/ jueves 6 de febrero de 2020

Deshojando el Cempasúchil | Los años vividos y la senectud

  • Seguramente muchos de nosotros no estamos conscientes del paso de los años, excepto en las ocasiones en que el espejo refleja nuestra realidad y nuestra acta de nacimiento nos recuerda los años que han pasado desde que vimos la luz primera.

También es cierto que, al compararnos con nuestros contemporáneos, a veces salimos perdiendo y en otras ganando en cuanto a nuestro estado de conservación física, salud y especialmente en nuestro estado mental, y nos preguntamos: ¿qué va a pasar con nosotros cuando seamos viejos, más bien cuando ya no podamos valernos por nosotros mismos? Las respuestas no son fáciles, ¿depender de parientes? ¡No Good! Ellos no tienen por qué cargar con nuestra senectud. ¿Cuál es la respuesta? Quizá contratar una casa para ancianos, donde uno pague por ser bien atendido, pero, ¿de verdad tenemos dinero para pagar? Así las cosas, aparte de empezar a cuidarnos desde temprana edad, digamos después de los 40, habrá que recurrir a una dieta adecuada, a evitar excesos, a practicar alguna actividad física y, además de ello, se recomiendan la lectura y otras actividades que permitan mantener sano nuestro cerebro, porque, lo sabemos, no es justo cargar a la familia nuestra vejez con todos los achaques que conlleva. Pero tampoco hay forma de evitarla, excepto muriéndose a tiempo, aunque no con sólo desear la muerte esta llega, se dice que “Dios no cumple caprichos ni endereza jorobados”, o sea, cuando llegue la hora nos iremos, no obstante, habrá momentos en que nos preguntemos, cuando estemos conscientes de ello –si no tenemos locura senil o Alzheimer– qué carajos seguimos haciendo aquí, sino fastidiando a quienes nos aman. Sabemos que la soledad implica abandono, pobreza, enfermedad y muchas veces insania mental. ¿Ya pensamos qué vamos a hacer cuando la senilidad toque con violencia a nuestra puerta? ¿Cómo nos estamos preparando para cuando llegue la vejez? No vaya a ser que terminemos siendo parte de ese grupo que muere de hambre y soledad, por invalidez y por carencia de apoyo. O de aquellos otros a los que no solo abandonan en lugares como el asilo de San Judas Tadeo, donde una vez que los dejan sus familiares no regresan jamás, o, lo que es peor, dejados literalmente en basureros, abandonados a su suerte. Se habla mucho del deber ser y del hacer, pero ¿y los que ya están ahí en ese lugar? En Tlaxcala no hay más que un lugar para atender a los ancianos de manera privada, con el problema de que la gente no está acostumbrada a pagar para que atiendan a sus familiares ¿Qué hacer?

De por aquí y por allá

Que siempre sí va la rifa del avión presidencial, a pesar de que al parecer no es propiedad del país, sino que está alquilado por 25 años y una vez concluido el alquiler, el país tiene la opción de compra ¿Cómo le van a hacer para rifar algo que no es del país? Hay expertos que dicen que el pretexto del avión presidencial, además de ser un tema popular, que entusiasma a los pobres al ver que también el presidente viaja como cualquiera que tenga para pagar el boleto de abordaje… lo que se especula -no sin razón- es que está utilizando la rifa del avión como pretexto para la “agenda setting” –fijar la agenda- con el fin de que sus seguidores dejen de estar pendientes de la rampante inseguridad, de las masacres ocasionadas contra marinos, militares y Guardia Nacional, pasando por policías estatales y municipales, mientras los grupos criminales se empoderan y hacen de las suyas, para que no se le dé importancia a que nuestra economía está en pésimas condiciones “pero el bienestar social está bien” y para que no le hagamos caso a los datos que publican los fifís de los periódicos o los periódicos fifís, dado que “ya saben quién” “tiene otros datos” y “el bienestar de las mayorías está creciendo”… Mientras tanto, solo 5 gobernadores –Aguascalientes, Baja California Sur, Guanajuato, Jalisco y Nuevo León- no le han entrado al juego del Insabi, una promesa de servicios de salud que no tiene para cuando concretarse, la idea en sí no es mala, pero… Si estamos en la calle en inversión, no se generan impuestos, no se recaban impuestos, el país no tiene dinero y si no hay dinero ¿con qué se va a mantener a tantos viejitos, ninis, madres solteras, etc.? Y, si a esto agregamos los servicios gratuitos del Insabi ¿qué va a pasar? Lo único bueno es que se dijo que la gratuidad sería progresiva. Mientras tanto, ya hay 5 alojamientos dignos para la Guardia Nacional, pero ¡no me quiero imaginar cómo tienen viviendo a los 27 mil que se encuentran como muro humano entre Estados Unidos y México, la mayoría de los cuales están asentados en Chiapas, ¡échenle cuentas: 27 mil guardias, más unos 5 mil migrantes centroamericanos que no pueden pasar y otros 4 mil que el gringo loco nos ha regresado recientemente! Por cierto, al parecer el cabeza de estropajo a estas fechas ya ha sido exonerado de todos los cargos, pues ¡tiene mayoría en el congreso y amenaza con reelegirse! ¡El mundo está de cabeza!

De dulce, de chile y de manteca

Los seres humanos, sin duda alguna, somos los animales más destructores del planeta, todo para seguir enriqueciendo a los dos mil –cuando mucho- cresos del mundo -Creso de Lidia: el rey que nadaba en oro-, en tanto el 70 por ciento de mil millones de seres humanos vive en condiciones paupérrimas y muriendo de hambre, los líderes de las grandes potencias niegan el calentamiento global y siguen causando contaminación, con el pretexto de que evitar el uso de contaminantes dejaría sin empleo a miles de personas que habitan sus países. ¿Acaso no piensan que su capricho está causando incendios, deforestación, carestía, deshielos polares, crecimiento de los mares y cambio climático? Como nunca antes se había visto, hay sequías terribles, inundaciones devastadoras, maremotos, tsunamis, torbellinos y huracanes… Ya desaparecieron el 40 por ciento de las especies animales y muchas más están en vías de hacerlo. Los incendios están acabando con los bosques ¿y después qué vamos a hacer? ¿Qué va a pasar? ¡Somos demasiados seres humanos y contamos con políticos corruptos o locos, a quienes no les importamos! ¡Destruyen nuestros ecosistemas! ¡No hay país, por muy avanzado que esté, que pueda considerarse a salvo de los desastres naturales! ¿Qué hacer?...

  • Nuestro correo: www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx
  • Para leer la columna: www.deshojandoelcempaxuchil.com
  • Seguramente muchos de nosotros no estamos conscientes del paso de los años, excepto en las ocasiones en que el espejo refleja nuestra realidad y nuestra acta de nacimiento nos recuerda los años que han pasado desde que vimos la luz primera.

También es cierto que, al compararnos con nuestros contemporáneos, a veces salimos perdiendo y en otras ganando en cuanto a nuestro estado de conservación física, salud y especialmente en nuestro estado mental, y nos preguntamos: ¿qué va a pasar con nosotros cuando seamos viejos, más bien cuando ya no podamos valernos por nosotros mismos? Las respuestas no son fáciles, ¿depender de parientes? ¡No Good! Ellos no tienen por qué cargar con nuestra senectud. ¿Cuál es la respuesta? Quizá contratar una casa para ancianos, donde uno pague por ser bien atendido, pero, ¿de verdad tenemos dinero para pagar? Así las cosas, aparte de empezar a cuidarnos desde temprana edad, digamos después de los 40, habrá que recurrir a una dieta adecuada, a evitar excesos, a practicar alguna actividad física y, además de ello, se recomiendan la lectura y otras actividades que permitan mantener sano nuestro cerebro, porque, lo sabemos, no es justo cargar a la familia nuestra vejez con todos los achaques que conlleva. Pero tampoco hay forma de evitarla, excepto muriéndose a tiempo, aunque no con sólo desear la muerte esta llega, se dice que “Dios no cumple caprichos ni endereza jorobados”, o sea, cuando llegue la hora nos iremos, no obstante, habrá momentos en que nos preguntemos, cuando estemos conscientes de ello –si no tenemos locura senil o Alzheimer– qué carajos seguimos haciendo aquí, sino fastidiando a quienes nos aman. Sabemos que la soledad implica abandono, pobreza, enfermedad y muchas veces insania mental. ¿Ya pensamos qué vamos a hacer cuando la senilidad toque con violencia a nuestra puerta? ¿Cómo nos estamos preparando para cuando llegue la vejez? No vaya a ser que terminemos siendo parte de ese grupo que muere de hambre y soledad, por invalidez y por carencia de apoyo. O de aquellos otros a los que no solo abandonan en lugares como el asilo de San Judas Tadeo, donde una vez que los dejan sus familiares no regresan jamás, o, lo que es peor, dejados literalmente en basureros, abandonados a su suerte. Se habla mucho del deber ser y del hacer, pero ¿y los que ya están ahí en ese lugar? En Tlaxcala no hay más que un lugar para atender a los ancianos de manera privada, con el problema de que la gente no está acostumbrada a pagar para que atiendan a sus familiares ¿Qué hacer?

De por aquí y por allá

Que siempre sí va la rifa del avión presidencial, a pesar de que al parecer no es propiedad del país, sino que está alquilado por 25 años y una vez concluido el alquiler, el país tiene la opción de compra ¿Cómo le van a hacer para rifar algo que no es del país? Hay expertos que dicen que el pretexto del avión presidencial, además de ser un tema popular, que entusiasma a los pobres al ver que también el presidente viaja como cualquiera que tenga para pagar el boleto de abordaje… lo que se especula -no sin razón- es que está utilizando la rifa del avión como pretexto para la “agenda setting” –fijar la agenda- con el fin de que sus seguidores dejen de estar pendientes de la rampante inseguridad, de las masacres ocasionadas contra marinos, militares y Guardia Nacional, pasando por policías estatales y municipales, mientras los grupos criminales se empoderan y hacen de las suyas, para que no se le dé importancia a que nuestra economía está en pésimas condiciones “pero el bienestar social está bien” y para que no le hagamos caso a los datos que publican los fifís de los periódicos o los periódicos fifís, dado que “ya saben quién” “tiene otros datos” y “el bienestar de las mayorías está creciendo”… Mientras tanto, solo 5 gobernadores –Aguascalientes, Baja California Sur, Guanajuato, Jalisco y Nuevo León- no le han entrado al juego del Insabi, una promesa de servicios de salud que no tiene para cuando concretarse, la idea en sí no es mala, pero… Si estamos en la calle en inversión, no se generan impuestos, no se recaban impuestos, el país no tiene dinero y si no hay dinero ¿con qué se va a mantener a tantos viejitos, ninis, madres solteras, etc.? Y, si a esto agregamos los servicios gratuitos del Insabi ¿qué va a pasar? Lo único bueno es que se dijo que la gratuidad sería progresiva. Mientras tanto, ya hay 5 alojamientos dignos para la Guardia Nacional, pero ¡no me quiero imaginar cómo tienen viviendo a los 27 mil que se encuentran como muro humano entre Estados Unidos y México, la mayoría de los cuales están asentados en Chiapas, ¡échenle cuentas: 27 mil guardias, más unos 5 mil migrantes centroamericanos que no pueden pasar y otros 4 mil que el gringo loco nos ha regresado recientemente! Por cierto, al parecer el cabeza de estropajo a estas fechas ya ha sido exonerado de todos los cargos, pues ¡tiene mayoría en el congreso y amenaza con reelegirse! ¡El mundo está de cabeza!

De dulce, de chile y de manteca

Los seres humanos, sin duda alguna, somos los animales más destructores del planeta, todo para seguir enriqueciendo a los dos mil –cuando mucho- cresos del mundo -Creso de Lidia: el rey que nadaba en oro-, en tanto el 70 por ciento de mil millones de seres humanos vive en condiciones paupérrimas y muriendo de hambre, los líderes de las grandes potencias niegan el calentamiento global y siguen causando contaminación, con el pretexto de que evitar el uso de contaminantes dejaría sin empleo a miles de personas que habitan sus países. ¿Acaso no piensan que su capricho está causando incendios, deforestación, carestía, deshielos polares, crecimiento de los mares y cambio climático? Como nunca antes se había visto, hay sequías terribles, inundaciones devastadoras, maremotos, tsunamis, torbellinos y huracanes… Ya desaparecieron el 40 por ciento de las especies animales y muchas más están en vías de hacerlo. Los incendios están acabando con los bosques ¿y después qué vamos a hacer? ¿Qué va a pasar? ¡Somos demasiados seres humanos y contamos con políticos corruptos o locos, a quienes no les importamos! ¡Destruyen nuestros ecosistemas! ¡No hay país, por muy avanzado que esté, que pueda considerarse a salvo de los desastres naturales! ¿Qué hacer?...

  • Nuestro correo: www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx
  • Para leer la columna: www.deshojandoelcempaxuchil.com