/ viernes 20 de diciembre de 2019

Despedida y bienvenida

Pueblos que habitan en diferentes partes del mundo muestran con un rito o festejo el término de un período y también la llegada de otro, los que despiden agradecen lo que se ha recibido en beneficio familiar y personal, los que esperan un nuevo año desean que dicho período sea magnánimo en todos sentidos, es una petición que emerge del corazón humano.

Hay pueblos a los que cuestan sacrificios físicos conseguir el alimento para la familia y ejemplos sobran como el pueblo que al cosechar las semillas alimenticias, las primeras las devuelven a la tierra como agradecimiento por haberles proporcionado el pan de cada día, otro pueblos más espirituales cuando están consumiendo el alimento, piensan en ese momento desde su siembra y poco a poco en su pensamiento siguen los pasos de cultivo requerido hasta llegar al producto ya consumible (imaginemos la siembra de un maíz y todos los pasos que requirió durante el proceso de crecimiento hasta la cosecha). En ese proceso se considera el trabajo del cuidado de la planta en desarrollo para coadyuvar a la naturaleza misma en su crecimiento.

Los pueblos con sensibilidad y humanismo primero: agradecen y después solicitan. En otras palabras: las peticiones son posteriores al agradecimiento. Ello es una buena lección universal. Esas costumbres causan admiración porque esos pueblos no tuvieron guías religiosos y tampoco pisaron algún centro de estudios superiores.

Hoy como parte de varios “méxicos”, debemos agradecer que muchísimos habitantes de la tercera edad, han recibido por vez primera la consideración económica del gobierno federal como paliativo a sus grandes necesidades para la subsistencia, tomando en cuenta que esos viejos ya trabajaron en favor de la Patria y que han padecido la pésima distribución de la riqueza nacional.

La mayor parte del pueblo ha sido engañado por décadas, por ello ha vivido en la miseria y penuria ocasionada por gobiernos anteriores que no quisieron compartir las ganancias del trabajo y riqueza del mexicano. Hoy el gobierno está rescatando el potencial de una nación rica pero empobrecida por pésimos gobernantes.

El nuevo gobierno ha impulsado la adquisición de una educación con el propósito que los niños, adolescentes y jóvenes de todo el territorio nacional ostenten preparación equiparable al de otras naciones que no han desatendido la ciencia y cultura de sus pueblos. Los gobiernos anteriores en contubernio con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación tuvieron hundida a la educación mexicana, restringieron sueldo de maestros, no abrieron más escuelas de Educación Media Superior y tampoco crearon Universidades que siempre ha demandado el estudiantado del país. El pretexto: la carencia de finanzas, mientras que sexenio tras sexenio salían riquísimos los integrantes de la clase política en el poder. Para ese grupo, sí hubo privilegio de enriquecerse a costa de la miseria e ignorancia del pueblo. A partir de este año por terminar habrá creación de escuelas para atender la demanda de estudiantes.

No debe la clase trabajadora olvidar que por primera vez se ha elevado el salario mínimo, congelado por varios años, ello en favor de las empresas. Las autoridades correspondientes del gobierno federal han modificado el salario mínimo y ahora tendrá un aumento para el año entrante.

La arbitraria administración de los centro de salud y de las escuelas superiores ha sido modificada de tal forma que no habrá corrupción en el manejo de finanzas asignadas. Ni acuerdos en el caso de los hospitales con los convenios de compra realizados con laboratorios de medicinas.

Lo que un gobierno revolucionario había rescatado de manos extranjeras, como lo es el “oro negro”, los gobiernos anteriores inmediatos al presente, dejaron en bancarrota y llenos de ladrones, los que el actual régimen se ha empelado rescatar nuevamente, y lo que es una realidad ha recuperado en gran medida el robo de combustibles fósiles. El “huachicoleo” ha disminuido considerablemente.

De lo anterior hay que agradecer como pueblo que lucha por el mismo, lo que hay que desear que en el futuro se recupere la industria petrolera, se construya el tren Maya, se mejore la educación popular, aumente el tesoro Nacional para mejorar a la sociedad necesitada y vivamos en paz sin violencia. Esa debe ser petición para el Año Nuevo.

Pueblos que habitan en diferentes partes del mundo muestran con un rito o festejo el término de un período y también la llegada de otro, los que despiden agradecen lo que se ha recibido en beneficio familiar y personal, los que esperan un nuevo año desean que dicho período sea magnánimo en todos sentidos, es una petición que emerge del corazón humano.

Hay pueblos a los que cuestan sacrificios físicos conseguir el alimento para la familia y ejemplos sobran como el pueblo que al cosechar las semillas alimenticias, las primeras las devuelven a la tierra como agradecimiento por haberles proporcionado el pan de cada día, otro pueblos más espirituales cuando están consumiendo el alimento, piensan en ese momento desde su siembra y poco a poco en su pensamiento siguen los pasos de cultivo requerido hasta llegar al producto ya consumible (imaginemos la siembra de un maíz y todos los pasos que requirió durante el proceso de crecimiento hasta la cosecha). En ese proceso se considera el trabajo del cuidado de la planta en desarrollo para coadyuvar a la naturaleza misma en su crecimiento.

Los pueblos con sensibilidad y humanismo primero: agradecen y después solicitan. En otras palabras: las peticiones son posteriores al agradecimiento. Ello es una buena lección universal. Esas costumbres causan admiración porque esos pueblos no tuvieron guías religiosos y tampoco pisaron algún centro de estudios superiores.

Hoy como parte de varios “méxicos”, debemos agradecer que muchísimos habitantes de la tercera edad, han recibido por vez primera la consideración económica del gobierno federal como paliativo a sus grandes necesidades para la subsistencia, tomando en cuenta que esos viejos ya trabajaron en favor de la Patria y que han padecido la pésima distribución de la riqueza nacional.

La mayor parte del pueblo ha sido engañado por décadas, por ello ha vivido en la miseria y penuria ocasionada por gobiernos anteriores que no quisieron compartir las ganancias del trabajo y riqueza del mexicano. Hoy el gobierno está rescatando el potencial de una nación rica pero empobrecida por pésimos gobernantes.

El nuevo gobierno ha impulsado la adquisición de una educación con el propósito que los niños, adolescentes y jóvenes de todo el territorio nacional ostenten preparación equiparable al de otras naciones que no han desatendido la ciencia y cultura de sus pueblos. Los gobiernos anteriores en contubernio con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación tuvieron hundida a la educación mexicana, restringieron sueldo de maestros, no abrieron más escuelas de Educación Media Superior y tampoco crearon Universidades que siempre ha demandado el estudiantado del país. El pretexto: la carencia de finanzas, mientras que sexenio tras sexenio salían riquísimos los integrantes de la clase política en el poder. Para ese grupo, sí hubo privilegio de enriquecerse a costa de la miseria e ignorancia del pueblo. A partir de este año por terminar habrá creación de escuelas para atender la demanda de estudiantes.

No debe la clase trabajadora olvidar que por primera vez se ha elevado el salario mínimo, congelado por varios años, ello en favor de las empresas. Las autoridades correspondientes del gobierno federal han modificado el salario mínimo y ahora tendrá un aumento para el año entrante.

La arbitraria administración de los centro de salud y de las escuelas superiores ha sido modificada de tal forma que no habrá corrupción en el manejo de finanzas asignadas. Ni acuerdos en el caso de los hospitales con los convenios de compra realizados con laboratorios de medicinas.

Lo que un gobierno revolucionario había rescatado de manos extranjeras, como lo es el “oro negro”, los gobiernos anteriores inmediatos al presente, dejaron en bancarrota y llenos de ladrones, los que el actual régimen se ha empelado rescatar nuevamente, y lo que es una realidad ha recuperado en gran medida el robo de combustibles fósiles. El “huachicoleo” ha disminuido considerablemente.

De lo anterior hay que agradecer como pueblo que lucha por el mismo, lo que hay que desear que en el futuro se recupere la industria petrolera, se construya el tren Maya, se mejore la educación popular, aumente el tesoro Nacional para mejorar a la sociedad necesitada y vivamos en paz sin violencia. Esa debe ser petición para el Año Nuevo.