/ jueves 30 de abril de 2020

Deshojando el Cempasúchil | ¿No me gustó mucho el modito, no somos florero?

“No me gustó mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes, ya no es como antes, antes el poder económico y el político se nutrían mutuamente pero ahora hay separación entre el poder económico y el poder político”, AMLO –en su desinformación supina- añadió que no apoyaba este tipo de negociación y los empresarios querían que la Secretaría de Hacienda lo avalara, “Ni que estuviéramos de florero” –remató-.

Aquí hubo tres cosas que no le gustaron: la primera, que no le pidieron permiso y, la segunda, que sea un arreglo entre particulares, y la tercera que se quiera ayudar a los empresarios, a los que parece empeñado en desaparecer del país. Recalcó que Hacienda no apoyaría el arreglo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo con el que los empresarios mexicanos se pusieron de acuerdo para que esta institución les otorgara un crédito de 12 mil millones de dólares con el fin de beneficiar a 30 mil micro y medianas empresas -aun cuando se sabe que ya hay un millón 200 mil empresas en quiebra, ¡y apenas llevamos poco más de un mes! -. ¿Puede inmiscuirse un mandatario en un arreglo entre particulares? ¿De qué se trata? ¿Dictadura? ¡Ni come ni deja comer! ¡Claro, no son sus clientes, son los malos, los que se le oponen, los que equilibran el poder, el dinero del que quiere disponer, solo sus chicharrones truenan!, lo bueno es que en México hay democracia y libertad de expresión, a pesar de las fuertes descalificaciones para periodistas y medios de comunicación. Dice que ejerce el derecho de réplica, sólo que no son pares. El poder presidencial –su popularidad ¡a pesar de todas sus políticas y decisiones erróneas se mantiene en 46%! -. Un senado agachón y malamente mayoriteado, se reunió –con todo y pandemia- para aprobar una sola ley, la de amnistía, que, si bien tiene muchas cosas buenas, también va a beneficiar a varios facinerosos, a los que quiere tratar con abrazos no con balazos y otras de gran prioridad para el país fueron puestas en espera, ¡no están en su agenda personal!- Los datos del Covid-19 al parecer están siendo maquillados, todavía no llegamos a la parte alta de la crisis y este cuate –AMLO- dice que ya la curva se está aplanando, cuando en las estadísticas vemos como el contagio sube imparable, mientras en otros lugares del planeta el número de muertos es de un 6.3 %, en México supera el 9.5 %. ¿Qué esperábamos en un país al que le vale madre tomar precauciones? Un país donde hay el porcentaje más elevado del mundo en obesos y diabéticos, todos ellos motivo de debilidad y de incidencia para la pandemia, pero eso sí “hay 70 % de camas que no están ocupadas”, ¡claro!, tampoco tienen ventiladores y menos intensivistas preparados para manejarlos; ¡lleva dos años preparar a un intensivista en el uso de esos aparatos, mientras que aquí se está desdeñando la contratación de médicos y enfermeras preparados y no se les dota de los elementos indispensables para su protección. Se sabe que están contratando cubanos y venezolanos, muchos de los cuales ni siquiera cuentan con cédula profesional, con el agravante de que los cubanos no quieren estar en contacto con los contagiados por el virus, entonces ¿a qué vienen? Mientras en México ya son varios los médicos, enfermeras y otros involucrados que son agredidos por gente que no tiene madre y ni siquiera se pone cubreboca para salir a la calle e incumplen todas las reglas de protección ¡no quiero ser alarmista, pero las situaciones sanitaria y económica nos pintan de negrura intensa!

¡Apenas viene lo peor!

Las tres primeras semanas de mayo nos llevarán a la cúspide de los contagios de la pandemia –aunque apenas el domingo López-Gatell dijo que ya no estaba subiendo ¡claro que sigue subiendo, y lo que nos espera! Aquí no se trata de ser alarmistas, sino precavidos, si cada uno de nosotros no se cuida, ni cuida a su familia, la situación se va a aponer terrible, comenzando con la disposición de los cuerpos de los difuntos, pues se van a dificultar terriblemente los trámites ya que muchas oficinas -Registro Civil entre otras- trabaja con apenas el mínimo de personal requerido-. ¡Por favor, cuídense, no crean las tonterías de que no pasa nada, de que el virus fue inventado, más de 200 mil muertes y millones de infectados están demostrando la realidad y no vayan a cometer la estupidez que cometieron mil personas en EEUU por escuchar una “sugerencia” de su presidente y murieron por haber ingerido o haberse inyectado productos de limpieza derivados del cloro!

El número de asesinatos sigue al alza

Como si fueran poco la baja del petróleo, el coronavirus y un gabinete incapaz, nos aqueja un presidente que prefiere seguir en campaña con programas electoreros, más que como responsable de la administración pública federal, por lo menos debería contratar a gente preparada y dejarla hacer lo suyo, pero su afán centralista, basado en las ocurrencias mañaneras, no le está dejando nada bueno al país, una de sus últimas puntadas fue recortar el gasto público en un 70 % y bajar el sueldo de subdirectores para arriba… A lo anterior hay que sumar la rebelión de al menos 9 gobernadores, inconformes con la manera en que se reparten los impuestos que ellos le entregan a la Federación y de los cuales reciben 11 centavos por peso entregado y sumar a los gobernadores que han tomado en sus manos el manejo de las políticas para combatir la pandemia y, por supuesto, el sistema de salud y las medidas perentorias de cuidado para proteger de la mejor manera la salud de sus gobernados.

“No me gustó mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes, ya no es como antes, antes el poder económico y el político se nutrían mutuamente pero ahora hay separación entre el poder económico y el poder político”, AMLO –en su desinformación supina- añadió que no apoyaba este tipo de negociación y los empresarios querían que la Secretaría de Hacienda lo avalara, “Ni que estuviéramos de florero” –remató-.

Aquí hubo tres cosas que no le gustaron: la primera, que no le pidieron permiso y, la segunda, que sea un arreglo entre particulares, y la tercera que se quiera ayudar a los empresarios, a los que parece empeñado en desaparecer del país. Recalcó que Hacienda no apoyaría el arreglo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo con el que los empresarios mexicanos se pusieron de acuerdo para que esta institución les otorgara un crédito de 12 mil millones de dólares con el fin de beneficiar a 30 mil micro y medianas empresas -aun cuando se sabe que ya hay un millón 200 mil empresas en quiebra, ¡y apenas llevamos poco más de un mes! -. ¿Puede inmiscuirse un mandatario en un arreglo entre particulares? ¿De qué se trata? ¿Dictadura? ¡Ni come ni deja comer! ¡Claro, no son sus clientes, son los malos, los que se le oponen, los que equilibran el poder, el dinero del que quiere disponer, solo sus chicharrones truenan!, lo bueno es que en México hay democracia y libertad de expresión, a pesar de las fuertes descalificaciones para periodistas y medios de comunicación. Dice que ejerce el derecho de réplica, sólo que no son pares. El poder presidencial –su popularidad ¡a pesar de todas sus políticas y decisiones erróneas se mantiene en 46%! -. Un senado agachón y malamente mayoriteado, se reunió –con todo y pandemia- para aprobar una sola ley, la de amnistía, que, si bien tiene muchas cosas buenas, también va a beneficiar a varios facinerosos, a los que quiere tratar con abrazos no con balazos y otras de gran prioridad para el país fueron puestas en espera, ¡no están en su agenda personal!- Los datos del Covid-19 al parecer están siendo maquillados, todavía no llegamos a la parte alta de la crisis y este cuate –AMLO- dice que ya la curva se está aplanando, cuando en las estadísticas vemos como el contagio sube imparable, mientras en otros lugares del planeta el número de muertos es de un 6.3 %, en México supera el 9.5 %. ¿Qué esperábamos en un país al que le vale madre tomar precauciones? Un país donde hay el porcentaje más elevado del mundo en obesos y diabéticos, todos ellos motivo de debilidad y de incidencia para la pandemia, pero eso sí “hay 70 % de camas que no están ocupadas”, ¡claro!, tampoco tienen ventiladores y menos intensivistas preparados para manejarlos; ¡lleva dos años preparar a un intensivista en el uso de esos aparatos, mientras que aquí se está desdeñando la contratación de médicos y enfermeras preparados y no se les dota de los elementos indispensables para su protección. Se sabe que están contratando cubanos y venezolanos, muchos de los cuales ni siquiera cuentan con cédula profesional, con el agravante de que los cubanos no quieren estar en contacto con los contagiados por el virus, entonces ¿a qué vienen? Mientras en México ya son varios los médicos, enfermeras y otros involucrados que son agredidos por gente que no tiene madre y ni siquiera se pone cubreboca para salir a la calle e incumplen todas las reglas de protección ¡no quiero ser alarmista, pero las situaciones sanitaria y económica nos pintan de negrura intensa!

¡Apenas viene lo peor!

Las tres primeras semanas de mayo nos llevarán a la cúspide de los contagios de la pandemia –aunque apenas el domingo López-Gatell dijo que ya no estaba subiendo ¡claro que sigue subiendo, y lo que nos espera! Aquí no se trata de ser alarmistas, sino precavidos, si cada uno de nosotros no se cuida, ni cuida a su familia, la situación se va a aponer terrible, comenzando con la disposición de los cuerpos de los difuntos, pues se van a dificultar terriblemente los trámites ya que muchas oficinas -Registro Civil entre otras- trabaja con apenas el mínimo de personal requerido-. ¡Por favor, cuídense, no crean las tonterías de que no pasa nada, de que el virus fue inventado, más de 200 mil muertes y millones de infectados están demostrando la realidad y no vayan a cometer la estupidez que cometieron mil personas en EEUU por escuchar una “sugerencia” de su presidente y murieron por haber ingerido o haberse inyectado productos de limpieza derivados del cloro!

El número de asesinatos sigue al alza

Como si fueran poco la baja del petróleo, el coronavirus y un gabinete incapaz, nos aqueja un presidente que prefiere seguir en campaña con programas electoreros, más que como responsable de la administración pública federal, por lo menos debería contratar a gente preparada y dejarla hacer lo suyo, pero su afán centralista, basado en las ocurrencias mañaneras, no le está dejando nada bueno al país, una de sus últimas puntadas fue recortar el gasto público en un 70 % y bajar el sueldo de subdirectores para arriba… A lo anterior hay que sumar la rebelión de al menos 9 gobernadores, inconformes con la manera en que se reparten los impuestos que ellos le entregan a la Federación y de los cuales reciben 11 centavos por peso entregado y sumar a los gobernadores que han tomado en sus manos el manejo de las políticas para combatir la pandemia y, por supuesto, el sistema de salud y las medidas perentorias de cuidado para proteger de la mejor manera la salud de sus gobernados.