/ martes 19 de febrero de 2019

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

Feminicidio

“Cómo me duele el silencio/ Cautivo añil de las nubes/ ¡Tlaxcala, cómo me dueles/ Con tus silencios azules!” .Escribía el gran poeta tlaxcalteca Miguel N. Lira...

Y sirven bien estos versos para expresar que hay silencios que deben transformarse en voz para dejar atrás la oscuridad de la impunidad y la injusticia que, llenan de tormento a tantas familias, a quienes les han arrebatado a sus hijas, a sus madres, a sus hermanas…

El femincidio es la expresión más brutal de la violencia contra las mujeres, pero le anteceden tantas omisiones y negligencias institucionales y sociales que si se detectaran y desactivaran a tiempo, representarían un verdadero avance en materia de derechos humanos para Tlaxcala.

El Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que, de enero a diciembre de 2018, Tlaxcala tuvo tres presuntos delitos de feminicidio. En cuanto a casos de homicidios dolosos contra la mujer los datos que arroja en el mismo periodo, refieren que en Tlaxcala los números son más altos que estados con mayor población como Durango, Coahuila y Nuevo León, al existir 18 casos.

La tipificación del delito de feminicidio en nuestro estado se realizó el nueve de marzo de 2012, desgraciadamente el tipo penal no permitía el acceso de las mujeres y sus familias a la justicia. La primera y la segunda reforma, tampoco respondían a los estándares que permitieran acreditar el feminicidio, por lo que la impunidad se afianzaba. Los Poderes del Estado, en especial el Ejecutivo y el Legislativo estaban limitados para atender lo establecido en el artículo 37 del Reglamento de la Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Tlaxcala, que establece que “La armonización normativa implica actualizar cada uno de sus preceptos para eliminar las desigualdades, y la discriminación mediante la perspectiva de género”.

La tercera y cuarta reforma fueron realizadas durante 2017 y 2018, y derivaron de las recomendaciones del Grupo de Trabajo de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, conformado tras la solicitud ante la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Estas reformas si bien cumplen con el estándar del tipo penal federal, son el primer paso para brindar justicia a las víctimas de feminicidio y a sus familias, pero no basta. Hace falta superar los silencios institucionales que niegan la existencia de feminicidios; y, para que nos dejen de doler las víctimas de violencia de género es necesario que las autoridades competentes sean profesionales, capaces, sensibles y comprometidas para que nunca más una más.

El femincidio es la expresión más brutal de la violencia contra las mujeres, pero le anteceden tantas omisiones y negligencias institucionales y sociales

Feminicidio

“Cómo me duele el silencio/ Cautivo añil de las nubes/ ¡Tlaxcala, cómo me dueles/ Con tus silencios azules!” .Escribía el gran poeta tlaxcalteca Miguel N. Lira...

Y sirven bien estos versos para expresar que hay silencios que deben transformarse en voz para dejar atrás la oscuridad de la impunidad y la injusticia que, llenan de tormento a tantas familias, a quienes les han arrebatado a sus hijas, a sus madres, a sus hermanas…

El femincidio es la expresión más brutal de la violencia contra las mujeres, pero le anteceden tantas omisiones y negligencias institucionales y sociales que si se detectaran y desactivaran a tiempo, representarían un verdadero avance en materia de derechos humanos para Tlaxcala.

El Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que, de enero a diciembre de 2018, Tlaxcala tuvo tres presuntos delitos de feminicidio. En cuanto a casos de homicidios dolosos contra la mujer los datos que arroja en el mismo periodo, refieren que en Tlaxcala los números son más altos que estados con mayor población como Durango, Coahuila y Nuevo León, al existir 18 casos.

La tipificación del delito de feminicidio en nuestro estado se realizó el nueve de marzo de 2012, desgraciadamente el tipo penal no permitía el acceso de las mujeres y sus familias a la justicia. La primera y la segunda reforma, tampoco respondían a los estándares que permitieran acreditar el feminicidio, por lo que la impunidad se afianzaba. Los Poderes del Estado, en especial el Ejecutivo y el Legislativo estaban limitados para atender lo establecido en el artículo 37 del Reglamento de la Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Tlaxcala, que establece que “La armonización normativa implica actualizar cada uno de sus preceptos para eliminar las desigualdades, y la discriminación mediante la perspectiva de género”.

La tercera y cuarta reforma fueron realizadas durante 2017 y 2018, y derivaron de las recomendaciones del Grupo de Trabajo de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, conformado tras la solicitud ante la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Estas reformas si bien cumplen con el estándar del tipo penal federal, son el primer paso para brindar justicia a las víctimas de feminicidio y a sus familias, pero no basta. Hace falta superar los silencios institucionales que niegan la existencia de feminicidios; y, para que nos dejen de doler las víctimas de violencia de género es necesario que las autoridades competentes sean profesionales, capaces, sensibles y comprometidas para que nunca más una más.

El femincidio es la expresión más brutal de la violencia contra las mujeres, pero le anteceden tantas omisiones y negligencias institucionales y sociales