/ martes 27 de febrero de 2018

El cristal con que se mira | Orgullo nacional lastimado

Dos años consecutivos. El presidente debe estar aliviado de -al menos en ese sentido- dejar ya la responsabilidad pública. Nuestra bandera nacional ha sufrido en los últimos lustros junto con el pueblo de México de vicisitudes graves.

Desde el ya lejano año 2000 que junto con la expectativa de cambio que generó la elección de Vicente Fox, y que se convirtió en el villano-bufón favorito de quienes esperaron tanto de él y que entre las muchas ocurrencias “mochó” el escudo nacional, hasta los dos pasados años que por decir lo menos, se le ha tratado, literal, como un trapo cualquiera.

24 de febrero, día importante. Día de la Bandera nacional. Día de celebración por lo que ese símbolo nos hace vibrar y sentir la patria en cada color. Día de fiesta, de unos minutos en la agenda del comandante de las fuerzas armadas para rendirle tributo. Día notable para la patria.

En 2014, en el Día de la Independencia, cayó a la plancha del zócalo. En 2017, justo el 24 de febrero, se rasgó al izarse y, en 2018, lo inaudito; otra vez en su día la izaron con el escudo de cabeza. En todos esos casos no se supo de castigo alguno para nadie. El Presidente de la República minimizó el hecho como minimiza todo lo que sucede en la nación y que -tal vez inexplicablemente para él- al resto de los mexicanos sí nos importa.

El protocolo internacional determina que una bandera al revés implica una forma de declarar rendición contra una fuerza extranjera. Asimismo, es una forma de pedir auxilio, denunciar secuestro, terrorismo o protesta. La ley de símbolos patrios ni siquiera contempla la posibilidad de izar la bandera con el escudo al revés por lo que tampoco señala castigo alguno.

Nuestro Ejército Mexicano está lleno de hombres y mujeres serios, responsables, capaces. Encuentro muy difícil de creer que haya sido un error esto de izar la bandera con el escudo al revés. Muchos, tu escribana entre otros, pensamos que fue un mensaje del ejército a su comandante en jefe. Si fue así, ojalá haya sido entendido.

Además de la falta de respeto a nuestro lábaro patrio, las casas blancas, la creciente estadística de asesinatos, el narcotráfico, la trata de personas, los feminicidios, el saqueo descarado en SEDESOL y SEDATU que se dice será premiado con fuero federal para la impresentable Robles, la delincuencia desbocada, los socavones, los desaparecidos, los poderosos pactos de impunidad y en general la frivolidad ante la situación tan delicada en México nos tienen hartos. Solo es cuestión de meses. Ya se van.

Dos años consecutivos. El presidente debe estar aliviado de -al menos en ese sentido- dejar ya la responsabilidad pública. Nuestra bandera nacional ha sufrido en los últimos lustros junto con el pueblo de México de vicisitudes graves.

Desde el ya lejano año 2000 que junto con la expectativa de cambio que generó la elección de Vicente Fox, y que se convirtió en el villano-bufón favorito de quienes esperaron tanto de él y que entre las muchas ocurrencias “mochó” el escudo nacional, hasta los dos pasados años que por decir lo menos, se le ha tratado, literal, como un trapo cualquiera.

24 de febrero, día importante. Día de la Bandera nacional. Día de celebración por lo que ese símbolo nos hace vibrar y sentir la patria en cada color. Día de fiesta, de unos minutos en la agenda del comandante de las fuerzas armadas para rendirle tributo. Día notable para la patria.

En 2014, en el Día de la Independencia, cayó a la plancha del zócalo. En 2017, justo el 24 de febrero, se rasgó al izarse y, en 2018, lo inaudito; otra vez en su día la izaron con el escudo de cabeza. En todos esos casos no se supo de castigo alguno para nadie. El Presidente de la República minimizó el hecho como minimiza todo lo que sucede en la nación y que -tal vez inexplicablemente para él- al resto de los mexicanos sí nos importa.

El protocolo internacional determina que una bandera al revés implica una forma de declarar rendición contra una fuerza extranjera. Asimismo, es una forma de pedir auxilio, denunciar secuestro, terrorismo o protesta. La ley de símbolos patrios ni siquiera contempla la posibilidad de izar la bandera con el escudo al revés por lo que tampoco señala castigo alguno.

Nuestro Ejército Mexicano está lleno de hombres y mujeres serios, responsables, capaces. Encuentro muy difícil de creer que haya sido un error esto de izar la bandera con el escudo al revés. Muchos, tu escribana entre otros, pensamos que fue un mensaje del ejército a su comandante en jefe. Si fue así, ojalá haya sido entendido.

Además de la falta de respeto a nuestro lábaro patrio, las casas blancas, la creciente estadística de asesinatos, el narcotráfico, la trata de personas, los feminicidios, el saqueo descarado en SEDESOL y SEDATU que se dice será premiado con fuero federal para la impresentable Robles, la delincuencia desbocada, los socavones, los desaparecidos, los poderosos pactos de impunidad y en general la frivolidad ante la situación tan delicada en México nos tienen hartos. Solo es cuestión de meses. Ya se van.