El domingo pasado, el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, realizó el primer debate de las y el candidato al Gobierno del Estado, con un formato que permitió a las y los tlaxcaltecas contrastar los proyectos de quienes encabezan las candidaturas.
Un debate no se gana con descalificaciones, sino con propuestas contundentes, que estén respaldadas por expertos en los diversos rubros, y que entiendan la realidad que vivimos en el estado.
Eso fue justamente lo que demostró Anabell Ávalos Zempoalteca, candidata de la Coalición Unidos por Tlaxcala, quien con propuesta en mano, y resultados que la respaldan, informó a las y los electores, cuál será su estrategia en materia de seguridad y salud para los próximos seis años.
Anabell demostró tener las cartas credenciales necesarias para conducir el destino de Tlaxcala. Expuso, además, que entiende la realidad nacional que vive el país por la pandemia, y los retos que enfrentamos - sociedad y gobierno - tras el paso de este devastador virus.
Sin lugar a dudas, la propuesta que más generó atención, fue el establecimiento de una beca para las y los niños que hayan perdido a sus padres a causa de la pandemia, pues este apoyo recortará en buena medida la brecha de desigualdad que el Covid-19 dejará en nuestro país.
En contraste, la candidata de “ya saben quien” mostró un bajo perfil en el momento de proponer. No imagino, apreciado lector, a un gobernante que solo tenga la capacidad de ver y escuchar a través de los oídos del presidente.
El discurso repetitivo, intentando una y otra vez hacer alusión al Presidente de México, como una especie de esperanza en que la inercia - cada vez más mermada de López Obrador- la llevaría a ganar la elección, fue una constante.
Por la ruta correcta
La campaña de Anabell sigue subiendo. No hay día en que no se sumen aspirantes de otras fuerzas políticas y voluntades de ciudadanas y ciudadanos libres, que ven en este proyecto la mejor opción para gobernar Tlaxcala.
Agradezco el favor de su lectura
- *Senadora de la República
