/ jueves 24 de mayo de 2018

Deshojando el Cempaxuchil

  • Las redes sociales causan daño grave a la salud pública -mental-
  • El debate ¿un montaje mal hecho? ¿Qué nos aportó? Chistoretes, descalificaciones y falta de propuestas serias.
  • Secoduvi ¡ya limpió parte del río Zahuapan!

En la política no hay casualidades ¡hay causalidades! ¿Y qué decir de las redes sociales? En un artículo publicado en febrero pasado en el diario español El País, quien lo firma, Joseba Elola, las caracteriza como manipuladoras de la atención, vehículo de noticias basura y oligopolios sin control y se pregunta: ¿Qué hacemos con ellas? En respuesta recoge el clamor de la inteligencia: ¡Una rebelión contra las redes sociales! ¿Por qué? Porque crean adicción. Porque para conseguir que la gente permanezca en ellas, generan descargas de “dopamina” -pequeños instantes de felicidad que proceden de los “me gusta” de los amigos-, lo cual manipula una vulnerabilidad de la psicología humana: la egolatría. Porque Facebook y Twitter se han convertido en espacios que crispan el debate y lo contaminan con información falsa. Porque están “desgarrando” el tejido social con la “dopamina”. Facebook no crea contenidos, los ordena. El usuario acepta ceder datos a cambio de un servicio gratuito. Cuanto más tiempo pasamos en la red, más datos se pueden extraer de ella. Una noticia chocante, sensacionalista, incluso inverosímil, llama más a la lectura que un sosegado y equilibrado análisis. Nacieron como un instrumento para conectar amigos y compartir ideas. Paliaban el aislamiento que generaba la Internet; se convirtieron en una fuerza democratizadora, en una herramienta perfecta para el cambio social, empoderaban al ciudadano, “daban voz a los que no tenían voz”, pero ahora “Pierdes una parte de tu libertad y la plataforma hace negocio con eso. Manipula lo que la gente lee, marca el camino”, dice Mari Luz Congosto, experta en redes e investigadora de telemática. Las redes son un invento contaminante, adictivo, son el nuevo tabaco, un problema de salud pública, un problema de salud democrática.


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A final de cuentas, el resultado será, que quien ocupe la silla del Águila no la tendrá fácil, el que sea, se encontrará con los mismos problemas, lo que hará la diferencia será la forma de enfrentarlos. Lo anterior viene a colación por el pasado debate. Lo destacado es que entre los “representantes”, “voceros”, “presidentes de partido”, etc., están tratando de dar una visión interesante que, si me apuran, nada tiene que ver con el show que vimos. Dice un amigo que el debate “fue un chistorete”, un montaje de escena, con preguntas previamente preparadas, lo que vimos después en las mesas de análisis fue algo parecido a lo que hacía el vocero de Fox: “lo que el presidente quiso decir…” La bromita de AMLO, de cuidarse la cartera, el recurrir al insulto, la denostación con datos en la mano de la falsedad de declaraciones, acusaciones de vivir gracias al presupuesto de su partido... Sin embargo, al menos uno de ellos tuvo la oportunidad de lucirse -como conocedor de los temas-… ¡y no la aprovechó! Pienso que todos ellos están pagando cantidades estratosféricas para asesores “especializados en política y en campañas” y, la verdad… valen basura. Ahora bien, ¿qué sucede cuando algún columnista, periodista, comentarista se atreve a descalificar al Peje? Los insultos y descalificaciones de las manadas de “chairos” se dejan venir en andanadas, y ¡pobre de aquel que se atreva, no a insultarlo, sino a descalificarlo! Por eso decíamos que las redes sociales son la nueva forma de incomunicarnos, la forma más segura de desinformarnos -debido al anonimato que permiten-, de agredir, insultar, denostar y atacar a alguien sin consecuencias y también de mandar con impunidad chistes y memes “ingeniosos”, ¡el mexicano se pinta solo para eso! En síntesis, hay gente que de verdad cree que su candidato lleva la delantera, -tres de los cuatro- las casas encuestadoras están haciendo su agosto, muchos están temerosos de un cambio drástico en la política pública y muchos otros nos quedamos con la pregunta ¿acaso todos vimos el mismo debate? Mientras tanto, analice, piense, medite y el 1 de julio deposite su voto por quien más confianza tenga en como gobernará el país; mientras tanto, no se confronte con parientes y amigos, esos son para toda la vida, los políticos duran en el puesto tres o seis años, la familia y los amigos son para siempre.


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Muchas felicidades al pediatra tlaxcalteca Víctor de la Rosa, por el merecido reconocimiento que recibió de manos de la Confederación Nacional de Pediatría de México; en su amplio currículo ha ocupado puestos importantes en diversas instituciones médicas y cuenta con más de 70 publicaciones en revistas de investigación médica y científica, 2 libros como titular y 3 libros como coautor… ¡Ahora sí, ya limpiaron el río Zahuapan -al menos de Tizatlán a La Garita… Lo inaplazable que debemos hacer todos es establecer con vecinos redes de vigilancia, ya que las ratas están sueltas, el tlatoani que llegue tendrá un reto muy difícil, o nos arman y entrenan a todos para saber usarlas, o controlan al crimen organizado -más organizado que los “políticos” de ambición desenfrenada- para garantizar la seguridad de sus gobernados, porque hay cosas que le duelen profundamente al mexicano: injusticia, inseguridad, hambre de su familia ¡y que los malandros no paguen las consecuencias! ¡Ojalá que quien llegue eche para atrás al nuevo sistema penal acusatorio o corra a todos los flojos ministerios públicos y jueces ¡bola de perezosos que no se prepararon para poder llevarlo al cabo! Y a darle una revisadita a los derechos humanos y a los planes asistencialistas ¡que todos proponen y han probado ser un fracaso!... nuestro correo: www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx y para leer la columna: www.deshojandoelcempaxuchil.com

  • Las redes sociales causan daño grave a la salud pública -mental-
  • El debate ¿un montaje mal hecho? ¿Qué nos aportó? Chistoretes, descalificaciones y falta de propuestas serias.
  • Secoduvi ¡ya limpió parte del río Zahuapan!

En la política no hay casualidades ¡hay causalidades! ¿Y qué decir de las redes sociales? En un artículo publicado en febrero pasado en el diario español El País, quien lo firma, Joseba Elola, las caracteriza como manipuladoras de la atención, vehículo de noticias basura y oligopolios sin control y se pregunta: ¿Qué hacemos con ellas? En respuesta recoge el clamor de la inteligencia: ¡Una rebelión contra las redes sociales! ¿Por qué? Porque crean adicción. Porque para conseguir que la gente permanezca en ellas, generan descargas de “dopamina” -pequeños instantes de felicidad que proceden de los “me gusta” de los amigos-, lo cual manipula una vulnerabilidad de la psicología humana: la egolatría. Porque Facebook y Twitter se han convertido en espacios que crispan el debate y lo contaminan con información falsa. Porque están “desgarrando” el tejido social con la “dopamina”. Facebook no crea contenidos, los ordena. El usuario acepta ceder datos a cambio de un servicio gratuito. Cuanto más tiempo pasamos en la red, más datos se pueden extraer de ella. Una noticia chocante, sensacionalista, incluso inverosímil, llama más a la lectura que un sosegado y equilibrado análisis. Nacieron como un instrumento para conectar amigos y compartir ideas. Paliaban el aislamiento que generaba la Internet; se convirtieron en una fuerza democratizadora, en una herramienta perfecta para el cambio social, empoderaban al ciudadano, “daban voz a los que no tenían voz”, pero ahora “Pierdes una parte de tu libertad y la plataforma hace negocio con eso. Manipula lo que la gente lee, marca el camino”, dice Mari Luz Congosto, experta en redes e investigadora de telemática. Las redes son un invento contaminante, adictivo, son el nuevo tabaco, un problema de salud pública, un problema de salud democrática.


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A final de cuentas, el resultado será, que quien ocupe la silla del Águila no la tendrá fácil, el que sea, se encontrará con los mismos problemas, lo que hará la diferencia será la forma de enfrentarlos. Lo anterior viene a colación por el pasado debate. Lo destacado es que entre los “representantes”, “voceros”, “presidentes de partido”, etc., están tratando de dar una visión interesante que, si me apuran, nada tiene que ver con el show que vimos. Dice un amigo que el debate “fue un chistorete”, un montaje de escena, con preguntas previamente preparadas, lo que vimos después en las mesas de análisis fue algo parecido a lo que hacía el vocero de Fox: “lo que el presidente quiso decir…” La bromita de AMLO, de cuidarse la cartera, el recurrir al insulto, la denostación con datos en la mano de la falsedad de declaraciones, acusaciones de vivir gracias al presupuesto de su partido... Sin embargo, al menos uno de ellos tuvo la oportunidad de lucirse -como conocedor de los temas-… ¡y no la aprovechó! Pienso que todos ellos están pagando cantidades estratosféricas para asesores “especializados en política y en campañas” y, la verdad… valen basura. Ahora bien, ¿qué sucede cuando algún columnista, periodista, comentarista se atreve a descalificar al Peje? Los insultos y descalificaciones de las manadas de “chairos” se dejan venir en andanadas, y ¡pobre de aquel que se atreva, no a insultarlo, sino a descalificarlo! Por eso decíamos que las redes sociales son la nueva forma de incomunicarnos, la forma más segura de desinformarnos -debido al anonimato que permiten-, de agredir, insultar, denostar y atacar a alguien sin consecuencias y también de mandar con impunidad chistes y memes “ingeniosos”, ¡el mexicano se pinta solo para eso! En síntesis, hay gente que de verdad cree que su candidato lleva la delantera, -tres de los cuatro- las casas encuestadoras están haciendo su agosto, muchos están temerosos de un cambio drástico en la política pública y muchos otros nos quedamos con la pregunta ¿acaso todos vimos el mismo debate? Mientras tanto, analice, piense, medite y el 1 de julio deposite su voto por quien más confianza tenga en como gobernará el país; mientras tanto, no se confronte con parientes y amigos, esos son para toda la vida, los políticos duran en el puesto tres o seis años, la familia y los amigos son para siempre.


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Muchas felicidades al pediatra tlaxcalteca Víctor de la Rosa, por el merecido reconocimiento que recibió de manos de la Confederación Nacional de Pediatría de México; en su amplio currículo ha ocupado puestos importantes en diversas instituciones médicas y cuenta con más de 70 publicaciones en revistas de investigación médica y científica, 2 libros como titular y 3 libros como coautor… ¡Ahora sí, ya limpiaron el río Zahuapan -al menos de Tizatlán a La Garita… Lo inaplazable que debemos hacer todos es establecer con vecinos redes de vigilancia, ya que las ratas están sueltas, el tlatoani que llegue tendrá un reto muy difícil, o nos arman y entrenan a todos para saber usarlas, o controlan al crimen organizado -más organizado que los “políticos” de ambición desenfrenada- para garantizar la seguridad de sus gobernados, porque hay cosas que le duelen profundamente al mexicano: injusticia, inseguridad, hambre de su familia ¡y que los malandros no paguen las consecuencias! ¡Ojalá que quien llegue eche para atrás al nuevo sistema penal acusatorio o corra a todos los flojos ministerios públicos y jueces ¡bola de perezosos que no se prepararon para poder llevarlo al cabo! Y a darle una revisadita a los derechos humanos y a los planes asistencialistas ¡que todos proponen y han probado ser un fracaso!... nuestro correo: www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx y para leer la columna: www.deshojandoelcempaxuchil.com