/ jueves 9 de mayo de 2019

Deshojando el cempaxúchil

¡Y que cambiamos de formato!

Desde hace años estamos amenazados –por los avances tecnológicos y el cambio climático, ya que las sequias están propiciando incendios en varias partes del planeta y con ello acabando con árboles, proveedores de madera -papel- y la extinción de los periódicos impresos... quienes somos de otra época no nos imaginamos un mundo sin periódicos y libros de papel. Algunos de nuestros amigos que han seguido nuestro diario por 63 años, extrañaron el formato tradicional, pues ahora salió en tamaño tabloide. Lo estrenamos el dos de mayo. Previamente tuvimos varios indicios de que esto ocurriría y la verdad es que, aunque la mayoría de los periódicos ya tienen la opción digital para llegar a sus lectores, repito, no es lo mismo, al menos para las generaciones que no son milenium. La situación en el país está intranquila, muchas cosas están sucediendo en este gobierno de transición. La publicidad en periódicos, ya sean impresos o digitales, es cada día más difícil de lograr, porque las “benditas redes sociales”, ya no necesitan anunciarse en los medios tradicionales -radio, TV y prensa escrita- para llegar a la gente aunque sea esparciendo fake news. En lo personal, si no lo veo impreso, no me sabe -pero ha de ser por la época en que me tocó vivir. Ahora lo que tenemos que hacer es acoplarnos a los tiempos y seguir disfrutando de los columnistas, de las secciones del periódico, tomando un cafecito… Hay quienes dicen que “el Sol” ahora es más manejable ¡siempre hay que ver el lado bueno de la vida y adaptarse a las circunstancias!, seguiremos encontrándonos en las páginas del “Diario de los tlaxcaltecas”

La marcha del silencio

La gente salió a las calles para manifestarse en contra de algunas políticas del actual gobierno y ¡no pasó nada!, porque estamos viviendo tiempos inéditos con un presidente que llegó con mayoría abrumadora, con políticas que –si bien no resuelven problemas y a veces los agravan- sabe llegarle a la gente. Varios expertos le han calificado como “un animal político” (en el buen sentido de la expresión) fácil para decir, pero difícil para conseguir… y sí vemos que comete una pifia, se va por la tangente o cambia el rumbo o el tema y ¡no pasa nada! Interesante oportunidad a quienes nos tocó vivir esta época, sobre todo a quienes nos interesan la política y las consecuencias de las acciones tomadas por los políticos en lo referente a la vida pública… Hubo quienes descalificaron la reciente marcha contra AMLO, pero fue una manifestación de la inconformidad de miles de personas en lo relacionado a la toma de decisiones, hubo seguidores fanáticos -en ambos lados hay fanáticos- pero del lado del tlatoani hay más y se han enquistado vigorosamente en las redes sociales… La forma en que han sido y siguen siendo acosados varios periodistas es en verdad preocupante, ya que quienes insultan, amenazan, difaman, lo hacen escudados en el anonimato. Creo que tenemos que volver a ser el país en el que se respeta la opinión de otros, y los discordantes no deben recibir calificativos de “prensa fifi” y otras lindezas como han sido motejados algunos dueños, directores y colaboradores de medios por no estar de acuerdo con algunas de las actuales políticas públicas. Es interesante esta época en la que nos tocó vivir, en la que seguiremos despertando o desayunando con eternas conferencias de prensa mañaneras, de las que no sabe uno que esperar y en las que el “Preciso” dice que respeta la libertad de expresión pero que él tiene “derecho de réplica”. Lo cierto es que no estamos acostumbrando a la falta de protocolo, a las frases coloquiales, a las decisiones instantáneas, a la imposición de amigos, al escarnio público de quienes considera “adversarios” aunque nunca más se vuelva a ocupar de ellos -o poco tiempo después haga las paces-; en fin, volviendo a la marcha –ya hubo otras en el pasado a las que no hizo caso- es un síntoma de que –según alguno de sus testaferros- así como van las cosas los “clasemedieros” pueden estar condenados a desaparecer. Sin embargo, son los clasemedieros los creadores de gran número de empleos, los pobres también crean empleos, aunque la mayoría en el comercio informal y son perseguidos por autoridades municipales como si fueran delincuentes.

Nuestro correo: www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx

Para leer la columna: www.deshojandoelcempaxuchil.com

¡Y que cambiamos de formato!

Desde hace años estamos amenazados –por los avances tecnológicos y el cambio climático, ya que las sequias están propiciando incendios en varias partes del planeta y con ello acabando con árboles, proveedores de madera -papel- y la extinción de los periódicos impresos... quienes somos de otra época no nos imaginamos un mundo sin periódicos y libros de papel. Algunos de nuestros amigos que han seguido nuestro diario por 63 años, extrañaron el formato tradicional, pues ahora salió en tamaño tabloide. Lo estrenamos el dos de mayo. Previamente tuvimos varios indicios de que esto ocurriría y la verdad es que, aunque la mayoría de los periódicos ya tienen la opción digital para llegar a sus lectores, repito, no es lo mismo, al menos para las generaciones que no son milenium. La situación en el país está intranquila, muchas cosas están sucediendo en este gobierno de transición. La publicidad en periódicos, ya sean impresos o digitales, es cada día más difícil de lograr, porque las “benditas redes sociales”, ya no necesitan anunciarse en los medios tradicionales -radio, TV y prensa escrita- para llegar a la gente aunque sea esparciendo fake news. En lo personal, si no lo veo impreso, no me sabe -pero ha de ser por la época en que me tocó vivir. Ahora lo que tenemos que hacer es acoplarnos a los tiempos y seguir disfrutando de los columnistas, de las secciones del periódico, tomando un cafecito… Hay quienes dicen que “el Sol” ahora es más manejable ¡siempre hay que ver el lado bueno de la vida y adaptarse a las circunstancias!, seguiremos encontrándonos en las páginas del “Diario de los tlaxcaltecas”

La marcha del silencio

La gente salió a las calles para manifestarse en contra de algunas políticas del actual gobierno y ¡no pasó nada!, porque estamos viviendo tiempos inéditos con un presidente que llegó con mayoría abrumadora, con políticas que –si bien no resuelven problemas y a veces los agravan- sabe llegarle a la gente. Varios expertos le han calificado como “un animal político” (en el buen sentido de la expresión) fácil para decir, pero difícil para conseguir… y sí vemos que comete una pifia, se va por la tangente o cambia el rumbo o el tema y ¡no pasa nada! Interesante oportunidad a quienes nos tocó vivir esta época, sobre todo a quienes nos interesan la política y las consecuencias de las acciones tomadas por los políticos en lo referente a la vida pública… Hubo quienes descalificaron la reciente marcha contra AMLO, pero fue una manifestación de la inconformidad de miles de personas en lo relacionado a la toma de decisiones, hubo seguidores fanáticos -en ambos lados hay fanáticos- pero del lado del tlatoani hay más y se han enquistado vigorosamente en las redes sociales… La forma en que han sido y siguen siendo acosados varios periodistas es en verdad preocupante, ya que quienes insultan, amenazan, difaman, lo hacen escudados en el anonimato. Creo que tenemos que volver a ser el país en el que se respeta la opinión de otros, y los discordantes no deben recibir calificativos de “prensa fifi” y otras lindezas como han sido motejados algunos dueños, directores y colaboradores de medios por no estar de acuerdo con algunas de las actuales políticas públicas. Es interesante esta época en la que nos tocó vivir, en la que seguiremos despertando o desayunando con eternas conferencias de prensa mañaneras, de las que no sabe uno que esperar y en las que el “Preciso” dice que respeta la libertad de expresión pero que él tiene “derecho de réplica”. Lo cierto es que no estamos acostumbrando a la falta de protocolo, a las frases coloquiales, a las decisiones instantáneas, a la imposición de amigos, al escarnio público de quienes considera “adversarios” aunque nunca más se vuelva a ocupar de ellos -o poco tiempo después haga las paces-; en fin, volviendo a la marcha –ya hubo otras en el pasado a las que no hizo caso- es un síntoma de que –según alguno de sus testaferros- así como van las cosas los “clasemedieros” pueden estar condenados a desaparecer. Sin embargo, son los clasemedieros los creadores de gran número de empleos, los pobres también crean empleos, aunque la mayoría en el comercio informal y son perseguidos por autoridades municipales como si fueran delincuentes.

Nuestro correo: www.susana_fernandez2@yahoo.com.mx

Para leer la columna: www.deshojandoelcempaxuchil.com