/ martes 7 de septiembre de 2021

Durante el periodo que se informa…

Fue entonces cuando un séquito de líderes políticos se percató de que era momento de cambiar de rumbo, para ello, tenían que promover la “esperanza” y culpar a todo aquello que no fueran ellos. Y así, fijaron la ruta: lo primero, que todos aquellos que fueron parte del régimen político anterior debían cambiarse a un nuevo partido político donde las “intenciones” y la moral renovada eximieran los crímenes del pasado. Y con ello, iniciar la transformación de “la mentalidad del pueblo a lo irreversible”: el cambio.

El segundo paso, no por ello menos importante, fue rediseñar una nueva política y estrategia económica donde todo aquello que era medido con indicadores tecnócratas y neoliberales, ahora se midiera diferente desde la óptica del bienestar.

Para ello, había que sumar a la felicidad como variable - tres veces para estar ciertos -, pero también, se debía sumar a todos aquellos “paisanos” que habían abandonado al país como “protesta” de los gobiernos conservadores que antecedieron al nuevo régimen, y que hoy, desde el extranjero, se sumaban como patriotas a esta nueva política de estado de viejos pero nuevos políticos; para que, juntos, “paisanos” y nuevo gobierno, “impulsaran un diseño de política pública” que promoviera una economía moral de remesas históricas que, acompasada milimétricamente de los nuevos programas sociales para combatir la pobreza, alcanzara la mayor proximidad de éxito económico de los que menos tienen. Esto, como un ejemplo histórico y una bofetada firme al capitalismo y a los tecnócratas del pasado.

Más aún, dada las bondades de los recursos naturales del territorio y de la “falsedad del cambio climático”, el nuevo régimen promovió “parar en seco” todas aquellas políticas que auspiciaban el saqueo extranjero mediante falsas inversiones, y así terminar con aquella mentira “piadosa” capitalista de la necesidad de usar tecnologías limpias y amigables con el medio ambiente.

Pues ante una verdad tan evidente, como aquella que demuestra que la energía solar no es viable, y más cuando es de noche, en aquel país patriota se decidió usar los combustibles fósiles para la generación de energía, además de activar políticas gubernamentales de intermitencia de energía eléctrica (apagones) generales en regiones completas del país: esto con un objetivo claro, disminuir los gases de efecto invernadero ante los ojos de la ONU, así como promover la austeridad y al mismo tiempo, hacer conciencia patriótica del uso correcto de la energía eléctrica.

El tercer paso, fue establecer una política pública agresiva que atendiera una de las preocupaciones más importantes y sentidas de la población; esto es, atacar directamente y sin cuartel, y cueste lo que cueste, aquellos espacios sembrados y administrados por las fuerzas conservadoras congregadas en los municipios: es decir, acabar con todos y cada uno de los “baches viales” de aquella nación naciente.

El cuarto paso, no por ello menos importante, y por decisión y mandato del pueblo, la implementación de tres ejes esenciales: el primero, instaurar austeridad republicana total en todas las prácticas y las compras de gobierno -incluyendo los medicamentos-; el segundo, acabar con la corrupción mediante un programa coordinado de adjudicaciones directas hacia “lo bueno, bonito y barato”, y finalmente, la de duplicar el presupuesto y la presencia de las fuerzas armadas en actividades civiles.

Fue así como, en aquellos tiempos de crisis de aquella nación en manos de la esperanza, se demostró con un informe de gobierno que se había logrado la paz social y la gobernabilidad del país, pues esto se acompañaba con un “récord histórico en remesas; récord histórico en inversión extranjera; récord histórico en incremento al salario mínimo; récord histórico en no devaluación de la moneda nacional; récord histórico de no incremento de deuda…”

Moraleja: si en tres años es posible acabar con la crisis económica de los malos gobiernos, del neoliberalismo, de la alta corrupción y la voracidad de los tecnócratas; qué lograremos con doce… “Hechos, no palabras.”

Estamos auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo, eso es lo más cercano a lo esencial y a lo irreversible

3er Informe de Gobierno del presidente de los Estados Unidos Mexicanos 2021

Fue entonces cuando un séquito de líderes políticos se percató de que era momento de cambiar de rumbo, para ello, tenían que promover la “esperanza” y culpar a todo aquello que no fueran ellos. Y así, fijaron la ruta: lo primero, que todos aquellos que fueron parte del régimen político anterior debían cambiarse a un nuevo partido político donde las “intenciones” y la moral renovada eximieran los crímenes del pasado. Y con ello, iniciar la transformación de “la mentalidad del pueblo a lo irreversible”: el cambio.

El segundo paso, no por ello menos importante, fue rediseñar una nueva política y estrategia económica donde todo aquello que era medido con indicadores tecnócratas y neoliberales, ahora se midiera diferente desde la óptica del bienestar.

Para ello, había que sumar a la felicidad como variable - tres veces para estar ciertos -, pero también, se debía sumar a todos aquellos “paisanos” que habían abandonado al país como “protesta” de los gobiernos conservadores que antecedieron al nuevo régimen, y que hoy, desde el extranjero, se sumaban como patriotas a esta nueva política de estado de viejos pero nuevos políticos; para que, juntos, “paisanos” y nuevo gobierno, “impulsaran un diseño de política pública” que promoviera una economía moral de remesas históricas que, acompasada milimétricamente de los nuevos programas sociales para combatir la pobreza, alcanzara la mayor proximidad de éxito económico de los que menos tienen. Esto, como un ejemplo histórico y una bofetada firme al capitalismo y a los tecnócratas del pasado.

Más aún, dada las bondades de los recursos naturales del territorio y de la “falsedad del cambio climático”, el nuevo régimen promovió “parar en seco” todas aquellas políticas que auspiciaban el saqueo extranjero mediante falsas inversiones, y así terminar con aquella mentira “piadosa” capitalista de la necesidad de usar tecnologías limpias y amigables con el medio ambiente.

Pues ante una verdad tan evidente, como aquella que demuestra que la energía solar no es viable, y más cuando es de noche, en aquel país patriota se decidió usar los combustibles fósiles para la generación de energía, además de activar políticas gubernamentales de intermitencia de energía eléctrica (apagones) generales en regiones completas del país: esto con un objetivo claro, disminuir los gases de efecto invernadero ante los ojos de la ONU, así como promover la austeridad y al mismo tiempo, hacer conciencia patriótica del uso correcto de la energía eléctrica.

El tercer paso, fue establecer una política pública agresiva que atendiera una de las preocupaciones más importantes y sentidas de la población; esto es, atacar directamente y sin cuartel, y cueste lo que cueste, aquellos espacios sembrados y administrados por las fuerzas conservadoras congregadas en los municipios: es decir, acabar con todos y cada uno de los “baches viales” de aquella nación naciente.

El cuarto paso, no por ello menos importante, y por decisión y mandato del pueblo, la implementación de tres ejes esenciales: el primero, instaurar austeridad republicana total en todas las prácticas y las compras de gobierno -incluyendo los medicamentos-; el segundo, acabar con la corrupción mediante un programa coordinado de adjudicaciones directas hacia “lo bueno, bonito y barato”, y finalmente, la de duplicar el presupuesto y la presencia de las fuerzas armadas en actividades civiles.

Fue así como, en aquellos tiempos de crisis de aquella nación en manos de la esperanza, se demostró con un informe de gobierno que se había logrado la paz social y la gobernabilidad del país, pues esto se acompañaba con un “récord histórico en remesas; récord histórico en inversión extranjera; récord histórico en incremento al salario mínimo; récord histórico en no devaluación de la moneda nacional; récord histórico de no incremento de deuda…”

Moraleja: si en tres años es posible acabar con la crisis económica de los malos gobiernos, del neoliberalismo, de la alta corrupción y la voracidad de los tecnócratas; qué lograremos con doce… “Hechos, no palabras.”

Estamos auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo, eso es lo más cercano a lo esencial y a lo irreversible

3er Informe de Gobierno del presidente de los Estados Unidos Mexicanos 2021