/ martes 6 de marzo de 2018

El cristal con que se mira

¡Mexicanos!

Noche redonda para México en los premios Oscar el domingo. Guillermo del Toro dos premios Oscar a Mejor Director y Mejor Película por “La Forma del Agua”. Otro mexicano que triunfa en el máximo escenario de la filmografía mundial. Con él, son ya tres directores mexicanos que reciben ese tan anhelado premio.

El domingo el escenario de los Oscar estuvo lleno de mexicanos. ¡Que orgullo de verdad! Estaba ahí no solo la siempre guapa y talentosa Salma Hayek sino también Eugenio Derbez, Gael García Bernal con una muy dulce interpretación que remató en español Natalia Lafourcade de “Remember Me”, que a la postre ganó mejor canción y que por cierto, dio marco a música de mariachi y una coreografía mexicana al ser la canción estrella de la película “Coco”, que también se llevó Oscar a mejor película animada.

Coco merece mención aparte. Los estadounidenses que vinieron a vivir a México a empaparse de nuestra cultura respecto al Día de Muertos y que tan bien lograron comprender y plasmar nuestras creencias en esta cinta tierna y preciosa, hicieron mención en el discurso de agradecimiento, a México. Se aprecia. Al menos en dos ocasiones el ¡Viva México! se escuchó sonoramente.

Once personas nacidas en México han ganado este galardón. Hace algunos años sólo Anthony Queen nos hacía sentir representados en ese foro. Hoy, Alejandro González Iñárritu, con sus 5 estatuillas, una este año como reconocimiento especial por la instalación de realidad virtual en Carne y Arena, es el mexicano con más premios de la academia en la historia.

Cada año hay un mensaje con carga eminentemente política en los premios. Este año, prevaleció la inclusión como motor de los discursos. Muchos se manifestaron inmigrantes; parte de esa comunidad hoy amenazada por el desequilibrado de Donald Trump. Los talentosos, los reyes y reinas de la industria cinematográfica le dijeron a Trump: Se es valioso solo por existir. La diversidad nos obliga a la inclusión, los “dreamers” construyen a los Estados Unidos y quienes se atreven a soñar, son quienes dan gloria a ese país.

Soñar. Aquí, en México, también debemos atrevernos a soñar y a enfrentar a los poderosos. Solo soñando y poniéndonos metas claras que guíen nuestros pasos cada día, México será grande. Deseo con todas mis fuerzas que trabajemos duro para que las noticias de México sean siempre como las del domingo y no, como nos receta la realidad cotidiana, con la corrupción, la impunidad, el estado represor, la pobreza y la inseguridad llevándose los premios a las conductas destacadas en nuestro suelo.

Por lo pronto a gozar el éxito de nuestros connacionales, ellos sí, los que con cada premio ondean alto y muy derecha nuestra bandera. ¡Viva México!

¡Mexicanos!

Noche redonda para México en los premios Oscar el domingo. Guillermo del Toro dos premios Oscar a Mejor Director y Mejor Película por “La Forma del Agua”. Otro mexicano que triunfa en el máximo escenario de la filmografía mundial. Con él, son ya tres directores mexicanos que reciben ese tan anhelado premio.

El domingo el escenario de los Oscar estuvo lleno de mexicanos. ¡Que orgullo de verdad! Estaba ahí no solo la siempre guapa y talentosa Salma Hayek sino también Eugenio Derbez, Gael García Bernal con una muy dulce interpretación que remató en español Natalia Lafourcade de “Remember Me”, que a la postre ganó mejor canción y que por cierto, dio marco a música de mariachi y una coreografía mexicana al ser la canción estrella de la película “Coco”, que también se llevó Oscar a mejor película animada.

Coco merece mención aparte. Los estadounidenses que vinieron a vivir a México a empaparse de nuestra cultura respecto al Día de Muertos y que tan bien lograron comprender y plasmar nuestras creencias en esta cinta tierna y preciosa, hicieron mención en el discurso de agradecimiento, a México. Se aprecia. Al menos en dos ocasiones el ¡Viva México! se escuchó sonoramente.

Once personas nacidas en México han ganado este galardón. Hace algunos años sólo Anthony Queen nos hacía sentir representados en ese foro. Hoy, Alejandro González Iñárritu, con sus 5 estatuillas, una este año como reconocimiento especial por la instalación de realidad virtual en Carne y Arena, es el mexicano con más premios de la academia en la historia.

Cada año hay un mensaje con carga eminentemente política en los premios. Este año, prevaleció la inclusión como motor de los discursos. Muchos se manifestaron inmigrantes; parte de esa comunidad hoy amenazada por el desequilibrado de Donald Trump. Los talentosos, los reyes y reinas de la industria cinematográfica le dijeron a Trump: Se es valioso solo por existir. La diversidad nos obliga a la inclusión, los “dreamers” construyen a los Estados Unidos y quienes se atreven a soñar, son quienes dan gloria a ese país.

Soñar. Aquí, en México, también debemos atrevernos a soñar y a enfrentar a los poderosos. Solo soñando y poniéndonos metas claras que guíen nuestros pasos cada día, México será grande. Deseo con todas mis fuerzas que trabajemos duro para que las noticias de México sean siempre como las del domingo y no, como nos receta la realidad cotidiana, con la corrupción, la impunidad, el estado represor, la pobreza y la inseguridad llevándose los premios a las conductas destacadas en nuestro suelo.

Por lo pronto a gozar el éxito de nuestros connacionales, ellos sí, los que con cada premio ondean alto y muy derecha nuestra bandera. ¡Viva México!