/ lunes 25 de octubre de 2021

El cristal con que se mira | Brega ¿de eternidad?

En 1960 fueron cobardemente asesinadas tres hermanas, Patria, Minerva y María Teresa Miraval, por órdenes del tirano dictador y como todos ellos misógino que entonces dirigía los destinos de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo. ¿Su crimen? Ser activistas y mujeres que se atrevieron a levantar la cabeza y la voz para luchar por los derechos que como humanas todas y todos tenemos y que en ese momento en su país se negaban especialmente a quienes habían nacido de sexo femenino.


En 1993, ya tocando los albores del siglo XXI, finalmente el organismo internacional por excelencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la resolución 48/104, “Eliminación de la Violencia contra la Mujer” a través de la cual tuvo a bien reconocer que las mujeres sufren un tipo de violencia distinta de la que viven los hombres, una violencia que nace del odio y la negación a la admisión de la libertad, inteligencia, talento e independencia de ellas, de la incapacidad de los patriarcas para reconocer que las dos mitades de la población merecen solo por existir igualdad de derechos, oportunidades y responsabilidades, que millones de mujeres sufren tortura, dolor y muerte al año por el solo hecho de haber nacido, y finalmente definió la violencia contra la mujer o violencia en razón de género como "todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada".


En reconocimiento a las vidas y aportaciones de las hermanas Miraval y de todas las activistas a nivel mundial, a fin de visibilizar esta tragedia, en 1999 la ONU proclamó al 25 de noviembre de cada año como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”.


En cuanto al tamaño del problema, de acuerdo a ONU Mujeres, sin contar acoso, el 35 % de las mujeres declara haber experimentado violencia sexual, las llamadas de auxilio al 911 por violencia doméstica se quintuplicaron en el confinamiento COVID, cada día 137 mujeres son asesinadas en el mundo a manos de sus parejas, de ellos, quienes juraron amarlas y protegerlas, una cada dos horas y media solo en América Latina, destacadamente en México, con casi 11 al día y en Brasil, las mujeres y niñas son el 72% de las víctimas de trata de personas son niñas 3 de cada 4 de infantes víctimas de trata, una de cada 5 mujeres entre 20 y 24 años se casó antes de cumplir 18 años, existen aún 31 países en el mundo que tienen como práctica de usos y costumbres mutilar los genitales femeninos para impedirles placer sexual; se estima existen mas de 200 millones de mujeres que han sufrido esta ablación, 15 millones de niñas y mujeres entre los 15 y 19 años han sido violadas sexualmente, solo en la Unión Europea una de cada 10 ha sufrido acoso cibernético, en las 5 regiones del mundo el 82% de las parlamentarias denunció haber experimentado algún tipo de violencia sexual durante su mandato y el 65% recibió comentarios sexistas, principalmente por parlamentarios.


En México, el Código Penal Federal obliga a los Ministerios Públicos a tipificar feminicidio cuando en la muerte de una mujer se encuentre al menos una razón de género, a saber, que la víctima presente rastros de violencia sexual, presente actos de necrofilia, lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, existan antecedentes de violencia del asesino hacia ella, haya existido una relación previa de afecto, confianza o intimidad, haya sido incomunicada o el cuerpo esté exhibido o expuesto en un lugar público. Lo grave, es que muchas autoridades siguen sin entender que estas razones reflejan un delito de odio distinto a un homicidio como puede ser el derivado de un asalto o de enfrentamiento entre grupos delincuenciales. En agosto de 2021 se rompió el récord de feminicidios con 108 víctimas.


Ante esta realidad ¿porqué cuesta tanto actuar? Es posible que la formación cultural de quienes rigen los destinos de los países influye determinantemente y la edad cuenta. En América Latina el presidente Bukele con sus 40 años es el mas joven de la región; de ahí para arriba hasta los setentas. Estos hombres crecieron sin formación con perspectiva de género, en general son patriarcas que presumen características masculinas clásicamente alabadas que pueden, con uso de poder inapropiado, ser fuente de violencia. Las generaciones vendrán y con otra conciencia, construirán mejores condiciones de justicia.


Por lo pronto, mujeres y muchos, muchos hombres de bien sumados a cambiar este mundo misógino, a seguir luchando por la igualdad y el derecho de todas y todos a vivir una vida libre de violencia. No se ve aun en el horizonte fin a la violencia por razones de género, debemos seguir; la brega aun parece de eternidad.


En 1960 fueron cobardemente asesinadas tres hermanas, Patria, Minerva y María Teresa Miraval, por órdenes del tirano dictador y como todos ellos misógino que entonces dirigía los destinos de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo. ¿Su crimen? Ser activistas y mujeres que se atrevieron a levantar la cabeza y la voz para luchar por los derechos que como humanas todas y todos tenemos y que en ese momento en su país se negaban especialmente a quienes habían nacido de sexo femenino.


En 1993, ya tocando los albores del siglo XXI, finalmente el organismo internacional por excelencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la resolución 48/104, “Eliminación de la Violencia contra la Mujer” a través de la cual tuvo a bien reconocer que las mujeres sufren un tipo de violencia distinta de la que viven los hombres, una violencia que nace del odio y la negación a la admisión de la libertad, inteligencia, talento e independencia de ellas, de la incapacidad de los patriarcas para reconocer que las dos mitades de la población merecen solo por existir igualdad de derechos, oportunidades y responsabilidades, que millones de mujeres sufren tortura, dolor y muerte al año por el solo hecho de haber nacido, y finalmente definió la violencia contra la mujer o violencia en razón de género como "todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada".


En reconocimiento a las vidas y aportaciones de las hermanas Miraval y de todas las activistas a nivel mundial, a fin de visibilizar esta tragedia, en 1999 la ONU proclamó al 25 de noviembre de cada año como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”.


En cuanto al tamaño del problema, de acuerdo a ONU Mujeres, sin contar acoso, el 35 % de las mujeres declara haber experimentado violencia sexual, las llamadas de auxilio al 911 por violencia doméstica se quintuplicaron en el confinamiento COVID, cada día 137 mujeres son asesinadas en el mundo a manos de sus parejas, de ellos, quienes juraron amarlas y protegerlas, una cada dos horas y media solo en América Latina, destacadamente en México, con casi 11 al día y en Brasil, las mujeres y niñas son el 72% de las víctimas de trata de personas son niñas 3 de cada 4 de infantes víctimas de trata, una de cada 5 mujeres entre 20 y 24 años se casó antes de cumplir 18 años, existen aún 31 países en el mundo que tienen como práctica de usos y costumbres mutilar los genitales femeninos para impedirles placer sexual; se estima existen mas de 200 millones de mujeres que han sufrido esta ablación, 15 millones de niñas y mujeres entre los 15 y 19 años han sido violadas sexualmente, solo en la Unión Europea una de cada 10 ha sufrido acoso cibernético, en las 5 regiones del mundo el 82% de las parlamentarias denunció haber experimentado algún tipo de violencia sexual durante su mandato y el 65% recibió comentarios sexistas, principalmente por parlamentarios.


En México, el Código Penal Federal obliga a los Ministerios Públicos a tipificar feminicidio cuando en la muerte de una mujer se encuentre al menos una razón de género, a saber, que la víctima presente rastros de violencia sexual, presente actos de necrofilia, lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, existan antecedentes de violencia del asesino hacia ella, haya existido una relación previa de afecto, confianza o intimidad, haya sido incomunicada o el cuerpo esté exhibido o expuesto en un lugar público. Lo grave, es que muchas autoridades siguen sin entender que estas razones reflejan un delito de odio distinto a un homicidio como puede ser el derivado de un asalto o de enfrentamiento entre grupos delincuenciales. En agosto de 2021 se rompió el récord de feminicidios con 108 víctimas.


Ante esta realidad ¿porqué cuesta tanto actuar? Es posible que la formación cultural de quienes rigen los destinos de los países influye determinantemente y la edad cuenta. En América Latina el presidente Bukele con sus 40 años es el mas joven de la región; de ahí para arriba hasta los setentas. Estos hombres crecieron sin formación con perspectiva de género, en general son patriarcas que presumen características masculinas clásicamente alabadas que pueden, con uso de poder inapropiado, ser fuente de violencia. Las generaciones vendrán y con otra conciencia, construirán mejores condiciones de justicia.


Por lo pronto, mujeres y muchos, muchos hombres de bien sumados a cambiar este mundo misógino, a seguir luchando por la igualdad y el derecho de todas y todos a vivir una vida libre de violencia. No se ve aun en el horizonte fin a la violencia por razones de género, debemos seguir; la brega aun parece de eternidad.