/ martes 11 de diciembre de 2018

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

3-Gobernadoras-3

Muchos años han pasado -65- desde que legalmente las mujeres fuimos reconocidas en nuestro derecho a votar. Desde entonces, la participación electoral de las mujeres ha crecido de manera tal que hoy ya no acusa levantamiento de cejas alguno que una mujer aspire a ser diputada, regidora, síndico procuradora, alcaldesa o inclusive ¡gobernadora!.

Sin embargo, de las 32 entidades que conformamos México, en solo 7 de ellas una mujer ha gobernado. Destacan Yucatán y la Ciudad de México con dos mujeres cada una de ellas.

Griselda Álvarez, PRI en Colima, Beatriz Paredes, PRI en Tlaxcala, Dulce María Sauri, PRI en Yucatán, Rosario Robles, PRD en Distrito Federal, Amalia García, PRD Zacatecas, Ivonne Ortega, PRI en Yucatán, Claudia Pavlovich, PRI en Sonora, Claudia Scheinbaum, MORENA en CDMX y la primer mujer en la historia del PAN que se suma a esta selecta lista, Martha Erika Alonso, Puebla, son las 9 mujeres que contra viento y marea lo han logrado. De ellas, solo 7 pasaron la aduana de una elección constitucional.

“Hasta diputada o senadora si quiere, pero gobernadora nada. A mí ninguna mujer me va a gobernar” escuché en sus diversas modalidades en las campañas que de mujeres me ha tocado apoyar. Ser mujer en nuestra patria para muchos aún, es sinónimo de incapacidad, inestabilidad emocional o de inferioridad.

Las mujeres en política nos enfrentamos cotidianamente a obstáculos que serían impensables para un hombre. Es decir, a violencia de género. Ejemplos sobran: está muy chula, muy fea, muy tonta, muy débil, su marido es quien va a gobernar, solo la están utilizando para mandar a través de ella, le temblará la mano para combatir la inseguridad, le ganan las hormonas, está histérica por no tener pareja y un sinfín de etcéteras.

La elección de Puebla en particular estuvo plagada de violencia de género contra Martha Erika, reconocida ésta por el propio Tribunal. Se contaron los votos en 6 ocasiones, primera vez en la historia en voto por voto, casilla por casilla. Siempre la voluntad ciudadana fue consistente en otorgar triunfo al hoy presidente constitucional de México y a Martha Erika.

Se hizo justicia. Toca ahora a Martha Erika gobernar con la enorme capacidad y sensibilidad que tiene y, con ello, forjar su liderazgo en el día a día. Que sea para bien de las y los poblanos, ejemplo y camino para muchas otras mujeres. ¿Quién sabe? Tal vez en 2021 Tlaxcala se sume a la lista de entidades dos veces gobernadas por una mujer. Hago votos porque así sea.

3-Gobernadoras-3

Muchos años han pasado -65- desde que legalmente las mujeres fuimos reconocidas en nuestro derecho a votar. Desde entonces, la participación electoral de las mujeres ha crecido de manera tal que hoy ya no acusa levantamiento de cejas alguno que una mujer aspire a ser diputada, regidora, síndico procuradora, alcaldesa o inclusive ¡gobernadora!.

Sin embargo, de las 32 entidades que conformamos México, en solo 7 de ellas una mujer ha gobernado. Destacan Yucatán y la Ciudad de México con dos mujeres cada una de ellas.

Griselda Álvarez, PRI en Colima, Beatriz Paredes, PRI en Tlaxcala, Dulce María Sauri, PRI en Yucatán, Rosario Robles, PRD en Distrito Federal, Amalia García, PRD Zacatecas, Ivonne Ortega, PRI en Yucatán, Claudia Pavlovich, PRI en Sonora, Claudia Scheinbaum, MORENA en CDMX y la primer mujer en la historia del PAN que se suma a esta selecta lista, Martha Erika Alonso, Puebla, son las 9 mujeres que contra viento y marea lo han logrado. De ellas, solo 7 pasaron la aduana de una elección constitucional.

“Hasta diputada o senadora si quiere, pero gobernadora nada. A mí ninguna mujer me va a gobernar” escuché en sus diversas modalidades en las campañas que de mujeres me ha tocado apoyar. Ser mujer en nuestra patria para muchos aún, es sinónimo de incapacidad, inestabilidad emocional o de inferioridad.

Las mujeres en política nos enfrentamos cotidianamente a obstáculos que serían impensables para un hombre. Es decir, a violencia de género. Ejemplos sobran: está muy chula, muy fea, muy tonta, muy débil, su marido es quien va a gobernar, solo la están utilizando para mandar a través de ella, le temblará la mano para combatir la inseguridad, le ganan las hormonas, está histérica por no tener pareja y un sinfín de etcéteras.

La elección de Puebla en particular estuvo plagada de violencia de género contra Martha Erika, reconocida ésta por el propio Tribunal. Se contaron los votos en 6 ocasiones, primera vez en la historia en voto por voto, casilla por casilla. Siempre la voluntad ciudadana fue consistente en otorgar triunfo al hoy presidente constitucional de México y a Martha Erika.

Se hizo justicia. Toca ahora a Martha Erika gobernar con la enorme capacidad y sensibilidad que tiene y, con ello, forjar su liderazgo en el día a día. Que sea para bien de las y los poblanos, ejemplo y camino para muchas otras mujeres. ¿Quién sabe? Tal vez en 2021 Tlaxcala se sume a la lista de entidades dos veces gobernadas por una mujer. Hago votos porque así sea.