/ viernes 12 de junio de 2020

El abuso de las leyes y democracia

Inmensa mayoría del pueblo, alejada de la Cultura Legal, razón que justifica hechos deplorables

Los recientes hechos vividos en la capital de Jalisco y Ciudad de México hacen pensar en la época de gobiernos impositivos y arbitrarios como el de Díaz Ordaz, donde las manifestaciones populares que enarbolan justas demandas eran abatidas a macanazos por los granaderos, Policía Montada y policías disfrazados, así como por el propio Ejército, en esos tiempos las voces de protestas populares a sangre y fuego, solo que en esta semana se observó lo contrario las protestas presentaron grupos delincuenciales que destruyeron bienes materiales tanto propiedad de la nación como bienes particulares.


Hoy que el propio gobierno estimula hacer uso de la democracia, pero existen grupos que abusan de las libertades que otorga la misma, como la libertad de expresión, donde cabe muy bien el derecho a discentir mediante manifestaciones amparadas en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Todos los mexicanos tenemos el derecho de manifestar nuestras inconformidades contra lo injusto o hacer peticiones para mejorar las condiciones de vida de la sociedad pero siempre y cuando dichas manifestaciones guarden el debido respeto, sin quebrantar ese derecho ciudadano, derecho que toda nación democrática concede a la ciudadanía.


Lo que se ha visto últimamente en las manifestaciones es que el Estado ha fallado en el control del uso de la fuerza pública, la que se ha visto abusar de los límites de carácter oficial, porque lo sabido es que el abuso de las policías ha llegado al asesinato de los capturados, siendo éstos inocentes que deben ser presentados ante la autoridad correspondiente, pero además utilizando métodos criminales que desaparecen los cuerpos después de haber sido asesinados. Esta vieja práctica muchas veces socapada por los jefes policíacos y además soslayadas por las autoridades encargadas de castigar esos crímenes, aun sabiendo que son culpables son absueltos del hecho penal.


Hoy la sociedad ha despertado y ha perdido el miedo a denunciar hechos brutales cometidos por la policía que por momentos se convierte con autorización para ejecutar detenidos asumiendo la personalidad de juez y parte. Es oportuno que el Estado se ocupe de sanear a las policías, que son las salvaguardas de la población, debe ser policía que salvaguarda la integración de la ciudadanía y de ninguna forma ser el verdugo de la misma.


Las manifestaciones públicas de la ciudadanía en Jalisco como en la Ciudad de México, han exhibido dos posturas que extrañan y que ha permitido quebrantar la ley que debe ostentar toda ciudad pueblo o barrio, se vieron grupos exclusivamente depredadores de los bienes públicos y privados, sin que las fuerzas del orden detuvieran a dichos manifestantes, conducta ejercidas que deben tener castigo penal porque no hay otro medio de corregir esos desmanes de los pseudo manifestantes. Porque debe quedar la lección para esos infractores que la vía pública debe respetarse así como a comercios y vehículos particulares los que no tiene nada que ver con una protesta formal ante la autoridad; no contra particulares o sus bienes.


En referencia a destrozos cometidos por los vándalos a particulares y comercios ¿Quién los pagará? La autoridad debe imponerse ante esta clase de actos destructivos, no deben permitirse y en estos casos está completamente justificada la fuerza policíaca para someter a vándalos, mismos que deben pagar perjuicios cometidos en contra de los cientos de afectados, porque el Estado debe ser respetuoso de la leyes que protegen a la ciudadanía y también debe ser firme en la defensa de los bienes de terceros, castigando de acuerdo con las leyes a delincuentes, ello para que no vuelvan a confundir lo que es manifestarse legal y pacíficamente como la Ley lo estipula y otro agredir a bienes de terceros.


Lo notorio con los eventos aludidos nos lleva a considerar la falta de educación con el propósito de adquirir conocimientos respecto al contenido de nuestras leyes y, así poder adquirir Cultura Legal, pero como sabemos la mitad del pueblo no tuvo acceso a la educación por motivos conocidos como: la pobreza. Queda hacer el esfuerzo porque la educación sea para todo mexicano.


Inmensa mayoría del pueblo, alejada de la Cultura Legal, razón que justifica hechos deplorables

Los recientes hechos vividos en la capital de Jalisco y Ciudad de México hacen pensar en la época de gobiernos impositivos y arbitrarios como el de Díaz Ordaz, donde las manifestaciones populares que enarbolan justas demandas eran abatidas a macanazos por los granaderos, Policía Montada y policías disfrazados, así como por el propio Ejército, en esos tiempos las voces de protestas populares a sangre y fuego, solo que en esta semana se observó lo contrario las protestas presentaron grupos delincuenciales que destruyeron bienes materiales tanto propiedad de la nación como bienes particulares.


Hoy que el propio gobierno estimula hacer uso de la democracia, pero existen grupos que abusan de las libertades que otorga la misma, como la libertad de expresión, donde cabe muy bien el derecho a discentir mediante manifestaciones amparadas en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Todos los mexicanos tenemos el derecho de manifestar nuestras inconformidades contra lo injusto o hacer peticiones para mejorar las condiciones de vida de la sociedad pero siempre y cuando dichas manifestaciones guarden el debido respeto, sin quebrantar ese derecho ciudadano, derecho que toda nación democrática concede a la ciudadanía.


Lo que se ha visto últimamente en las manifestaciones es que el Estado ha fallado en el control del uso de la fuerza pública, la que se ha visto abusar de los límites de carácter oficial, porque lo sabido es que el abuso de las policías ha llegado al asesinato de los capturados, siendo éstos inocentes que deben ser presentados ante la autoridad correspondiente, pero además utilizando métodos criminales que desaparecen los cuerpos después de haber sido asesinados. Esta vieja práctica muchas veces socapada por los jefes policíacos y además soslayadas por las autoridades encargadas de castigar esos crímenes, aun sabiendo que son culpables son absueltos del hecho penal.


Hoy la sociedad ha despertado y ha perdido el miedo a denunciar hechos brutales cometidos por la policía que por momentos se convierte con autorización para ejecutar detenidos asumiendo la personalidad de juez y parte. Es oportuno que el Estado se ocupe de sanear a las policías, que son las salvaguardas de la población, debe ser policía que salvaguarda la integración de la ciudadanía y de ninguna forma ser el verdugo de la misma.


Las manifestaciones públicas de la ciudadanía en Jalisco como en la Ciudad de México, han exhibido dos posturas que extrañan y que ha permitido quebrantar la ley que debe ostentar toda ciudad pueblo o barrio, se vieron grupos exclusivamente depredadores de los bienes públicos y privados, sin que las fuerzas del orden detuvieran a dichos manifestantes, conducta ejercidas que deben tener castigo penal porque no hay otro medio de corregir esos desmanes de los pseudo manifestantes. Porque debe quedar la lección para esos infractores que la vía pública debe respetarse así como a comercios y vehículos particulares los que no tiene nada que ver con una protesta formal ante la autoridad; no contra particulares o sus bienes.


En referencia a destrozos cometidos por los vándalos a particulares y comercios ¿Quién los pagará? La autoridad debe imponerse ante esta clase de actos destructivos, no deben permitirse y en estos casos está completamente justificada la fuerza policíaca para someter a vándalos, mismos que deben pagar perjuicios cometidos en contra de los cientos de afectados, porque el Estado debe ser respetuoso de la leyes que protegen a la ciudadanía y también debe ser firme en la defensa de los bienes de terceros, castigando de acuerdo con las leyes a delincuentes, ello para que no vuelvan a confundir lo que es manifestarse legal y pacíficamente como la Ley lo estipula y otro agredir a bienes de terceros.


Lo notorio con los eventos aludidos nos lleva a considerar la falta de educación con el propósito de adquirir conocimientos respecto al contenido de nuestras leyes y, así poder adquirir Cultura Legal, pero como sabemos la mitad del pueblo no tuvo acceso a la educación por motivos conocidos como: la pobreza. Queda hacer el esfuerzo porque la educación sea para todo mexicano.