hasta devastar completamente órganos importantes del cuerpo humano, los que llegando a cierto estado, ya no tienen curación alguna. Por ello, los padres deben estar pendientes al consumo en niños o adolescentes.

El alcohol y el tabaco: con ellos inician el consumo los adolescentes, después aquí, en México, prosiguen con la mariguana y la cocaína, y paulatinamente van agregando tipos de drogas más potentes y desde luego más dañinas. Así que, generalmente, inicia el consumo por la calle, la casa y los amigos, y si a ese consumo no se pone coto oportunamente, se convertirá en hábito letal.

Los padres de familia son los encargados de la responsabilidad de salvaguardar el sano desarrollo de los hijos, sin embargo, los padres no cuentan con la debida información que los auxilie en sus tareas como educadores y menos en formadores de seres felices, ello a pesar de aportar amor y protección natural como padres. A veces, la paternidad olvida que también sufren cambios como adultos y con la nueva responsabilidad de una familia. Los hijos tienen la necesidad de apoyo, en sus diferentes épocas de desarrollo, de parte de los padres, los que seguramente poseen más experiencia de la vida. Especialistas en la materia, indican que los padres tienen oportunidad de formar individuos sanos. El amor hacia ellos y el conocimiento de lo que se puede hacer, serán armas esenciales contra el problema de la drogadicción. Como es de considerarse: la tarea de ser padre no se limita en traer el sustento familiar y tampoco de enviarlos a la escuela y proporcionarles entretenimiento.