/ martes 24 de abril de 2018

De simulaciones, presiones y voto corporativo

De cara a las elecciones del uno de julio, el peor enemigo del Partido Revolucionario Institucional en Tlaxcala, es el propio PRI.

De hecho, el priismo dividido ya decidió con quién jugar y a quién dejar solo (a) en estos comicios. Por lo pronto, exsecretarios de gabinete ya cerraron filas en torno al junior Mariano González Aguirre en el Distrito I.

Mientras tanto, el priismo de Marco Antonio Mena Rodríguez impulsa –con todo- a los candidatos al senado de la República, Anabel Alvarado Varela y Florentino Domínguez. La exsecretaria de Gobierno tiene todo el apoyo del Gobernador porque éste, a su vez, garantizó a Los Pinos el triunfo en ese espacio.

Pero quienes se están quedando solos son los abanderados a diputados federales por el Distrito II y Distrito III, Blanca Águila Lima y Sandra Corona, respectivamente.

En el dos, con Águila, los priistas simulan que ayudan, pero poco o casi nada hacen para posicionar ante el electorado a la lideresa del Sindicato de la Secretaría de Salud. Y en el tres, de plano, ya hay ‘focos rojos’ para el PRI y para su abanderada del Panal, la hija de J. Carmen Corona, exdirigente de la sección 31 del SNTE.

Explico: Después de que fue “bajado” de la contienda por la senaduría (era el favorito en las encuestas del Comité Ejecutivo Nacional), Ricardo García Portilla, diputado federal por esa región, decidió hacer mutis y mantenerse al margen de estos comicios.

Otro más, Carlos Augusto Pérez, quien por varios años aspiraba a esa posición, molesto por la marginación de la que fue objeto, renunció a las filas del tricolor y ahora anda muy activo promoviendo el voto a favor de los candidatos de Morena. El exdiputado pactó con su estructura no apoyar, en nada, a la hija del líder sindical mucho menos a Águila.

Sandra Corona está técnicamente sola y el apoyo de su padre y de los maestros del sindicato que alguna vez dirigió no le alcanzan para ganar.

Lo cierto es que este uno de julio se llevará a cabo una de las elecciones más emblemáticas y competidas en la historia contemporánea de México. Elegiremos al próximo titular del Poder Ejecutivo Federal, a los representantes del Congreso de la Unión y, en el caso de Tlaxcala, a los miembros del Legislativo. Será, sin duda, una de las más vigiladas pues, como se avizora, nadie permitirá o aceptará juego sucio.

En todo este embrollo electoral, el gremio que siempre fomentaba el voto corporativo dio recientemente el zarpazo. En una entrevista con El Sol de Tlaxcala, Víctor López Hernández, secretario del Trabajo y Conflictos de la Confederación de Trabajadores de México en Tlaxcala, sostuvo que “el voto corporativo desde hace muchos años es un mito y hasta considero contraproducente inducir a la gente para que vote por un partido o determinado candidato,al electorado hay que persuadirlo con las mejores propuestas y ese es un trabajo que se hace a través del diálogo y no de la coacción”.

Este gremio obrero que históricamente fomentaba estas prácticas, hoy dio el ejemplo –esperemos que no sea una simulación- de que hay que estar acordes con los tiempos modernos que nuestra incipiente democracia reclama.

Ojalá otras instituciones siguieran con este ejemplo, pero no es así. Tintero tuvo conocimiento de que en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (institución cuyo cometido es precisamente vigilar el derecho a decidir libremente en los asuntos políticos), el ineficiente titular Víctor Manuel Cid del Prado Pineda se dio el lujo, como si fuera dictador, de ordenar a los trabajadores de esa institució operar (aunque usted no lo crea) a favor del PRI y de sus candidatos, a cambio de seguir laborando en el ente. De plano no habrá alguien que le diga a este señor que con ese nefasto proceder mata la credibilidad del organismo que preside. Qué patético.

Pero no es el único. En el sindicato “7 de Mayo”, el cuestionado dirigente Edgar Tlapale ya tiró línea a los burócratas para que voten a favor del PRI y de sus abanderados (hasta copia de la credencial de elector pide). El señor advirtió que si no apoyan a ese partido varias de las prestaciones laborales desaparecerán. ¡Hágame usted el favor!

**************

EPÍLOGO…

1.-EL FUTURISTA… Efusivo, el diputado local del Panal, J. Carmen Corona, dijo en una reunión con priistas y miembros de su partido, que ahora que su hija Sandra gane el Distrito III, la mesa estará servida para que se convierta en el próximo gobernador de Tlaxcala. ¿Cuento con su apoyo? –preguntó a los comensales. ¿Qué tal?

2.-EL PENDIENTE… Tito Cervantes Zepeda debe una explicación a los tlaxcaltecas del por qué arengó al suspendido munícipe de Ixtenco, Ángel Caballero Yonca, para recuperar con violencia las instalaciones de la presidencia. En un régimen de justicia, Tito ya no estaría en la Secretaría de Gobierno. Imagínese si el que está obligado a dialogar fomenta la violencia, ¿a dónde vamos a parar?

3.-¿RECONOCIMIENTO A LA TRAMPA? No sabía que el Instituto de Líderes de Excelencia entregaba reconocimientos de Honoris Causa a personas que en un examen son descubiertas copiando y son expulsadas. Si es así, entonces bien merecido el Honoris Causa por copión a Víctor Manuel Cid del Prado.

De cara a las elecciones del uno de julio, el peor enemigo del Partido Revolucionario Institucional en Tlaxcala, es el propio PRI.

De hecho, el priismo dividido ya decidió con quién jugar y a quién dejar solo (a) en estos comicios. Por lo pronto, exsecretarios de gabinete ya cerraron filas en torno al junior Mariano González Aguirre en el Distrito I.

Mientras tanto, el priismo de Marco Antonio Mena Rodríguez impulsa –con todo- a los candidatos al senado de la República, Anabel Alvarado Varela y Florentino Domínguez. La exsecretaria de Gobierno tiene todo el apoyo del Gobernador porque éste, a su vez, garantizó a Los Pinos el triunfo en ese espacio.

Pero quienes se están quedando solos son los abanderados a diputados federales por el Distrito II y Distrito III, Blanca Águila Lima y Sandra Corona, respectivamente.

En el dos, con Águila, los priistas simulan que ayudan, pero poco o casi nada hacen para posicionar ante el electorado a la lideresa del Sindicato de la Secretaría de Salud. Y en el tres, de plano, ya hay ‘focos rojos’ para el PRI y para su abanderada del Panal, la hija de J. Carmen Corona, exdirigente de la sección 31 del SNTE.

Explico: Después de que fue “bajado” de la contienda por la senaduría (era el favorito en las encuestas del Comité Ejecutivo Nacional), Ricardo García Portilla, diputado federal por esa región, decidió hacer mutis y mantenerse al margen de estos comicios.

Otro más, Carlos Augusto Pérez, quien por varios años aspiraba a esa posición, molesto por la marginación de la que fue objeto, renunció a las filas del tricolor y ahora anda muy activo promoviendo el voto a favor de los candidatos de Morena. El exdiputado pactó con su estructura no apoyar, en nada, a la hija del líder sindical mucho menos a Águila.

Sandra Corona está técnicamente sola y el apoyo de su padre y de los maestros del sindicato que alguna vez dirigió no le alcanzan para ganar.

Lo cierto es que este uno de julio se llevará a cabo una de las elecciones más emblemáticas y competidas en la historia contemporánea de México. Elegiremos al próximo titular del Poder Ejecutivo Federal, a los representantes del Congreso de la Unión y, en el caso de Tlaxcala, a los miembros del Legislativo. Será, sin duda, una de las más vigiladas pues, como se avizora, nadie permitirá o aceptará juego sucio.

En todo este embrollo electoral, el gremio que siempre fomentaba el voto corporativo dio recientemente el zarpazo. En una entrevista con El Sol de Tlaxcala, Víctor López Hernández, secretario del Trabajo y Conflictos de la Confederación de Trabajadores de México en Tlaxcala, sostuvo que “el voto corporativo desde hace muchos años es un mito y hasta considero contraproducente inducir a la gente para que vote por un partido o determinado candidato,al electorado hay que persuadirlo con las mejores propuestas y ese es un trabajo que se hace a través del diálogo y no de la coacción”.

Este gremio obrero que históricamente fomentaba estas prácticas, hoy dio el ejemplo –esperemos que no sea una simulación- de que hay que estar acordes con los tiempos modernos que nuestra incipiente democracia reclama.

Ojalá otras instituciones siguieran con este ejemplo, pero no es así. Tintero tuvo conocimiento de que en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (institución cuyo cometido es precisamente vigilar el derecho a decidir libremente en los asuntos políticos), el ineficiente titular Víctor Manuel Cid del Prado Pineda se dio el lujo, como si fuera dictador, de ordenar a los trabajadores de esa institució operar (aunque usted no lo crea) a favor del PRI y de sus candidatos, a cambio de seguir laborando en el ente. De plano no habrá alguien que le diga a este señor que con ese nefasto proceder mata la credibilidad del organismo que preside. Qué patético.

Pero no es el único. En el sindicato “7 de Mayo”, el cuestionado dirigente Edgar Tlapale ya tiró línea a los burócratas para que voten a favor del PRI y de sus abanderados (hasta copia de la credencial de elector pide). El señor advirtió que si no apoyan a ese partido varias de las prestaciones laborales desaparecerán. ¡Hágame usted el favor!

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EPÍLOGO…

1.-EL FUTURISTA… Efusivo, el diputado local del Panal, J. Carmen Corona, dijo en una reunión con priistas y miembros de su partido, que ahora que su hija Sandra gane el Distrito III, la mesa estará servida para que se convierta en el próximo gobernador de Tlaxcala. ¿Cuento con su apoyo? –preguntó a los comensales. ¿Qué tal?

2.-EL PENDIENTE… Tito Cervantes Zepeda debe una explicación a los tlaxcaltecas del por qué arengó al suspendido munícipe de Ixtenco, Ángel Caballero Yonca, para recuperar con violencia las instalaciones de la presidencia. En un régimen de justicia, Tito ya no estaría en la Secretaría de Gobierno. Imagínese si el que está obligado a dialogar fomenta la violencia, ¿a dónde vamos a parar?

3.-¿RECONOCIMIENTO A LA TRAMPA? No sabía que el Instituto de Líderes de Excelencia entregaba reconocimientos de Honoris Causa a personas que en un examen son descubiertas copiando y son expulsadas. Si es así, entonces bien merecido el Honoris Causa por copión a Víctor Manuel Cid del Prado.