/ jueves 29 de agosto de 2019

Deshojando el cempasúchil | Estamos condenando a la humanidad al ocaso final

Hay dos temas que causan mi angustia y preocupación: uno es, por supuesto, el calentamiento global -al que estamos colaborando todos los seres humanos-, agravado por el descongelamiento de los polos y el terrible incendio en el pulmón del planeta: la selva tropical de la Amazonia, incendio que hasta el día de hoy afectaba en cuanto a territorio cinco países, y en cuanto a contaminación al mundo entero.


Yo insisto siempre en comentar que el mundo es redondo y que lo que pasa en una parte es muy probable que afecte al planeta entero, unamos a eso la llegada de líderes “carismáticos” –curiosamente todos ellos evangelistas- que desoyen las voces de millones de habitantes del planeta que claman desesperadamente por la preservación del globo terráqueo y la reversión del calentamiento global al que todos hemos contribuido -y seguimos contribuyendo cotidianamente-. Las escenas presentadas por los medios de comunicación son dantescas, miles de hectáreas arboladas calcinadas, miles de animales quemados y muertos dentro de un incendio que por lo que se sabe, fue provocado por el hombre. La maldita ambición por el dinero que deja de lado el bienestar de cientos, de miles, de millones de seres vivos, es terrible. Se acusan unos a otros, la triste realidad es que se observan imágenes aéreas de varios espacios dedicados a la tala legal o no de miles de árboles. También se observan fincas que le han ido arrancando trozos a la selva para sus cultivos, sus casas, sus ingenios y lo que se les ocurre. El mayor depredador del planeta es sin duda el hombre, el ser humano, la mejor y la peor de las especies; el animal en el que son más evidentes las pasiones y que privilegia la ganancia personal, los negocios por encima del bienestar y la salud del planeta. Lo que a veces me pregunto es ¿acaso los depredadores, millonetas y gandallas, tienen un mundo alterno al que se irán a vivir con sus familias cuando colapse este en el que vivimos? La verdad, los calores extremos, las lluvias devastadoras, las sequias apocalípticas y demás señales de aviso que nos está enviando el planeta parece que son insuficientes. En cada pueblo, en cada aldea, siempre, por muy alejados que parezcan, se encuentran toneladas de basura: en la cima del Tíbet, en el fondo de los océanos y entre los glaciares de los polos aparecen plásticos y basura. ¿Qué nos pasa? ¿Acaso somos demasiados? ¿Con las nuevas tecnologías nos hemos deshumanizado y acallado nuestra conciencia y nuestro sentido de responsabilidad para con la madre tierra y los demás seres vivos? Todos y cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de reclamar a quienes nos dirigen, a quienes la mayoría de los habitantes del país eligieran para gobernarlo, que asuman las responsabilidades para las que fueron elegidos, entre ellas la seguridad del planeta, de la vida y de quienes en sus pueblos y ciudades habitamos. ¿Usted qué opina?

¿Cuáles son los derechos de las mujeres?

Los derechos de las mujeres, creo yo, se han desvirtuado. La realidad es que no por el hecho de que por decreto sean la mitad de los miembros de la cámara de diputados, o de senadores, no es exactamente paridad de género, esta va más allá del número de puestos similar entre hombres y mujeres. En el rubro del derecho a puestos y lugares en el escalafón, este debería quedar en manos de quien tenga mayor preparación, sea hombre o mujer. Lo que no creo justo es que se proporcione menor salario por trabajo igual, creo que ambos, mujer y hombre, deben ser educados de igual manera. Es cierto que en la actualidad casi la mitad de los estudiantes son del sexo femenino, sin embargo, las oportunidades de trabajo con el mismo salario no son iguales, y qué decimos de las malditas costumbres ancestrales de que un jefe se sienta dueño de una subordinada o crea tener derecho de pernada; un líder sindical o los miembros de la elite de un sindicato, llámese de burócratas o maestros, se sientan con derecho de imponer su presencia a las féminas por el sólo hecho de ser machines. ¿Y qué me dicen de las mujeres que han sido acosadas y violadas? Aquí sí me gustaría que no sucediera lo que pasa en otros estados -y el nuestro no es la excepción-, cuando alguien va a hacer una denuncia, tardan tanto que la víctima se aburre y se va. Las autoridades se quejan de que no pueden detener al delincuente porque no se denuncia. ¿por qué no se hace? Por tres razones: 1.- por temor a que quien esté tomando la declaración sea uno de los delincuentes o amigo o cómplice de ellos, 2.- perder de 8 a diez horas para denunciar y que vea uno que echan la denuncia al montón de expedientes sin investigar y, por supuesto, sin resolver y 3.- si usted es una mujer y fue violada ¿qué es lo que va a pasar?, la llevan a una oficina donde hay más de cinco escritorios y le piden a la mujer afectada, todavía traumada por la violencia que declare qué le pasó, qué le hicieron, qué le dijeron, o sea, la vuelven a violar y, por si tal cosa fuera poca, la pasan con el médico legista que no siempre es una mujer para que la examine, tratándola como un cuerpo insensible, sin consideración alguna. Esto que estoy diciendo pasaba por allá por el año 86, la difunta Alma Nophal y yo nos enfrascamos en una batalla para que al fin se lograra que las mujeres violentadas fueran atendidas en privado y que los médicos legistas fueran mujeres, sin dejar transcurrir más tiempo del necesario y con todo el respeto que el caso ameritaba. Tienen que entender las autoridades que ninguna mujer busca ser violada, y tampoco es cuestión de chiste, especialmente a las víctimas de los malditos pederastas o… ¿Ustedes qué opinan?...

De dulce de chile y de manteca

Estamos de acuerdo con la opinión del gobernador de Michoacán, respecto a que no deben quedar impunes quienes ataquen a los militares, marinos y policías. ¡no es posible, -duele el alma al ver a los militares aguantando las vejaciones de quienes aprovechan la promesa presidencial de que “no habrá represalias” y todavía les felicita por aguantar????? ¿Qué pasa? ¡Definitivamente no estamos de acuerdo, hay que devolverle la dignidad y el monopolio de la fuerza y el control de la seguridad a quienes siempre hemos respetado: marinos y soldados. ¡asignatura pendiente!...

www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx

www.deshojandoelcempaxuchil.com

Hay dos temas que causan mi angustia y preocupación: uno es, por supuesto, el calentamiento global -al que estamos colaborando todos los seres humanos-, agravado por el descongelamiento de los polos y el terrible incendio en el pulmón del planeta: la selva tropical de la Amazonia, incendio que hasta el día de hoy afectaba en cuanto a territorio cinco países, y en cuanto a contaminación al mundo entero.


Yo insisto siempre en comentar que el mundo es redondo y que lo que pasa en una parte es muy probable que afecte al planeta entero, unamos a eso la llegada de líderes “carismáticos” –curiosamente todos ellos evangelistas- que desoyen las voces de millones de habitantes del planeta que claman desesperadamente por la preservación del globo terráqueo y la reversión del calentamiento global al que todos hemos contribuido -y seguimos contribuyendo cotidianamente-. Las escenas presentadas por los medios de comunicación son dantescas, miles de hectáreas arboladas calcinadas, miles de animales quemados y muertos dentro de un incendio que por lo que se sabe, fue provocado por el hombre. La maldita ambición por el dinero que deja de lado el bienestar de cientos, de miles, de millones de seres vivos, es terrible. Se acusan unos a otros, la triste realidad es que se observan imágenes aéreas de varios espacios dedicados a la tala legal o no de miles de árboles. También se observan fincas que le han ido arrancando trozos a la selva para sus cultivos, sus casas, sus ingenios y lo que se les ocurre. El mayor depredador del planeta es sin duda el hombre, el ser humano, la mejor y la peor de las especies; el animal en el que son más evidentes las pasiones y que privilegia la ganancia personal, los negocios por encima del bienestar y la salud del planeta. Lo que a veces me pregunto es ¿acaso los depredadores, millonetas y gandallas, tienen un mundo alterno al que se irán a vivir con sus familias cuando colapse este en el que vivimos? La verdad, los calores extremos, las lluvias devastadoras, las sequias apocalípticas y demás señales de aviso que nos está enviando el planeta parece que son insuficientes. En cada pueblo, en cada aldea, siempre, por muy alejados que parezcan, se encuentran toneladas de basura: en la cima del Tíbet, en el fondo de los océanos y entre los glaciares de los polos aparecen plásticos y basura. ¿Qué nos pasa? ¿Acaso somos demasiados? ¿Con las nuevas tecnologías nos hemos deshumanizado y acallado nuestra conciencia y nuestro sentido de responsabilidad para con la madre tierra y los demás seres vivos? Todos y cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de reclamar a quienes nos dirigen, a quienes la mayoría de los habitantes del país eligieran para gobernarlo, que asuman las responsabilidades para las que fueron elegidos, entre ellas la seguridad del planeta, de la vida y de quienes en sus pueblos y ciudades habitamos. ¿Usted qué opina?

¿Cuáles son los derechos de las mujeres?

Los derechos de las mujeres, creo yo, se han desvirtuado. La realidad es que no por el hecho de que por decreto sean la mitad de los miembros de la cámara de diputados, o de senadores, no es exactamente paridad de género, esta va más allá del número de puestos similar entre hombres y mujeres. En el rubro del derecho a puestos y lugares en el escalafón, este debería quedar en manos de quien tenga mayor preparación, sea hombre o mujer. Lo que no creo justo es que se proporcione menor salario por trabajo igual, creo que ambos, mujer y hombre, deben ser educados de igual manera. Es cierto que en la actualidad casi la mitad de los estudiantes son del sexo femenino, sin embargo, las oportunidades de trabajo con el mismo salario no son iguales, y qué decimos de las malditas costumbres ancestrales de que un jefe se sienta dueño de una subordinada o crea tener derecho de pernada; un líder sindical o los miembros de la elite de un sindicato, llámese de burócratas o maestros, se sientan con derecho de imponer su presencia a las féminas por el sólo hecho de ser machines. ¿Y qué me dicen de las mujeres que han sido acosadas y violadas? Aquí sí me gustaría que no sucediera lo que pasa en otros estados -y el nuestro no es la excepción-, cuando alguien va a hacer una denuncia, tardan tanto que la víctima se aburre y se va. Las autoridades se quejan de que no pueden detener al delincuente porque no se denuncia. ¿por qué no se hace? Por tres razones: 1.- por temor a que quien esté tomando la declaración sea uno de los delincuentes o amigo o cómplice de ellos, 2.- perder de 8 a diez horas para denunciar y que vea uno que echan la denuncia al montón de expedientes sin investigar y, por supuesto, sin resolver y 3.- si usted es una mujer y fue violada ¿qué es lo que va a pasar?, la llevan a una oficina donde hay más de cinco escritorios y le piden a la mujer afectada, todavía traumada por la violencia que declare qué le pasó, qué le hicieron, qué le dijeron, o sea, la vuelven a violar y, por si tal cosa fuera poca, la pasan con el médico legista que no siempre es una mujer para que la examine, tratándola como un cuerpo insensible, sin consideración alguna. Esto que estoy diciendo pasaba por allá por el año 86, la difunta Alma Nophal y yo nos enfrascamos en una batalla para que al fin se lograra que las mujeres violentadas fueran atendidas en privado y que los médicos legistas fueran mujeres, sin dejar transcurrir más tiempo del necesario y con todo el respeto que el caso ameritaba. Tienen que entender las autoridades que ninguna mujer busca ser violada, y tampoco es cuestión de chiste, especialmente a las víctimas de los malditos pederastas o… ¿Ustedes qué opinan?...

De dulce de chile y de manteca

Estamos de acuerdo con la opinión del gobernador de Michoacán, respecto a que no deben quedar impunes quienes ataquen a los militares, marinos y policías. ¡no es posible, -duele el alma al ver a los militares aguantando las vejaciones de quienes aprovechan la promesa presidencial de que “no habrá represalias” y todavía les felicita por aguantar????? ¿Qué pasa? ¡Definitivamente no estamos de acuerdo, hay que devolverle la dignidad y el monopolio de la fuerza y el control de la seguridad a quienes siempre hemos respetado: marinos y soldados. ¡asignatura pendiente!...

www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx

www.deshojandoelcempaxuchil.com